Teniendo ante mí los resultados obtenidos por los países en la Olimpiada de Beijing, poco a poco fui desentrañando algunas verdades que creo conveniente compartir con los lectores.
Si Uds. quieren comprender mejor el porqué de los puntos sobre las íes sobre este tema, les sugiero que se auxilien del cuadro general de medallas por países de la recién clausurada Olimpiada de Beijing. Así comprenderán mejor las ideas que se sustentan en este artículo.
Los resultados de la Olimpiada pueden ser evaluados a través de múltiples variables que son accesibles y valorables por cualquier persona con el fin de extraer conclusiones propias valederas. Sobre la organización y desarrollo de los Juegos del 2008, se puede afirmar que han sido los mejores de la historia o excepcionalmente exitosos, tal como lo reflejaron los medios y lo reconocieron las autoridades del Comité Olímpico Internacional.
Entre los muchos análisis posibles, deseo enfocar los resultados generales sobre las medallas obtenidas por los 204 países participantes y, en especial, referirme a los resultados alcanzados por Cuba en esta Olimpiada. ¿Hecatombe o exitazo deportivo de la pequeña isla caribeña?, es la pregunta que podemos hacernos y que debemos contestar fundamentadamente.
La verdad es que entre los 204 países participantes, grandes y pequeños, ricos y pobres, de los cinco continentes, sólo 55, el 26,9 por ciento, obtuvieron al menos una medalla de oro; sólo 36 países, el 17,6 por ciento, obtuvo hasta dos medallas. Entre estos 36 países, Cuba ocupó el lugar 28, teniendo en cuenta la norma olímpica de ubicación de los países según las medallas de oro obtenidas y, además, el resto de medallas para el desempate.
Este resultado y posición de Cuba estuvo por debajo de los pronósticos que se realizaron dentro y fuera del país, y que la ubicaban dentro de los 15 primeros lugares en cuanto a medallas de oro. Por lo tanto, quedó también por debajo de los resultados logrados en las olimpiadas anteriores. Sin embargo, póngase a revisar a todos los países ricos y grandes de este mundo que estuvieron por debajo de Cuba en el medallero, o analice el hecho de que 13 atletas o equipos de Cuba llegaron a las finales por medalla de oro, y constate que ocupó el lugar doce en este indicador, sólo superada por China, EE.UU, Rusia, Gran Breta;a, Alemania, Australia, Sudcorea, Japón, Italia, Francia y España. Estos elementos serán motivos suficientes para sorprenderse y admirar la hazaña de la Cuba socialista, tan vilipendiada, acechada, agredida y bloqueada.
Si enfocamos el análisis en cuanto a los resultados de las medallas de plata obtenidas por los países, se comprobará que sólo 68, el 33,3 por ciento, alcanzó hasta una medalla. Cuba, con 11 medallas de plata, alcanzó el sexto lugar del medallero olímpico plateado, sólo superada por EE.UU (38), China(21), Rusia (21), Ucrania (16), Gran Bretaña (13).
En lo que respecta a las medallas de bronce, alcanzaron hasta una medalla un total de 66 países, el 32,3 por ciento. Cuba, con 11 medallas de bronce, se situó en el lugar noveno en el medallero bronceado, sólo superada por EE.UU (36), China (28), Rusia (28), Australia (17), Francia (17), Gran Breta;a (15), Alemania (15), Ucrania (15).
Referente al total de medallas obtenidas por los países (958), sólo 87, el 42,6 por ciento, alcanzaron al menos una. Cuba, con 24 medallas de las tres categorías, ocupa el lugar decimosegundo en este indicador, sólo superada por China, EE.UU, Rusia, Gran Bretaña, Alemania, Australia, Sudcorea, Japón, Italia,, Francia y Ucrania. Igual lugar ocuparía si existiera un sistema de puntaje que estableciera 3 puntos para las medallas de oro, 2 para las de plata y 1 para las de bronce,
Como se ha podido constatar a partir de este análisis del cuadro de medallas que Ud. mismo puede corroborar, es evidente que el desarrollo deportivo alcanzado por Cuba, siguiendo la estrategia de la Revolución Cubana, ha demostrado una vez más la pujanza del movimiento olímpico en el país. No obstante, se impone, como ha dicho Fidel, un análisis sereno de todo lo alcanzado en este ciclo olímpico y seguramente se trazarán nuevas estrategias para mantener o superar los resultados en las olimpiadas venideras. Cuba no permitirá que se apague la llama olímpica que inspira a sus dignos atletas;
Y teniendo en cuenta que no todo lo que brilla ha de ser oro, aún cabe un análisis adicional en cuanto a los lugares alcanzados, del cuarto al décimo o del cuarto al veinte, por los deportistas cubanos en esta Olimpiada. Con ello se afianzará el criterio sobre los éxitos alcanzados por la delegación olímpica de Cuba en estos Juegos de Beijing más allá del vigésimo octavo lugar alcanzado oficialmente.
Wilkie Delgado Correa
Doctor en Ciencias Médicas
Profesor Consultante y Profesor de Mérito del Instituto Superior de Ciencias Médicas
Escritor y periodista
Página enviada por Wilkie Delgado Correa
(28 de agosto de 2008)
