La concepción del esquema, como se evidencia, sobredimensiona el alcance de la aculturación cual concepto capaz de explicar toda esta gama de actitudes y cambios, en correspondencia con la tradición teórica de la antropología norteamericana; y al mismo tiempo desconoce la esencia misma del significado original de la transculturación, que no sólo implica la fusión "compartimentalizada" (para determinadas cualidades de la cultura [musical u otra] según el biculturalismo o el multiculturalismo de sus portadores), el "sincretismo" y la "transformación"; sino que — como en su momento escribió el propio Ortiz — "este vocablo comprende todas las fases de su parábola"; desde la capacidad de negación de aspectos culturales precedentes hasta el proceso de creación, aceptación y transmisión de nuevos valores, objetos y acciones de la cultura. Sin embargo, en un trabajo reciente sobre Prospectiva antropológica(51), Ma. Jesús Buxó i Rey, de la Universidad de Barcelona, analiza los problemas actuales para elaborar un diseño cultural factible a partir de conceptos, métodos y técnicas flexibles; las cuestiones fundamentales de la mundialización y dinamización étnica; la denominada "crisis" de la familia y sus alternativas de solución; y el papel de la constante interacción entre inteligencia artificial y sabiduría popular.
En este sentido, el enfoque transcultural no escapa de su reflexión, sino que ocupa un lugar clave en el desarrollo globalizador de sus ideas, ya que como bien señala:
Superar el desajuste entre conocimiento científico y experiencia cultural obliga a una reorientación de los paradigmas habituales en la dirección de obviar la rigidez del realismo en ciencia y aprender más sobre su construcción cultural, lo cual permite una concepción más productiva de la transdiciplinariedad entre ciencia, ingeniería y humanidades. Y, por otra, reorientar la difícil tarea de romper el viejo concepto normativo y canónico de cultura para darle la flexibilidad heurística necesaria que permita desarrollar el conocimiento y la transculturalidad(52).
Precisamente, este sentido de la transculturalidad es básico para la comunicación permanente entre los pueblos del mundo, con sus variados significados actuales y perspectivos.
Continuidad de la tradición etnológica de Fernando Ortiz en Cuba
Han sido muchos los esfuerzos realizados para dar a conocer la obra gigante de Fernando Ortiz, antes y después de que elaborara su concepción acerca del proceso de transculturación. Junto con varias ediciones de su Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar(53) (1940, 1947, 1963, 1973, 1982, 1983 y 1987), que incluye traducciones en inglés, italiano y alemán; el segundo capítulo de esta obra acerca "Del fenómeno de la transculturación y su importancia en Cuba"(54) también ha contado con ediciones en inglés (1979), húngaro (1982) y español (1990). Del mismo modo, una pléyade de autores hemos valorado altamente la significación y alcance de la transculturación para explicar la complejidad y dinámica de los procesos culturales(55).
Sin embargo, uno de los desafíos permanentes que tiene la actual Fundación Fernando Ortiz consiste, precisamente, no sólo en dar a conocer su obra dentro del país, donde aún se constata que muchos científicos (sociales o no) sencillamente la desconocen; sino en propulsar más el conocimiento y divulgación de su trascendencia internacional como autor y promotor cultural, en el más amplio sentido.
Con el objetivo de cumplir este noble propósito, el propio Ortiz nos ha entregado la clave para el esfuerzo colectivo, que — lejos de ser un simple juego de palabras — se convierte en guía gnoseológica, axiológica y conductual de nuestra acción; es decir, nos lega su conocida tríada de ciencia, conciencia y paciencia.
Las investigaciones antropológicas de nuestros días se han ampliado, diversificado y especializado cada vez más. Al mismo tiempo, han abarcado todos los aspectos de la realidad vinculados con la vida en sociedad de los seres humanos y su entorno natural, a partir de variadas lecturas interpretativas según cada concepción del mundo. Muchas han nutrido el caudal general de conocimientos sobre las etnias (etnos) y sus particularidades; y otras han servido para aplicar esos conocimientos a diversos criterios sobre el desarrollo social (desde el colonialismo dirigido por las metrópolis hasta el etnodesarrollo autónomo como parte del largo proceso de liberación nacional).
En el devenir vertiginoso de esta ciencia social se inscribe, con pleno derecho, la figura del sabio cubano Fernando Ortiz como uno de los principales representantes latinoamericanos de la antropología sociocultural con una visión totalizadora, altamente compleja e interdisciplinaria.
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Notas
32. Poco tiempo después, en 1939 apareció una primera versión en español, elaborada por Radamés A. Altieri, de la Universidad de Tucumán, Argentina, con el título Guía para la investigación etnológica.
33. Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, México, 1989.
34. Op. cit., p. 28.
35. Editado por el Instituto Caro y Cuervo, XXIV, Bogotá, 1968, y por la Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1974.
36. Herder Lexikon. Ethnologie. Verlag Herder, Freiburg im Breisgau, 1981.
37. Diccionarios Rioduero. Antropología cultural. Versión castellana de Alejandro Alvarez de Luna y José Antonio Alvarez de Luna, Madrid, 1986.
38. Ibídem, p. 7.
39. Ibídem, p. 182.
40. Esta obra define ochenta conceptos básicos en 347 páginas.
41. Op. cit., p. 3.
42. Ibídem, p. 64.
43. Ibídem, p. 76.
44. Véase en este sentido a Pedro Ceinos (cord.) Minorías étnicas. La guía más completa y actual sobre la situación de los pueblos indígenas en los cinco continentes, Barcelona, 1990.
45. Ibídem, p. 374.
46. Véase la investidura de Ortiz en Orbita de Fernando Ortiz, La Habana, 1973 [foto no. 11].
47. Kottak, C.P. Op. cit., p. 376.
48. Whiting, B.E, ed. Six Cultures: Studies of Child Rearing, Wiley, New York, 1963.
49. Goldschmidt, W. "Theory and Strategy in the Study of Cultural Adaptability", en American Anthopology, no. 67, 1965, pp. 402-407.
50. Kottak, C.P. Op. cit., p. 428.
51. En Antropología. Una exploración..., pp. 487-499.
52. Ibídem, p. 498.
53. J. Montero, Habana, 1940; Cuban counterpoint: tobacco and sugar, A.A. Knoff, New York, 1947; Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, 1963; Consejo Nacional de Cultura, La Habana, 1963; Editorial Ariel, Barcelona, 1973; Contrappunto del tabacco e dello zuchero, Rizzoli, Milano, 1982; y Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1983; Tabak und Zucker: un kubanischer disput, Frankfurt, Insel Verlag, 1987.
54. "On the social phenomenon of transculturation and its importance in Cuba", en rev. UNION, La Habana, no, 3, 1979, pp. 65-70; Havannai karnavál: irások a kubai kultúrárol [Prol., sel. y vocabulario de Salvador Bueno], Budapest, 1982; y en Menéndez, Lázara (comp.) Estudios afrocubanos: selección de lecturas. Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana, t. 1, 1990, pp. 237-244.
55. Véase la bibliografía pasiva sobre Fernando Ortiz en Araceli García-Carranza (comp.) Fernando Ortiz. Suplemento. Cuadernos de Bibliografía Cubana, no. 2, Biblioteca Nacional José Martí, La Habana, 1994, pp. 25-48.