Una mujer es lanzada al agua y muerta por sospechosa de practicar brujería, desde entonces dicen que su fantasma comenzó a vagar por aquellos parajes semioscuros y olvidados de la Mina de Limburgo en Bélgica.
Esta es la historia que le sirve de tema referencial al fotógrafo belga Jonny Vekemans, para regalar al público una serie de imágenes donde las viejas edificaciones de la mina de ese entorno sirven de soporte arquitectónico para atrapar en el lente de la cámara figuras femeninas.
A través de más de 40 cuadros se establece una relación intertextual que fascina los sentidos al integrar las edificaciones desmanteladas por el paso del tiempo, con los cuerpos desnudos de mujeres, en poses eróticas.
Con esta ausencia de ropaje se produce un impacto que provoca la
sorpresa que pudiera traer la aparición de la hechicera llegada desde un mundo anterior maldecida y castigada a vagar eternamente en aquellos edificios.
Es la bruja de la mina de Limburgo que incita a la posesión y hacer
nuevamente reposeida, mientras en el propio acto salva a los mineros.
Jonny Vekemans, nació en Bélgica en MIL 960, realizó estudios de mecánica y bellas artes, trabajo como minero en Limburgo, donde hallo las experiencias que ha revertido en su obra fotográfica que se ha extendido a una buena parte de Europa en publicaciones diarias y seriadas.
El fotógrafo belga cuenta con varios premios en eventos realizados en su país y otros lugares del planeta y ahora llega hasta la ciudad de Camagüey donde parte de sus trabajos son exhibidas en la galería del Centro de Artes Plásticas.
La exposición "Las Brujas de Limburgo", como señala el
curador Pavel Barrios en sus palabras al catalogo, es la intención de
teatralizar, es dimensionar el tenebrismo como recurso expresivo, donde se entrelazan protagónicamente escenario y mujer.
Página enviada por Jorge Navarro Torres
(4 de julio de 2006)