Cuba

Una identità in movimento


La Guantanamera

María Argelia Vizcaíno


Para el cubano la Guantanamera había nacido
en la radio habanera de 1930 (Natalio Galan).


Parte I de IV — Observaciones sobre su origen Joseito Fernandez

Siempre me habían dicho que la Guantanamera, la más internacional del cancionero cubano, (después de Siboney y El Manisero) era creación de Joseíto Fernández con los Versos Sencillos de José Martí, pero al hacer las investigaciones necesarias para escribir su historia... ¡Dios mío qué complicación!, me encuentro un enredo más grande que los que pasé cuando escribí sobre el Mambo y el Bolero cubano. Entre los posibles creadores de tan conocida canción además de Joseíto y nuestro Apóstol están, Julián Orbón, Héctor Angulo, Peter Seegers, Herminio "Diablo" Wilson y Ramón Espígul. A continuación, y para ilustrar lo que les digo, les voy a escribir fragmentos de las distintas fuentes estudiadas.

José Pardo Llada, en su Diccionario de Nostalgias Cubanas escribió:

    La Guantanamera no tiene autor conocido. Nació de la inspiración de algún trovador popular posiblemente de la provincia de Oriente, al cantar en homenaje a una guajira de Guantánamo (...) En 1961 un guitarrista, Leo Browder (Brouwer) cantó la Guantanamera con versos sencillos de José Martí y así se popularizó mundialmente.

El Dr. Cristóbal Díaz Ayala en su formidable y bastante exacto libro Del Areyto a la Nueva Trova argumenta:

    En 1966 Peter Seegers toma una vieja tonada guajira cubana, la Guantanamera, le pone versos sencillos de Martí traducidos al inglés, y en poco tiempo esta melodía se oye en el mundo entero; con los medios de difusión modernos hizo en días lo que en su época le llevó años a la Habanera Tú, a Siboney o al Manisero.

No dice que Joseíto es el autor, tampoco Espígul, y menos Orbón del que menciona que vivía en Estados Unidos y se dedicó a la enseñanza. Sin embargo, el laureado escritor Guillermo Cabrera Infante afirma que era 1963 cuando Seegers grabó la canción ofreciendo como autores Seegers-Angulo, por esto Julián Orbón entabló un pleito

    ... por el robo de la propiedad intelectual, que sólo ganó a medias.

También las herederas de Joseíto Fernández estaban reclamando los derechos de autor — alegando que nunca se lo pagaron a su padre —, por la Guantanamera, argumentando que el 30 de septiembre de 1985 (Joseíto murió en 1979) la S.G.A.E. (Sociedad General de Autores de España) reconoció el traspaso de los derechos de la Guantanamera a los herederos de Joseíto.

Rosendo Rosell nos dice en su excelente libro Vida y Milagros de la Farándula de Cuba III, (y es la parte que me confundió más por considerar verídico todo lo que ha escrito):

    ... la Guantanamera cuya autoría pertenece a Ramón Espígul, pero algunos desconocedores se la achacaron al intérprete Joseíto Fernández (...) confirmado por Israel López (Cachao).

Hasta ahora, — disculpen mi ignorancia —, yo sólo sabía que Espígul era un cómico cubano del teatro bufo, que conoció su gloria en el Alhambra, famoso por su papel de negrito al lado de Enrique Arredondo y Leopoldo Fernández. También Rosell según dice, coincide con la Dra. Elena Pérez Sanjurjo, pero la Dra. en su documentado libro Historia de la Música Cubana, no incluye en su listado de "Formas bailables y del cancionero cubano" a nuestra Guantanamera, así que me quedé sin confirmar el dato.Es válido aclarar que Alejo Carpentier escribió en 1946 La Música en Cuba, y dijo de Julián Orbón:

    ... heredero cubano de la tradición española, no ha tratado aún — fuera del pregón — de escribir una partitura de neto acento criollo,

por lo que entiendo que la tonada de la Guantanamera, ya famosa en la década de 1930 en la voz de Joseíto por el programa radial escrito por el productor José Rodríguez Díaz y llamado "El Suceso del Día", no se la reconoce como de la autoría de Orbón en ese tiempo.

Los más insólito fueron los versos que aparecieron en 1979 en Cuba escritos por el matancero Juan Pablo Santana, que reclamaba como verdadero autor de la Guantanamera a Herminio "El Diablo" Wilson, pero el historiador de entonces de la ciudad de Guantánamo José Sánchez Guerra, despejó la confusión al declarar a Juventud Rebelde:

    Será muy difícil probar la paternidad del Diablo Wilson a estas alturas, pues no existe ningún documento oficial o elemento documental que lo pruebe, pese a que algunos músicos cercanos a él, atestiguaron, incluso, la forma en que fue compuesta la canción, dedicada a la mujer.

Acentuando después que tampoco dos de los musicólogos, compositores de la época, Rafael Inciarte y Jesús Morlote, que acompañaron a Fernando Ortiz "en su empeño investigativo con ese fin" no pudieron encontrar nada al respecto.

Todas estas son observaciones de personas muy inteligentes y preparadas, pero que analizándolas, pude sacar mis propias conclusiones con relación al verdadero origen de la Guantanamera, que les expondré en la tercera parte, de este breve siclo, pues en la segunda, conoceremos cómo la Guantanamera fue un Noticiero Radial.


Parte II — Noticiero Radial a Canción Internacional

El Diccionario de la Música Cubana de Helio Orovio no le dedica nada aparte a la Guantanamera, como hizo con otros ritmos menos importantes de Cuba, sólo la menciona en la parte asignada a Joseíto Fernández que escribió:

    La historia de esa guajira-son arranca de la noche que se le ocurrió (a Joseíto) cerrar los programas de su orquesta con una melodía de ese tipo en sustitución de la tradicional Rumba.

Poco después de la creación de la radio es que obtiene un rotundo éxito, como nos relata Enrique C. Betancourt en su libro Apuntes para la historia. En 1932 nace la CMQ como una plantica radial de 250 watts, localizada en la calle 25, No. 445, en el Vedado, La Habana, y muy pronto se convierte en la favorita de todos. Entre los programas radiales que causaron mayor impacto a la población estaba "El Suceso del Día", que se transmitía todas las tardes a las 3 p.m. Cualquier tragedia acaecida en el territorio nacional o internacional era cantada por Joseíto Fernández, siempre elegante, con su guayabera impecable, que usando la tonada de la Guantanamera, glosaba magistralmente en décimas el suceso trágico, casi siempre tomado de la "Crónica Roja" del periódico, y se hacía la escenificación del hecho, interpretado por grandes artistas.

El éxito de la Guantanamera en "El Suceso del Día" fue instantáneo, llegando a ser uno de los programas radiales que más años durara en la emisora y de mayor audiencia. Preocupando a los competidores como, la Cadena RHC que tiene en la década de 1940 los niveles de sintonía más altos, sin embargo no pueden lograr destronar al Suceso del Día de la CMQ, y tratan de sacar un programa con un estilo parecido al que llamaron La Ranchuelera, pero esto tampoco le bastó. Según relata Enrique C. Betancourt en su magnífico libro, Joseíto le contó que él había cantado la tonada la Guantanamera bajo cualquier nombre en otras emisoras,

    ... unas veces era guajira guantanamera; otras, guajira vueltabajera, guajira holguinera o guajira camagüeyana; pero no la canté nunca como guajira santiaguera.

La decisión definitiva de ponerle el nombre de la mujer campesina de Guantánamo surgió cuando se enamoró de una muchacha de allí, que era muy celosa y lo vio hablando con otra y se le fue, ese día cantó como nunca la Guajira Guantanamera, y al público le gustó mucho y le escribieron y llamaron a la estación de radio, para

    ... que siguiera cantando de esa manera (...) desde entonces canté a la guajira guantanamera.

Después de la rotunda popularidad de este programa, el cubano utilizó la frase de "te van a cantar la Guantanamera", para cuando ocurre una polémica advertirle al otro que lo van a regañar o echar una descarga.

Mi admirado Sánchez Boudy dice en su Diccionario de Cubanismos más Usuales, que también es sinónimo de "Haber cantado el Manisero. Haber guardado el carro. Haberse puesto el chaquetón de pinotea", o sea fallecer.

He leído en la prensa de Miami que las hijas de Joseíto Fernández, Juana y Josefina Fernández, han estado reclamando el derecho de autor que nunca el gobierno de Fidel le pagó a su padre, aunque afirmaron que en 1978 recibió un solo pago de 15,000 pesos cubanos. Por lo que he podido investigar la canción está inscrita dos veces, una por Joseíto Fernández ante la Sociedad General de Autores de España (S.G.A.E.) y otra en Estados Unidos, por la Editorial Fall River Music, a nombre de Héctor Angulo, el ex alumno de Orbón, que según dicen (en 1995) todavía vive en la Isla. A pesar de esto, el propio Seeger, que en 1963 se autonombró autor del tema junto a Angulo, ha reconocido que fue Orbón (el que encontró las tres estrofas patrióticas del último libro de Martí en 1895) el que ajustó a los Versos Sencillos la melodía de la Guantanamera. Ya lo dijo Cabrera Infante:

    ... el genio de Orbón fue armonizar estos elementos dispares.

Para confirmarlo escribió Cintio Vitier en su libro Lo cubano en la poesía, de 1958, que era una "experiencia inolvidable oír a Orbón cantar los versos de Martí con la música de la Guantanamera" (El maestro Julián Orbón aunque nació en España en 1925 y llegó a Cuba en 1940, se consideraba cubano. Desde el principio de la revolución de Castro partió para Estados Unidos, donde murió en 1991).

Lo que resumiendo podemos decir que Joseíto hizo famosa la tonada en el noticiero radial, y que Julián Orbón alrededor de 1958 ajustó los Versos Sencillos de Martí a la melodía, para que Angulo se la usurpara y la lanzara al mundo junto a Seeger. Aunque nos queda lo de Espígul por averiguar y además saber quién creó la música.


Parte III — Su verdarero origen

Es tan importante en estos momentos la Guantanamera, que hasta la última película del realizador cubano Tomás Gutiérrez Alea (recordemos Fresa y Chocolate nominada para el Oscar como mejor película extranjera) llevó por título el nombre de esta tonada. Es un film lleno de humor.

Con la tonada campesina la Guantanamera ha pasado como con el Mambo y el Bolero Cubano, que se confunde su paternidad, y es que los que escribimos de nuestra música muchas veces no nos detenemos a investigar a fondo, la mayoría toma el camino fácil y repite como cotorra lo que dijeron otros papagayos. Natalio Galán — no me canso de repetir que ha sido el investigador musical más confiable que ha tenido nuestro país — nos dijo:

    Para el cubano la Guantanamera había nacido en la radio habanera de 1930, sin juzgar — ¡por cuanto! — como correspondía al Pasacallo del Bolero criollo de 1830, el cual a su vez estaba copiando el Pasacalle español de 1730...

Lo que quiere decir que el Pasacallo había sido factor componente del Bolero Cubano en 1830 y su técnica se usó en la Guantanamera cien años después. La Guantanamera es una modalidad que surgió del incomparable Son Oriental y muy específicamente de la región de Guantánamo. La técnica utilizada llegó de España, la

    ... primera definición de su existencia está bajo el nombre Pasacallo en el diccionario de Pichardo.

Existen en esta música dos elementos básicos: el Pasacallo (1830) que viene del Pasacalle español de 1730, y que en Cuba se aplicaba al tañido intermedio de la guitarra que servía de puente hacia la segunda sección utilizada primero en el Bolero cubano. Segundo: la Montuna (y no el Montuno que significa otra cosa), que

    ... fue en la provincia oriental tonada de parco contoneo, estribando la diferencia con el Son en su tiempo moderado.

La fusión de estos dos elementos, Pasacallo y Montuna precisa el nuevo estilo en contrastes pero con la más perfecta naturalidad. Lo mismo pasó al Son Oriental que nace del Changüí y la Guaracha; el Danzonete del Danzón y la Guaracha; el Pasacallo y Montuna nos trae la Guantanamera.

Todo esto quiere decir que la tonada la Guantanamera no es de nuestro siglo, por tanto ni Joseíto Fernández, ni Orbón, ni todos los demás mencionados fueron sus creadores, aunque sí sus promotores, gracias a ellos se conoce en el mundo entero, y nos identifica.


En conclusión

  1. La melodía ya existía desde el siglo XIX.

  2. Joseíto la tomó para su Noticiero cantado.

  3. Orbón le ajustó los versos de Martí.

  4. Primero, según Pardo Llada, la cantó en Cuba Leo Brauwer en 1961.

  5. Angulo, ex-alumno de Orbón, se la llevó a New York y se la mostró a Seeger, a la sazón colega de Joan Baez y buscando canciones protestas. El resto, ya lo sabemos, es historia conocida. La Guantanamera dio la vuelta al mundo, en un disco larga duración titulado "Spanish Album The Sandpipers", en la que aparecían como autores Martí-Angulo-Seeger. Donde quiera que se escuchó se hizo famosa, y es hoy por hoy la canción que más identifica a los cubanos, destronando a "Siboney" del maestro Ernesto Lecuona; "El Manisero" de Moisés Simons; y la "Habanera Tú" de Eduardo Sánchez de Fuentes, que en su tiempo tan dignamente nos representaban.

Todo parece bien claro, pero no lo es, todavía nos queda un cable suelto por conectar: ¿y Espígul qué?, no he podido confirmar con otros lo que escribió Rosendo Rosell al respecto, y es que Rosendo, — al que admiro y respeto mucho — además de ser muy simpático, poeta, músico, escritor, actor, locutor, etc., es muy culto y sensato, y lo que escribe hay que tenerlo en cuenta. Definitivamente sobre Espígul hay que preguntárselo a Rosell para que nos lo aclare.


La otra Guantanamera

Parte IV — Conclusión

Cuando empecé a escribir la historia de la Guantanamera — esa pegajosa canción que ha viajado por el mundo representando a los cubanos como un himno — estuve unos días escudriñando como de costumbre, leyendo a los mejores investigadores de nuestra música y a todo el que pudiera ofrecer datos confiables. A pesar de descubrir su verdadero origen, salí bastante confundida.

Yo había llegado a la conclusión de que la melodía ya existía desde el siglo XIX, que Joseíto la tomó para su noticiero cantado (1932), y después Julián Orbón (1958) le ajustó los Versos Sencillos de José Martí, para que su ex-alumno Héctor Angulo se la llevara a New York y se la diera a Peter Seegers, para grabar el primer álbum que la hizo famosa internacionalmente (1966), pero al buscar, como siempre, la opinión de Rosendo Rosell en sus libros Vida y Milagros de la Farándula en Cuba, encontré que él hablaba de la Guantanamera de Ramón Espígul. Yo no podía entenderlo, pero la obra de Rosell es consulta obligada para todo el que desee saber la verdad sobre la historia de nuestra farándula y cultura, y hay que creerle cuando afirma algo categóricamente.Terminando mi trabajo en tres partes tuve que dejarlo inconcluso esperando la explicación del único dotado para hacerlo, y así fue. El día 11 de junio de 1995 en el excelente Diario Las Américas apareció la columna esperada con detalles al respecto. Después quedó impreso en su libro de farándula Tomo IV, en el que también encontramos algunos alegatos sobre la paternidad de la Guantanamera recayendo solamente en Espígul, pero Rosell muestra en la página 58 la letra de esta última que le envió el Dr. Díaz Ayala, que no está desglosada con los versos de Martí, ni con las décimas de Joseíto. Además de aclararme la duda, Rosendo tuvo palabras que me llenaron de emoción, porque nunca pude imaginar que una personalidad como él, al que tanto he admirado por todo lo que es, pudiera elogiar mi trabajo, eso representa mucho para mí como escritora y como ser humano. Según nos cuenta Rosell, esa enciclopedia viviente y única de nuestro mundo artístico, la Guantanamera en cuestión de Ramón Espígul nació mucho antes de la que popularizara su amigo Joseíto Fernández

    ... aunque no fuera igual el estribillo ni las notas en el pentagrama.

Y añade:

    ... debe haber una tercera inscripción de dicho título a nombre de Espígul, en el Registro de la Propiedad Intelectual de Cuba Republicana, así como la afiliación del mismo con la Peer International que, según comentarios de atalaya (no muy religiosos) ha cobrado los derechos durante muchos años...


Letra de la Guantanamera de Espígul

Voz y Coro:

    Guantanamera, guajira guantanamera, guantanamera, etc...

Guía:

    El canto será mi muerte, tal vez la felicidad y yo de conformidad, espero cualquier suerte. Así que mi cuerpo inerte, lo llevan al Campo Santo. Allí no yo quiero llanto, quiero para mí ventura.

Coro:

    Siendo tan larga mi vista, yo vi una cosa extraña a un gato pelando caña, a un ratón motorista. A una vieja oculista, de dependiente un ternero. A un conejo cocinero, que a lo lejos se reía.

Coro:

    Me paso la vida entera, cantándole a las muchachas y ojalá que yo pudiera, nombrar en esta guaracha el nombre de una montuna, de las doce que yo tengo. Que aunque yo no las mantengo, no me dejan ver ninguna.


Coro y final

Muchas gracias a Rosell por tan oportuna aclaración. Si no fuera por este gran polifacético cubano y algunos otros de extraordinario talento que siempre les nombro en mis Estampas, no hubiera una historia musical ni artística de Cuba digna de fiar, porque han sido muy pocos los que se han dedicado a tan difícil tarea. Claro que hay muchos que escriben incongruencias, porque toman un camino fácil de repetir lo que mal escribió quien no se esforzó en averiguar, o quien no deseó dar el verdadero crédito a quien lo tenía, así hemos visto como se confunde la historia del tango, del bolero, del mambo, de la salsa, etc., y se pierden nuestros logros musicales, usurpando nuestros méritos. Lo mismo pasa con toda nuestra historia política, religiosa y cultural. A veces, desgraciadamente, quien tiene la verdad no tiene el poder económico para editar un libro, o la influencia para que saquen sus artículos en el diario más leído de la nación, y no le dan la publicidad merecida.

Gracias a Dios contamos con verdaderos cubanos, honrados, cultos, reconocidos, como Rosendo Rosell, Natalio Galán, Cristóbal Díaz Ayala, etc., que podemos seguir con la confianza de que no nos mienten. Enlazado este último eslabón podemos finalizar la historia de tan conocida canción, que hasta la mayoría de los que la interpretan no saben su verdadero origen, algo que siempre recomiendo a los jóvenes cantantes y maestros de bailes: no sólo debemos saber de memoria las letras que se van a interpretar o los pasos que se van a bailar, también hay que conocer su historia, su etimología (origen del nombre) y hasta un poco de antropología cultural, ¿por qué no?


Cuba. Una identità in movimento

Webmaster: Carlo NobiliAntropologo americanista, Roma, Italia

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