Mirar hacia Suramérica (2). El primer Museo de la memoria en Argentina
Adys M. Cupull Reyes
El primer Museo de la Memoria que tiene Argentina está en la ciudad de Rosario, y su director es Rubén A. Chababo. Ha recibido recientemente un Premio Internacional. Este museo fue creado por una Ordenanza Municipal y abrió sus puertas al público el 30 de marzo del 2001. Cuenta con un personal calificado y áltruista:
"Así hacemos memoria explican: exhibiendo muestras periódicas, construyendo una biblioteca, organizando cursos, seminarios, conferencias, visitando escuelas, entrevistando a los sobrevivientes y a sus familiares, creando un archivo documental, confeccionando los datos que permitan elaborar el listado definitivo de las personas desaparecidas y asesinadas".
Su símbolo es el Ginko Biloba, el árbol de la vida y la memoria.
"El Ginko Biloba, escribe Rubén A. Chababo, es una de las especies arbóreas más antiguas que existen en el mundo y ha sobrevivido esencialmente invariada en su forma desde hace millones de años".
Agrega en la nota de presentación que es un árbol de increíble longevidad que le permite en algunos casos mantenerse en pie por más de tres milenios, puede ser considerado como un sutil y precioso eslabón entre el pasado y el presente.
El profesor Chababo agrega:
"A fines de la II Guerra Mundial, cuando la bomba atómica fue arrojada sobre la ciudad de Hiroshima diezmándolo todo a su alrededor, el Ginko Biloba fue la única especie vegetal que logró volver a brotar luego de la hecatombe".
"Por su belleza, por su férrea voluntad, de apegarse a la vida, por saber conservar con pureza la memoria del pasado el MUSEO DE LA MEMORIA, lo ha elegido como símbolo y emblema de su
institución".
Se explica en las salas del museo como el golpe encabezado por los militares derrocó al gobierno constitucional, y cómo durante siete años el país vivió bajo una de las dictaduras más feroces de su historia y una de las más sangrientas de América Latina. Los secuestros, los encarcelamientos, las desapariciones de miles de trabajadores, militantes políticos, dirigentes gremiales, artistas, estudiantes, religiosos. Cómo crearon centros clandestinos de detención y campos de concentración y exterminio, se apropiaron de los bebés, de los niños. Fueron cerradas las fábricas, se intervinieron las escuelas, los sindicatos, universidades, se proscribieron los partidos políticos se prohibieron películas, canciones, SE PROHIBIERON LOS LIBROS.¡LOS LIBROS! Los que tenían el "El Diario del Che en Bolivia" tuvieron que guardarlo bajo tierra para que como el Ginko Biloba volviera a brotar.
