Cuba

Una identità in movimento


Amplio el programa cubano de inmunización

Gisela Rodríguez Armas


LA HABANA, 3 JUNIO 2003 (WORLD DATA SERVICE)


La eliminación de enfermedades como poliomielitis, tétanos neonatal, difteria, sarampión, rubéola, parotiditis, tos ferina, síndrome rubeólico congénito y meningitis pos parotiditis, son algunos de los resultados del programa de inmunización cubano.

Según la Dra. Marlen Valcárcel, funcionaria del Ministerio de Salud Pública, en el 2002 Cuba redujo la incidencia del tétanos en un 99 por ciento, de hemófilos influenzae en 93, hepatitis B (en menores de 20 años) en un 95,5 y meningitis meningococica en un 94 por ciento.

"Los índices alcanzados constituyen una muestra de la eficiencia del programa de inmunización nacional, que comenzó en 1962 con la campaña contra la poliomielitis", asegura Valcárcel.

"Creo que la creación de una infraestructura de salud, la ley de servicio médico social y rural, así como la participación comunitaria y la cobertura de vacunación, sentaron las bases de una estrategia general que hoy exhibe logros muy positivos", afirma.

El programa de inmunización en Cuba comienza con la aplicación de la vacuna BCG y hepatitis B al nacimiento. Luego, el esquema establece la administración de la DPT, Hepatitis B y otras a menores de un año. A los quince meses son reactivadas la DPT y hemófilo, que prosigue en la edad escolar.

"Podemos decir que nuestra población está protegida contra las formas graves de la tuberculosis (BCG), poliomielitis, hepatitis B, difteria, tétanos, tos ferina, parotiditis, rubéola, sarampión, meningoencefalitis (tipos B y C)".

Se calcula que el programa cubano evitó la muerte de más de 18 mil 500 niños y la incapacidad auditiva y visual de 4 mil. Además, más de 560 mil infantes no padecieron enfermedades previsibles por vacunas.

Para garantizar el suministro de estos fármacos, desde 1979 la mayor de Las Antillas inició una estrategia de producción nacional de vacunas, que comenzó con antitetánica (con células enteras), a la que le sucedieron la antimeningocócica tipo B y C, hepatitis B, antitifoidea, toxoide, DPT, DPT con hepatitis B y hemófilo sintética.

Un sistema nacional estructurado por 48 institutos científicos encargados de la investigación, producción y desarrollo de vacunas y fármacos, apoyado en 23 centros universitarios, han conseguido más de 500 patentes en la última década.

El doctor Gustavo Sierra, vicepresidente primero del Centro de Investigación-Producción de Vacunas y Sueros Carlos J. Finlay, asegura que el programa de vacunas actual, incluye 50 proyectos dedicados a la salud humana, 20 a la veterinaria y 15 productos básicos.

Entre los propósitos de la Isla está mantener el liderazgo en la vacuna antimeningocócica e incrementar el número de vacunas de producción nacional.

La doctora en ciencias Rosa L. Solís, vicepresidenta de investigaciones del Finlay, declaró a WORLD DATA que los científicos del centro abordan 19 proyectos de investigación, diez orientados a la obtención de nuevos candidatos vacunales bacterianos.

"Tres se relacionan con el cólera, una vacuna perfeccionada de leptospira, Shigella y Salmonella, Helicobacter pylori y Pseudomona aeruginosa", explica.

En cuanto a las enfermedades parasitarias laboran en proyectos que incluyen la enfermedad de Chagas, Leishmania y Amebas. También participan en dos macroproyectos contra el dengue y la hepatitis A, además de tuberculosis.

Otros, abarcan áreas estratégicas de nueva creación en la biotecnología y la ciencia moderna, relacionados con la proteómica, bioinformática y genómica. Así, investigan algunos modelos para combatir la esclerosis múltiple y la diabetes.

A nivel de resultados experimentales se encuentra uno relacionado con la enfermedad de Alzheimer, que acometen con una universidad japonesa.

En el Centro de Inmunología Molecular (CIM) desarrollan seis, de las ocho vacunas cubanas para tratar y prevenir el cáncer. Cuatro de ellas, en fase clínica, se ensayan en Cuba, Argentina, Canadá y el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

Aunque en Cuba la hepatitis C tiene un uno por ciento de prevalencia y menor incidencia en la población que los virus A y B, investigadores del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), acometen un proyecto de vacuna recombinante.

Muchas de estas producciones ya integran el programa nacional de inmunización, que desde hace varios años protege al 100 por ciento de sus infantes contra 13 enfermedades.

Según el doctor Aldo J. Muñoz, viceministro de Salud Pública para la Asistencia Médica y Social, en este año Cuba tendrá cubierto el 95 por ciento de su población con el programa, lo que, a su juicio, elevará la calidad de vida y permitirá mejorar los indicadores.

Ahora los cubanos se consagran en las vacunas múltiples o combinadas, con la idea de reducir el número de pinchazos e inmunizar contra varias enfermedades en una sola dosis.


WDRC. Servicio de Noticias de World Data Research Center


Cuba. Una identità in movimento

Webmaster: Carlo Nobili — Antropologo americanista, Roma, Italia

© 2000-2009 Tutti i diritti riservati — Derechos reservados

Statistiche - Estadisticas