Lo lamentamos mucho.
Fue condenado a tres años pero en la cárcel cometió delitos, se le incrementó la sanción. Luego, se le llevó a los nuestros mejores hospitales. Murió, lo lamentamos mucho.
Desgraciadamente, en esta confrontación que tenemos con los Estados Unidos, hemos perdido miles de cubanos, sobre todo víctimas del terrorismo de Estado. Entre muertos y discapacitados, han sido alrededor de 5 mil, sin contar otros miles de heridos que llegaron a restablecerse, incluyendo diplomáticos que fueron también asesinados en el extranjero e incluyendo desaparecidos en otros países.
El día que los Estados Unidos decidan convivir en paz con nosotros, se acabarán todos esos problemas y superaremos muchos otros problemas. Sencillamente tenemos que acostumbrarnos a vivir respetándonos unos a otros. Ellos dicen que quieren discutir con nosotros y estamos dispuestos a discutir con el gobierno norteamericano todos los problemas que quieran; repetí tres veces, en el Parlamento, todos, todos, todos. Las discusiones no las aceptamos si no son en absoluta igualdad de ambas partes. Ellos pueden indagar o preguntar de todas las cuestiones de Cuba, pero nosotros tenemos derecho de preguntar de todos los problemas de los Estados Unidos.
No le reconocemos a ningún país por poderoso que sea, ni a un conjunto de países como podría ser la Unión Europea, derecho a inmiscuirse en nuestros asuntos internos. No obstante, estamos dispuestos a discutirlo todo.
En medio siglo, aquí no hemos asesinado a nadie, aquí no se ha torturado a nadie, aquí no se ha producido ninguna ejecución extrajudicial. Bueno, aquí en Cuba si se ha torturado, pero en la Base Naval de Guantánamo, no en el territorio que gobierna la Revolución.
Página enviada por Rivista "Nuestra América"
(26 de febrero de 2010)