El presente trabajo pretende poner de relieve las consideraciones y el acercamiento que se establece entre los elementos enmarcados en la práctica del conocimiento espiritual y su relación con la lingüística y la cultura, como reflejo del desarrollo social, utilizando para ello los métodos de observación y análisis, lo que nos permitirá realizar investigaciones posteriores con mayor profundización en estos aspectos.
Desde hace nueve años practico el espiritismo, DON que se desarrolla en cada elegido por fuerzas sobrenaturales, que surgen,
evolucionan y desaparecen de acuerdo con el grado de desarrollo religioso alcanzado.
En mi caso, a partir de un proceso de enfermedad, aparece este Don, que se manifiesta en mí, escuchando voces que me dan la
orientación de las cosas que ellos desean y cómo quieren que las realice; además de darme a conocer hechos, sucesos, características y descripciones de personas y lugares no conocidos por mí.
Tal es el caso cuando se les hace una ofrenda, fiesta o ritual a los seres, quienes orientan a su apoderado hacia las cosas que desean; al montar un altar se nos pide con escalones, donde aparezcan vasos o copas de agua clara dedicados a los protectores, espíritu guía y auxiliar, y luego los demás santos como Obatalá (La Mercedes), Ochún (La Caridad), Babalú Ayé (Viejo Lázaro) y otros como Shangó (Santa Barbara), Yemayá (Virgen de Regla) y la representación de una africana con palos de bambúes, cagüairán y veintiún palos fuertes más con una cazuela con clavos de líneas de ferrocarriles, herradura y otros atuendos. Esto es un altar espiritual cruzado.
Anualmente a esos seres se les hace un festejo con dulces, caramelos, animal de cuatro patas (chivo), flores, hojas, velas, tabacos y todas las cosas que pidan, incluyendo granos, miel, ron perfume, etcétera.
También tenemos el desarrollo de las consultas espirituales, donde se trabaja con caracoles o barajas, y las personas que acuden a las mismas se sientan a esperar que se les diga o expliquen sus problemas y cómo mejorarlos. Por lo general, salen satisfechos con su entrevista y acuden más de una vez.
No queremos que esta situación se vea como un hecho de adivinación, sino como una comunicación estrecha entre el intermediario y el santo. Aún en nuestros días consideramos que se deben continuar los estudios científicos que demuestren la veracidad de estas cosas que me llevan a interesarme en estudiar las creencias religiosas y la práctica de las mismas.
Durante el proceso de nuestra investigación nos hemos dado cuenta que el espiritismo tiene estrecha relación con la lengua, la cultura y la sociedad, teniendo al hombre como centro del universo; y que la relación entre lengua y cultura nos permite hacer estudios sociolingüísticos en la tendencia espiritista.
Según consideraciones de Mercedes Causse C. y Arcilio Bonne, en trabajos realizados,
"...la lengua cambia y se altera según las necesidades del hombre, es decir, según los cambios que se operan en las estructuras sociales [...]. La existencia de variaciones es precisamente prueba de que la vida fluye, que el hombre constantemente está en actividad y crea. El hablante asume la lengua como propia y con ella su propia historicidad, su ser histórico, la adopta y la continúa como tradición, pero a la vez la modifica y la adecua a las nuevas necesidades, pues la realiza en el hablar en circunstancias particulares".[1]
De lo antes expuesto se desprende que la lengua como reflejo de la cultura y su relación estrecha con la sociedad en el proceso de comunicación social se manifiesta en todas las ramas del saber humano, al transmitir experiencia de generación en generación, de un grupo sociocultural a otro; facilitándonos penetrar, desde este punto de vista, en la formación de análisis y valoraciones que tendremos en consideración para el desarrollo de nuestro trabajo.
Hemos observado que el espiritismo tiene su propio lenguaje, pero que el mismo difiere, ya que no todos los practicantes tienen el mismo vocabulario utilizado entre el espíritu y el Médium.
Como por ejemplo la palabra ashé que significa, fuerza, poder, así también como los vocablos orisha, oshún, significan lo mismo para todos los practicantes.
Estos elementos son muy significativos para mí, ya que los espíritus, seres, santos o como quiera llamárseles establecen una comunicación estrecha conmigo por medio de un vínculo mental, visual o auditivo que se realiza de forma que pueda ser fácil a mi entendimiento y análisis; adecuándose de igual manera en las entrevistas de las consultas espirituales, donde existe un comportamiento según el nivel cultural y religioso que tenga el individuo.
De pequeña, me llevaban al campo, pero para mí, la noche era lo más horrible que podía haber, puesto que siempre alcanzaba ver la presencia de hombres y mujeres aparecidas que después de unos segundos desaparecían.
Esto hizo que rechazara estas visitas y que mi temor aumentara.
No obstante y durante el transcurso del tiempo, los conocedores de esta materia decían que era un Médium; esto me ponía de mal humor, porque a pesar de que experimentaba sensaciones de erizamientos, temblores y presentimientos, rechazaba esta verdad, que en posteriores años de mi vida se hizo una realidad.
A la edad de treinta y siete años comienzo a sentir y a ver lo que por mucho tiempo no veía ni sentía, hasta llegar a pensar que mi sistema nervioso central cada vez estaba más debilitado (loca).
Pero luego comprendí que no, que sólo estaba pasando por un trance de omunicación con una realidad poco conocida por mí.
De esta manera me enfermé y en medio de ello, todo el desarrollo como iniciada en la Medio Unidad Espiritual. Esto transcurrió durante un año y ya al año pude realizar fiesta de Don de Gracia, leía caracoles y barajas a los que me visitaban, los cuales decían que era una Clarividente. Así he tenido mi propio público en condición de madrina y ahijado.
No quiero obviar el hecho de las lecturas de los caracoles y las barajas en el hilo de comunicación con el santo, éste me explica lo que quiere decir cada cosa, y yo misma me escucho en la conversación con mi interlocutor, me parece inverosímil en las descripciones de hechos y sucesos, que luego de concluir esta entrevista paso por una fase de amnesia no total, pero sí parcial en la conversación sostenida con anterioridad; aún no se puede dar una explicación certera en estos momentos de trance operados en mí.
De igual manera, con respecto a las visitas de fiestas en otros lugares nunca lo he hecho, sola realizo lo mío propio, lo que se me indica, y con esto no creo alterar la línea de otros practicantes, sino que sólo me he mantenido al margen, dándole una explicación científica a mi tradición popular que me adentra en el desarrollo de mis vivencias y experiencias personales, enriqueciendo así mi caudal autobiográfico y sociocultural, siempre viendo la religión como fuente de la vida cultural.
Experiencias vividas
¿Hay espíritus?
Partiendo de esta interrogante mostraremos nuestra experiencia, considerando que está fundada sobre un principio inteligente fuera de la materia compatible con la negación del mismo, admitiendo la existencia del alma después de la muerte y su
movimiento en el Universo poblando todo el espacio, y a esto llamamos espíritus, seres semejantes a nosotros con invisibilidad no absoluta.
Nosotros como médium podemos decir que sí existen los espíritus, ya que a edad temprana fuimos objeto de presenciar apariciones que nos llevaron al llanto, espanto y a la desesperación, como sentir ruidos, voces y movimientos de muebles, cuando ya todos estaban acostados.
En una ocasión vi a un hombre delgado, negro, vestido con ropas blancas y sentado en un taburete, que al verlo y cerrar mis ojos y volver a mirar, éste se hacía cada vez más grande hasta alcanzar el tamaño de una palma real.
¡Tremendo susto me di y cómo corrí!
Las visiones fueron muchas, siempre rechacé y respeté estas cosas; así como cuando venían las fechas alegóricas a San Lazaro y Santa Bárbara, sentía palpitaciones, escalofríos; y más cuando llegaban los diecisiete de diciembre, manos y pies se me acalambraban y perdían su forma habitual durante unos minutos.
Otra vivencia fue trabajando en el Tercer Frente, al salir de una reunión hacia el dormitorio, un perro blanco de tamaño mediano caminaba delante del grupo que me acompañaba; el mismo se detuvo próximo al lugar hacia donde nos dirigíamos, en el jardín de una casa y una mujer negra lo recibió, yo sólo hablaba del perro y el miedo que le tenía; nadie me contestaba; al llegar a la supuesta casa no existía tal casa y perro mucho menos y pregunté:
¿"señores dónde se metió el perro"?
"Quédate tú con tu perro, que aquí nadie ha visto nada".
¡Qué pena!
No quiero agotar a los adeptos e interesados en estos temas, no tendría cuándo acabar; dejaremos para otros trabajos otras vivencias, para ampliar las fronteras en el conocimiento de las mismas.
Me intereso en estudiar las creencias religiosas, y por la práctica de las mismas, llegando a convertirme, para mi consideración y análisis, en autodidacta.
De todo ello se desprende esta biografía espiritual, que sin darme cuenta, desde los primeros momentos fue penetrándome en el conocimiento de las expresiones de esta cultura y sus diferentes facetas vinculadas a la cultura tradicional popular.
Por eso mostraremos a continuación este glosario de términos y el significado que tiene para nosotros.
Glosario