Páginas en Tiempo de Honor. Amor que se llama Patria y que es humanidad (V)
Adys M. Cupull Reyes
"Amor es delicadeza,
esperanza fina,
merecimiento y respeto"
(José Martí)[1]
"Páginas en tiempos de Honor" culmina. Los corazones de los cinco Héroes de Cuba quedaron abiertos para todos, en el libro "Cartas de ida y vuelta". Este mensaje de amor, es el final de los comentarios dedicados al libro que la Editora Abril regala a los lectores. Gracias a Rafaela Valerino por haber pedido el permiso y abrir las cartas; gracias a los remitentes y destinatarios por autorizar la publicación. Son páginas escritas en este tiempo, cuando el mundo se convulsiona por las guerras y el terrorismo, por las injusticias; y de los pueblos surgen hombres de honor y virtudes, de sacrificios, méritos y satisfacciones. Hombres y mujeres que eligen el amor para salvarlo de la hecatombe.
Antonio Guerrero Rodríguez es uno de esos hombres que escogieron el amor. El libro trata de cinco poetas y de la más bella poesía que es la vida de cada uno.
Al amor, dedicó Antonio Guerrero varios versos. En su poema "La Patria".
Dice:
Corre en delgados caminos
la sangre que da la vida
y vierte en el corazón
un amor que no se olvida.
Amor, motivo cimero
para un verso, para un canto.
Amor que todo lo habita, azares, sueños, encantos.
Amor madre, tierra amiga,
morada de la verdad. Amor que se llama patriavy que es humanidad.[2]
Es conocido su libro "Desde mi altura", y entre sus poemas de mayor connotación el que se titula "Regresaré" pero en "Cartas de ida y vuelta" aparecen otros, del poemario que dedicó a sus hijos Tonito, y Grabiel cuyos mensajes tienen un marcado sentido educativo para los niños y adolescentes, jóvenes y adultos, entre éstos:
"La modestia", "El optimismo", "El balance", "La razón", "La alegría", "El valor", "La belleza". Y entre los cuentos: "El cuerno del unicornio", escrito en 1999, cuento que le envía a su hijo Tonito, acompañado de una carta:
"Querido hijo:
Espero que te guste esta interesante historia.
Los cuentos siempre enseñan alguna lección a todos. Este en particular tiene varias enseñanzas, muy importantes para la vida. No sólo demuestra cuánto vale la bondad, la ayuda a los que necesitan, la generosidad, sino que además, en el ejemplo de Darya puedes ver de cuánto sirve leer y estudiar, lo cual le sirvió para conocer primero cómo encontrar el unicornio y después cómo salvarlo y regresarlo a su mamá.
Por eso, y además porque te quiero y te recuerdo siempre, es que te escribo o traduzco) estos cuentos para que crees el hábito de leer y para que aprendas tan bonitas lecciones. ¡Qué lo disfrutes!
Todo mi amor. Un beso. Tu papá".[3]
En las notas biográficas se escribe que cuando era niño le gustaba tomar leche, comer dulces y otras golosinas, estaba gordito; después bajo de peso. Practicaba deportes: nadaba, patinaba, montaba bicicleta, jugaba baloncesto, fútbol. Le gustaba coleccionar sellos, tocaba en la banda musical de su escuela y desde entonces escribía poemas.
También aparecen en el libro una selección de adivinanzas, una "carta poema" dedicada a su sobrina Maricarla, y un poema titulado "Invitación a La Paz".
Pero he escogido las tres cuartetas que él tituló "La solidaridad" para cerrar estos breves comentarios de un libro que ha de trascender por sus valores morales, reclamo de hoy.
La solidaridad
Casi todo el infinito
toda la tierra y el mar
puedes tener en tus manos
si decides dar y amar.
El dinero es avaricia.
El poder es vanidad.
Ser egoísta es codicia.
Ser rico es desigualdad.
No hay tesoro más gigante
que el vivir con dignidad,
ni prenda más elegante
que la solidaridad.
(Antonio Guerrero Rodríguez)[4]
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