Cuba

Una identità in movimento


Cuba-Estados Unidos: las esencias de una confrontación histórica (2)

Esteban Miguel Morales Domínguez


El factor interno en la política de Estados Unidos hacia Cuba

Durante la etapa colonial, el principal objetivo de Estados Unidos fue siempre apoderarse de Cuba. Dentro de esa lógica estuvieron sus relaciones con España, a la que trato de comprar la Isla en varias ocasiones, así como sus relaciones con los cubanos que luchaban por la independencia.[17]

Para cumplir con tal objetivo, Estados Unidos diseño una política por medio de la cual defendía a ultranzas que se mantuviese el status de la Isla bajo España, hasta tanto pudiese realizar sus propósitos. Por lo que desplegó entre 1825 y 1898, un conjunto de acciones internas en Cuba, con el propósito de ir preparando su presencia dentro de la realidad cubana.

La acción fundamental Estados Unidos la desplegó en el campo de la economía, por medio del establecimiento y desarrollo de relaciones comerciales y económicas, que hacia mediados del siglo XIX provocaron una situación en la que Cuba se mantenía políticamente como colonia de España, pero sus relaciones comerciales eran predominantemente con los Estados Unidos.

La hegemonía norteamericana sobre las relaciones económicas con Cuba, trajo nefastas consecuencias para la situación político-revolucionaria en la Isla. La llamada burguesía criolla, y los hombres de negocios en general, incluso peninsulares, terminaron por identificar sus intereses con los de la oligarquía financiera norteamericana. Deviniendo todos paulatinamente en clases y grupos subalternos defensores de los intereses norteamericanos dentro de la Isla.

Por eso, cuando Estados Unidos intervino en la Guerra Cubano-Española en 1898, ya contaba dentro de Cuba con aliados que le facilitaron controlar la situación de la Isla.

Durante esta primera etapa, las fuerzas derechistas dentro del propio independentismo, algunos autonomistas, los sectores burgueses peninsulares, los personeros de la antigua administración colonial, la burguesía criolla y demás grupos acomodados, actuaron todos bajo el liderazgo del ejercito de ocupación norteamericano, que liderado a su vez por el presidente de los Estados Unidos tomaron el control de la Isla.

Una vez establecido el dominio sobre Cuba, se produjeron los correspondientes recambios internos, mediaciones y ajustes políticos y las administraciones norteamericanas continuaron prestando una atención primordial al control de la situación interna de Cuba. Hasta que entrado el año de 1958, finalizando la Dictadura Batistiana, ese control entro en una crisis irreversible, como resultado de los avances del movimiento revolucionario.

La reacción de Esienhower (1953-1961), a la sazón presidente de los Estados Unidos, no se hizo esperar. Aunque se puso de manifiesto que se había perdido mucho tiempo, como resultado de que no había sido imaginable, por los políticos norteamericanos, que con el apoyo dado a Batista este no pudiera sostenerse en el poder y detener los avances del movimiento revolucionario. Además, porque al igual que España, Estados Unidos había confiado en su "fiel Isla de Cuba" y menosprecio el empuje de las fuerzas revolucionarias que pugnaban por derrocar a la dictadura batistiana.

Las administraciones norteamericanas se habían habituado también a que las situaciones políticas explosivas en Cuba, de las cuales ya habían tenido lugar varias, podían ser siempre controladas y subsumidas en el "saco sin fondo" de la politiquería republicana.

Por ello, llegado el año de 1958, todos los intentos de hallar una alternativa política "plausible", que permitiera a la Administración de Eisenhower mantener un batistato sin Batista fracasaron y la Revolución liderada por Fidel Castro tomo el poder en Cuba.

Resultaba entonces imposible, que la misma administración norteamericana que había tratado de impedir el triunfo de la Revolución Cubana, no pudiese entenderse con la Cuba que emergía en 1959. Por lo cual, la situación interna de la Isla se mantuvo en la mira de la política norteamericana, dentro de un diseño político de continuidad, que no se diferenciaba esencialmente de los objetivo de la política norteamericana hacia Cuba hasta 1958.

Solo que ahora, los recursos destructivos que antes se le suministraban al batistato, se utilizaban directamente contra la naciente revolución cubana.

A partir de entonces, las acciones de Estados Unidos estuvieron dirigidas a impedir a toda costa que las fuerzas revolucionarias consolidaran la toma del poder político en Cuba. Por lo que el núcleo rector de la política de Estados Unidos hacia Cuba era entonces:


"... si no impedimos que tomaran el poder, al menos podemos evitar que lo consoliden".


Por ello, la situación interna de Cuba continuo teniendo prioridad dentro de la política norteamericana hacia la Isla,


"... por lo que el periodo 1959-1961, se caracterizo por el diseño y puesta en practica de un conjunto de acciones terroristas y subversivas dirigidas a evitar a toda costa la consolidación del poder político por parte de las fuerzas revolucionarias en Cuba. Tales acciones abarcaron el más amplio espectro. De tal modo que, mas de cuarenta años después, casi no hay nada nuevo que intentar para agredir a la Revolución Cubana, que ya no haya sido tomado en consideración por la administración de Eisenhower en esos años".[18]


Así reaccionaba la administración norteamericana de entonces, ante la realidad de que por primera vez Estados Unidos estaba siendo expulsado de Cuba y sus clases y grupos subalternos abandonaban la Isla, para entonces, con la idea de retornar pronto, una vez que el Ejercito norteamericano les devolviese el poder en Cuba.

Lo primero que hizo la administración norteamericana de Eisenhower, fue dar refugio en los Estados Unidos a los esbirros, criminales de guerra y políticos venales, que habían huido de Cuba, desde el 1ro de enero de 1959, para escapar a la justicia revolucionaria.

Además, se comenzaron a desplegar un conjunto de acciones desestabilizadoras del tipo siguiente.

  1. Un grupo numeroso de individuos, que al principio formaron parte del Gobierno Revolucionario, fue utilizado en el contexto de una feroz campaña anticomunista, primero desde dentro como una quinta columna, y después, varios de ellos, como dirigentes de las primeras organizaciones contrarrevolucionarias, díganse, entre otros, Manuel Díaz Lans, Manuel Artime, Tony Varona, Miro Cardona y otros muchos.

  2. Una febril actividad de organización de la contrarrevolución caracterizaba el trabajo de la CIA y del Gobierno de Estados Unidos dentro y fuera de Cuba, tratando de reunir en la actividad contrarrevolucionaria a todo individuo que estuviese dispuesto a combatir al Gobierno Revolucionario. El dinero para tales acciones no tenia limites.

  3. Desde muy temprano, aparecieron las acciones de sabotaje, terrorismo, destrucción de bienes económicos, infiltraciones, ataques piratas, asesinatos, bombardeos a la ciudad de La Habana, y de objetivos económicos y sociales en general.

  4. Resulta en extremo interesante observar, como la agresión económica se llevaba a cabo por medio de una sistemática combinación de instrumentos. Es decir, mientras se cortaba o eliminaba la cuota azucarera a Cuba en el mercado norteamericano, al mismo tiempo se bombardeaban y quemaban los cañaverales, ingenios y almacenes de azúcar, entre otros[19]. Teniendo aquí sus antecedentes la guerra económica que Estados Unidos ha librado contra Cuba durante todos estos años.

  5. En particular, muy pronto la CIA y el Presidente, llegaron a la conclusión de que el único modo de "solucionar" el asunto de Cuba era sobre la base de asesinar a Fidel castro, demás lideres, e invadir la Isla.[20]

  6. En realidad, las acciones seguidas por la Administración de Eisenhower dejaron como herencia un diseño de política hacia Cuba que no ha podido aun ser superado. A partir de entonces se puso claramente de manifiesto que no se trataba de un enfrentamiento entre cubanos, sino en esencia entre el gobierno de los Estados Unidos y la nación cubana.

Paralelamente, aun después de Eisenhower, se continuaron diseñando y ejecutando acciones terroristas y políticas, que seguían teniendo como foco fundamental de sus objetivos derrocar a la Revolución Cubana apoyándose en acciones internas. Entre ellas se destacan:

  1. La puesta en practica de decenas de acciones terroristas durante los años 1959 y 1960, hasta llegar a la invasión mercenaria por Playa Girón en 1961.

  2. La planeación y ejecución de la llamada Operación Mangosta a partir de septiembre de 1961.

  3. El fortalecimiento y desarrollo del bandidísimo antes y después de Girón y de la Crisis de Octubre.

  4. El cese del comercio con Cuba y la promulgación del Bloqueo.

  5. El liderazgo interno de la CIA de toda la actividad terrorista y contrarrevolucionaria en Cuba, apoyada, asesorada y financiada por Estados Unidos.

  6. Las múltiples y continuas provocaciones y asesinatos desde la Base Naval de Guantánamo, junto a las infiltraciones y ataques terroristas de todo tipo.

  7. La continua búsqueda de interlocutores internos de la contrarrevolución, dentro de diferentes instituciones, entre ellas la Iglesia Católica, y otros grupos formales e informales de la Sociedad Civil cubana.

  8. Los planes sistemáticos para Invadir a Cuba en gran escala, después de la derrota sufrida por Estados Unidos en Girón.

  9. Las tareas continuas de desestabilización interna, por medio de operaciones como la llamada "Operación Peter Pan", "Éxodo de profesionales", etc.

  10. La creación de emisoras radiales subversivas como Radio Swan, La Voz del CID, y otras, dirigidas a desplegar una agresiva campaña de ataques contra la Revolución Cubana.

Todas las acciones anteriormente explicadas, eran sistemáticamente combinadas con actividades internacionales, dirigidas a producir el aislamiento de Cuba. Ejemplo de las cuales fueron las realizadas para expulsar a Cuba de la OEA en 1962.

Fue el presidente J.F. Kennedy, quien primero comenzó a enfocar de manera mas sistemática la actividad contrarrevolucionaria hacia Cuba, dándole a esta además una perspectiva hemisférica e Internacional, dirigida a tratar de tirar un cordón sanitario alrededor de Cuba, que aislara a la América Latina y el Caribe de los "efectos contaminantes" que el ejemplo de Cuba podía irradiar dentro del hemisferio. Tales fueron también las acciones de la denominada "Alianza para el Progreso" y los llamados "Libros Blancos". Estos últimos pretendían poner a Cuba como país incompatible con el régimen de convivencia hemisférica y "Satélite de la URSS".

El periodo que comenzó en 1965, año que marca la derrota de la contrarrevolución interna, hasta 1986, en que se inicio en Cuba el llamado "Proceso de Rectificación de Errores y Tendencias Negativas", estuvo matizado por un cierto abandono del escenario interno cubano como campo fundamental de la desestabilización de la Revolución Cubana, por una priorizacion de los ataques a Cuba, a partir del plano internacional.[21] Las razones fundamentales que a nuestro juicio explican este fenómeno son las siguientes.

  1. Hacia 1965, habiendo sido derrotadas las bandas contrarrevolucionarias en el Escambray, la contrarrevolución interna se quedaba sin la cierta retaguardia que tal movimiento significaba. Además, con las bandas, desaparecían también los dispositivos internos que habían permitido hasta entonces presentar a la contrarrevolución como fermento de una guerra civil permanente, pretendiendo con ello dotar de legitimidad y personalidad propia a la contrarrevolución interna. Pues si el gobierno de Estados Unidos demostrada que en Cuba lo que había era una guerra civil, las fuerzas contrarrevolucionarias podían adoptar un cierto matiz de legalidad internacional y de legitimidad, cuando de lo que se trataba en realidad eran de terroristas y bandidos a sueldo, mercenarios del imperialismo norteamericano. Con posterioridad a Girón, pero sobre todo después de la Crisis de Octubre, la Revolución Cubana y sobre todo su liderazgo, habían adquirido experiencia política, técnica militar, nivel de organización y capacidad movilizativa, que hacían imposible enfrentarla militar y políticamente, a partir de grupos paramilitares o irregulares, sin una base de sustentación militar y política interna.

  2. La llamada burguesía cubana como clase se desmembró. Al marcharse hacia los Estados Unidos casi todos sus miembros, junto con sus aliados más cercanos, (con la esperanza de regresar rápidamente) lo cual había dejado prácticamente sin base de sustentación interna a cualquier movimiento político con pretensiones de derrocar a la Revolución. La burguesía cubana, altamente comprometida con la dictadura y derrotada, abandono el terreno principal de la confrontación con la Revolución que le había quitado el poder, y a partir de aquí se suicido como clase, tanto ante sus potenciales aliados internos, como ante las administraciones norteamericanas que siempre habían estado dispuestas a apoyarla.[22]

  3. Junto a todo ello, paulatinamente, pero con bastante rapidez, fueron abandonando el país todos aquellos elementos potencialmente aliados de la contrarrevolución, como los casatenientes, garroteros, exoficiales del ejercito de la dictadura, medianos comerciantes, empresarios etc. Representantes de los viejos partidos, terratenientes, dueños de grandes fincas, otras gentes que se marchaban influidos por la propaganda anticomunista, representantes del viejo clero y otros. Todo lo cual genero un proceso de limpieza del ambiente político, que contribuyo mucho a que los esfuerzos contrarrevolucionarios desplegados desde dentro de Cuba, no tuviesen caldo de cultivo ni base de sustentación interna. Además, tales intentos contrarrevolucionarios resultaron siempre muy penetrados por las fuerzas de la Seguridad Cubana y a partir sobre todo de 1960, muy hostigados por la vigilancia popular que desplegaron los Comités de Defensa de la Revolución.

  4. Al mismo tiempo, las medidas sociales y económicas, tomadas por el Gobierno Revolucionario, dirigidas a beneficiar al pueblo, en particular a la clase obrera y sectores más humildes, produjeron desde el principio una acelerada y creciente identificación de las masas del pueblo con la revolución y sus dirigentes. Proceso que el enfrentamiento armado a la contrarrevolución se encargo de solidificar. De modo que ya después de Girón, existía una unidad indestructible dentro de la Revolución, contra la cual se han estrellado desde entonces todos los intentos por derrotarla. La propia política norteamericana contribuyo fuertemente desde entonces a la radicalización del proceso revolucionario que vivía el país.

  5. Se habían iniciado también un conjunto de cambios económicos, precedidos por la recuperación de bienes malversados, la Reforma Agraria, las nacionalizaciones y otros pasos organizativos, que comenzaron aceleradamente a trasformar a la economía cubana, poniéndola en función de las necesidades del pueblo.[23]

Según se avanzaba hacia la década de los año setenta, a los políticos norteamericanos no les quedo mas remedio que aceptar que la Revolución Cubana se presentaba y percibía como un proceso irreversible en el plano interno. Al mismo tiempo que esta ultima, comenzaba a ganar fuerzas en el orden de su presencia internacional.

La ayuda a los movimientos revolucionarios en el tercer mundo, particularmente en América latina, la alianza con la URSS y demás Países Socialistas, la activa presencia dentro del Movimiento de los Países No Alineados, el activismo político y militar en África, junto a los avances económicos, políticos y sociales en el orden interno y el incremento del prestigio internacional, eran mas que suficientes para producir un contexto favorable a la Revolución Cubana, que se veía enriquecido también por los avances de los movimientos revolucionarios en otras partes del mundo subdesarrollado (Nicaragua, Granada, Vietnam, Irán, Angola, Mozambique etc.). Junto a ello, las relacione económicas con el Campo Socialistas se presentaban como una retaguardia segura.

Tal situación producía una política norteamericana hacia la Isla que priorizaba los factores externos de la confrontación. Todo ello bajo la forma de un seguimiento agresivo a la presencia internacional de la Revolución Cubana. Al mismo tiempo, la política norteamericana, supeditaba una mejoría de las relaciones entre ambos países al abandono del activismo internacional de Cuba, en especial al rompimiento de la llamada conexión con la URSS.


Una decada difícil: 1986-1996.

Durante este periodo se produjeron cambios sustanciales, tanto internos como en el entorno inmediato de supervivencia de la Revolución Cubana.

Surgieron y se desarrollaron fenómenos a nivel internacional y en la Isla, que terminaron por afectar la capacidad de la Revolución Cubana para seguir adelante con su proyecto socialista.

El bloqueo de Estados Unidos, junto al hecho de pertenecer a una sistema de relaciones económicas que se derrumbo, han sido las dos causas básicas que durante años han dejado su impronta en el proceso de construcción socialista en Cuba y en la política norteamericana hacia la Isla. La primera, obstaculizando el proceso de construcción económica, aunque en cierto modo protegiendo a la Isla de los clásicos problemas del entorno capitalista; la segunda; permitiéndole sortear y contrapesar las ausencias de plataformas económicas externas que le posibilitaran llevar adelante su proyecto socialista .

En medio de tales condiciones, que comenzaban a caracterizar a la segunda mitad de los años ochenta, se desplegaba el llamado "Proceso de Rectificación de Errores y Tendencias Negativas", que había emergido principalmente de la criticas realizadas en el Tercer Congreso del Partido Comunista de Cuba en 1985.[24] Pero la situación, según avanzaba la segunda mitad de la década de los ochenta, se complicaba aun más.

La paulatina desaparición, a partir de la segunda mitad de los año ochenta, de las relaciones económicas con los Países Socialistas de Europa del Este y el derrumbe de la URSS como estado multinacional en 1991, provocaron que, hacia el año de 1992, Cuba fuese privada de mas del 70% de sus mercados exteriores. En poco menos de tres años la Isla perdió lo que había constituido su retaguardia económica por espacio de mas de 25 años. El impacto sobre la economía interna cubana se hizo sentir casi inmediatamente, y de un crecimiento promedio del PIB de mas del 4% en la década de los años setenta hasta 1985, la economía cubana a partir de 1989, comenzó a decrecer, hasta acumular un 34,8 % de caída del PIB entre 1989 y 1993.[25] En medio del contexto económico descrito, la situación interna de Cuba se tornaba en extremo difícil. El deterioro de las condiciones de vida de la población llegaba a niveles insospechados y alarmantes: falta de alimentos, combustible, transporte, prolongados cortes de electricidad, paro laboral subsidiado, inflación como resultado de la falta de oferta mercantil y de un exceso monetario en la circulación que sé hacia incontrolable, caída de todos los niveles de producción, disminución de todos los abastecimientos, serias afectaciones al nivel de todos los servicios básicos, etc. Consecuentemente se producía también una contracción de la presencia internacional de Cuba.

Como resultado de todo ello, la dinámica de las condiciones internas en que la Isla se desenvolvía comenzaron a ocupar un lugar preferente dentro de las percepciones políticas norteamericanas sobre Cuba, generando un "cambio de foco" de la política de Estados Unidos hacia Cuba. Como resultado de que emergían oportunidades, que las fuerzas de extrema derecha norteamericanas consideraban como propicias para derrocar al poder revolucionario en Cuba.

En el orden internacional, también las cosas comenzaban a ser más complicadas para Cuba. Por cuanto la perdida de los mercados socialistas le daba el doble carácter a la situación económica tan difícil comenzada en 1989, de ser también una crisis de reinserción económica externa. Para Cuba, economía abierta y despojada de sus mercados externos, hallar nuevos socios comerciales y económicos, que contribuyesen a suplir las perdidas, devenía en una cuestión de vida o muerte.

Lo cual explica, que en la percepción de la extrema derecha de la política norteamericana hacia la Isla, se considerase, como nunca antes, que se debía contar con instrumentos que permitiesen afianzar el componente transnacional del bloqueo. Instrumentos tales como la Ley Torricelli, aprobada en 1992, por George Bush (padre) en medio de la campaña presidencial contra W. Clinton; y la Ley Helms-Burton, aprobada en marzo de 1996 por W. Clinton, en medio también de la batalla por su reelección, pasaron a ocupar un lugar determinante en la política norteamericana hacia Cuba. Por lo cual, fue en medio de dos procesos electorales por la Presidencia que resultaron afianzados los componentes transnacionales de la política de bloqueo. En ambas ocasiones, tales medidas se debieron a las acciones realizadas por el presidente William Clinton. Primero, para arrebatarle la presidencia a Bush (padre) en 1992; segundo, para lograr la reelección en 1996.

A partir de entonces, quedaron completadas las variables que permiten explicar la política de Estados Unidos hacia Cuba en su estado actual. Pues, aunque la política hacia Cuba esencialmente no ha cambiado, las variables y escenarios para su comprensión sí.[26] Cuba entro en un proceso de recuperación económica a partir de 1995, pero la agresividad de la política norteamericana continua su curso, agravándose a partir del 2000, con el ascenso a la presidencia de George Bush (hijo), el que sin dudas pretende utilizar el poderío militar de Estados Unidos, para apoyándose en una supuesta lucha contra el terrorismo, reestructurar el poder económico global a su favor, llevando la hegemonía norteamericana hasta planos insospechados.


Algunas consideraciones finales

Un análisis como él hasta aquí realizado, permite comprender cuan importante ha sido en cada momento histórico de la confrontación entre Cuba y Estados Unidos, la fortaleza interna de las fuerzas revolucionarias, para enfrentar los diferentes intentos de la política norteamericana por derrocar a la Revolución Cubana.

Hoy mas que nunca, las experiencias acumuladas en términos de la unidad interna de las fuerzas revolucionarias y el tratamiento critico y a fondo de todos los problemas que puedan afectar esa unidad, tienen un lugar preponderante en el enfrentamiento con Estados Unidos.

De todas las variables tanto políticas como económicas, que conforman hoy el entorno y contenido de la confrontación con Estados Unidos, el desenvolvimiento interno de la sociedad cubana ocupa el primer lugar. Todo lo que afecte ese desenvolvimiento interno de Cuba, impactara negativamente sobre la fortaleza de la Revolución Cubana para salir airosos de los escenarios de confrontación con Estados Unidos, que son hoy más complejos y peligrosos que nunca.

Por lo que ciertamente, no será en Cuba donde la política norteamericana tiene que cambiar, pero es sumamente importante lo que Cuba haga en función de que esa política cambie.[27]

    Enero del 2004



Parte I — Parte II


    Notas de referencia

      [17] Para no pocos españoles, la Cuba de hoy, es el espejo en que se reflejan sus frustraciones históricas. No pudieron sostener a Cuba; le dieron la autonomía cuando ya no había remedio, ni representaba una solución; en lugar de entregarle Cuba a los patriotas, prefirieron canjeársela a Estados Unidos, que finalmente se las arrebato. Nunca fueron paradigma de modernidad para Cuba, por ser muy atrasados. Aguantaron a Franco por mas de 40 años, teniendo que esperar incluso que muriera para hacer su cacareada "transición a la democracia". Ahora, pretenden entregar de nuevo a Cuba a los Estados Unidos, la misma potencia que se la quito. Lo único que hicieron bien, fue negarse varias veces a vender la Isla. Muchas Gracias. Por eso, para los sectores españoles, que piden la transición democrática a la Isla, Cuba es un dolor de... (Nota del Autor).

      [18] Ver del Autor, "La política de Estados Unidos contra Cuba y la Crisis de Octubre”, Revista Cuba Socialista, No. 25, La Habana, Cuba, p. 3.

      [19] Esta sistematicidad combinatoria, de la agresividad norteamericana, es posible de observar muy claramente, siguiendo el curso de las agresiones de Estados Unidos contra Cuba durante los años 1959 y 1960 (Ver: Jane Franklin, Cuba and The United States, a Cronológica History, Ocean Press, New York, USA, 1997).

      [20] Tales hechos no hacen sino mostrar que la denominada contrarrevolución cubana no existe ni nunca existió. Sino que se trata de una contrarrevolución de Estados Unidos en Cuba, utilizando a los cubanos. Por eso los individuos de origen cubano que desempeñan su actividad contra la Revolución Cubana, no son solo contrarrevolucionarios, sino además mercenarios, pues trabajan bajo las ordenes, protección y financiamiento de una potencia extranjera (Nota del Autor).

      [21] Ello no significa que la contrarrevolución haya dejado de operar internamente, cada vez que se le presentaba una oportunidad, pero el ambiente de esos años no era propicio para realizar en el plano interno esfuerzos de la magnitud y costo de los que Estados Unidos había desplegado a principios de los años sesenta, con la esperanza de derrocar al Gobierno Revolucionario en su propio terreno (Nota del Autor).

      [22] No era la primera vez que la llamada burguesía cubana se suicidaba, ya lo había hecho durante el siglo XIX, cuando como clase no secundo la lucha independentista en ninguna de sus dos etapas. Por segunda vez, cuando había aceptado el papel subalterno de la oligarquía financiera norteamericana, poniéndose del lado, para defender sus privilegios, de los que avasallaban y esquilmaba a la nación. Finalmente en 1959, habiendo entregado a la dictadura batistiana todo su apoyo, se marchaba del país junto a ella, abandonando el terreno de la lucha política. Cuando Estados Unidos organiza la contrarrevolución, solo individuos aislados y grupos mas o menos heterogéneos de miembros de los cuerpos represivos de la dictadura, entraron, simplemente a servir de mercenarios (Nota del Autor).

      [23] El propio ritmo de las nacionalizaciones respondió también a que no pocas propiedades pasaban bajo el control del Estado, como resultado de que sus dueños abandonaban el país (Nota del Autor).

      [24] Ver: Fidel Castro Ruz, "En la Trinchera de la Revolución", Selección de Discursos, Colección Verde Olivo, Editora Política, La Habana, 1990, pp. 94-96 y pp. 97-104.

      [25] Ver: Economic Press Service, No. 21, 1994. Ampliar por medio de Esteban Morales "Notas para una Reflexión Sobre Estrategia y Tactica Económica Cubana en los 90", Temas de Estudio, No. 13, CESEU, Universidad de la Habana, 1995.

      [26] Para ampliar sobre estas variables ver: Esteban morales, Teoría Sociopolítica, tomo II , Editorial Félix Varela, La Habana, 2000. Capitulo en el que desarrollamos el modelo que permite explicar la política de Estados Unidos hacia Cuba en la actualidad.

      [27] Pienso que no es casual, que el Comandante en Jefe, Fidel Castro, haya dedicado su reciente discurso en conmemoración del 26 de Julio, a tratar dos asuntos vitales de la vida interna cubana: el comportamiento de la economía y los intento de la "disidencia contrarrevolucionaria" por levantar cabeza, bajo la orientación y financiamiento del gobierno de Bush (Nota del Autor).




Parte I — Parte II


    Dr. Esteban Miguel Morales Domínguez
    CESEU. Universidad de La Habana





Página enviada por Froilán González y Adys M. Cupull Reyes
(9 de agosto de 2005)


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