Estimado amigo Carlo:
Por acá, en Cuba, seguimos trabajando con fuerza y optimismo para sobreponer los desastres enormes que nos han causado los huracanes Gustav y Ike. Imagino que habrás visto innumerables imágenes del impacto destructivo de estos fenómenos climáticos en muchas provincias cubanas.
La Isla de la Juventud y Pinar del Río tuvieron fueron primeramente golpeadas por Gustav y de nuevo por Ike, que extendió a otras provincias Guantánamo, Holguín, Las Tunas, Camagüey, Ciego de Ávila, Sancti Spiritus, Cienfuegos y Matanzas. En total, nueve provincias (de 14 en que se divide el territorio cubano) fueron afectadas total o parcialmente, además del municipio especial Isla de la Juventud, la segunda isla en orden de importancia social de nuestro archipiélago.
A pesar de la protección brindada por el Estado, familiares y vecinos de posibles víctimas, para más de 3 millones de personas (nuestra población total es alrededor de 11 millones de habitantes), hemos tenido que lamentar siete (7) víctimas mortales. (Para una información con todo detalle aparece la "Información Oficial de los datos preliminares sobre los daños ocasionados por los huracanes Gustav e Ike", Granma, martes 16 de septiembre de 2008.)
También se ha captado por la televisión cubana la disposición combativa y organización de nuestro pueblo, especialmente en los territorios más afectados. El domingo pasado fue dedicado por entero a la recuperación de la higiene y sanidad locales, levantando todo tipo de escombros, liberando calles y avenidas, restableciendo poco a poco el orden en ciudades, pueblos y asentamientos rurales.
!NUESTRO DEBER ES VENCER! Así de lacónico e imperativo es la consigna levantada por Fidel, y por la cual se levantan nuevamente, al unísono, cubanos y cubanas contra sus adversidades. Infatigables y ejemplo de responsabilidad gubernativa y humana, ha sido la labor de los dirigentes del país, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y desde luego, de la Defensa Civil, esta última movilizada hasta que termine la distribución de la ayuda que va llegando en auxilio de todos los que padecen a causa del desastre climático y se avance en la recuperación de los daños materiales.
La infraestructura de circulación, transportación, almacenamiento de productos, electrificación, de la educación y la salud (las escuelas y policlínicos y hospitales), se están restaurándo paulatinamente, para la tranquilidad de los cubanos y cubanas, y de sus familiares y amigos dentro y fuera del territorio nacional. Ayer, lunes 15 de septiembre, se reinició el curso escolar. Donde se cayó el aula o la escuela, se dan clases en la casa de los padres de alumnos, o de un vecino, que tiene espacio para ello. No se detendrán las actividades lectivas.
La solidaridad es muy necesaria en estos momentos. Tanto aquí, entre cubanos, como desde el exterior. Y ese sentimiento se ha venido patentizando con urgencia y gran eficiencia por pueblos hermanos de América Latina y el Caribe, y por otros más lejanos, de otros continentes, como China y Rusia. Los cubanos que residen en el exterior no se han quedado atrás y en muchos casos han constituido comités de ayuda para trasmitir sus mensajes de apoyo y amor, y sus modestos aportes de todo tipo: alimentos, medicinas, ropas, zapatos, hasta modestos pero siempre necesarios utensilios de cocina. Para quienes todo lo perdieron junto a su vivienda inundada o derruida, es una fortuna contar en breve con qué volver a cocinar en su hogar, abrigar a sus niños en el futuro invierno (diciembre a marzo), o recibir medicinas para sus dolencias, en algunos casos muy generalizadas y propias de nuestro clima, como el asma.
!Reciban todos los que se preocupan por este pequeño páís, afortunado en humanidad, dignidad y solidaridad, nuestro agradecimiento por siempre!
Un abrazo de tu amiga, Lohania
La Habana, 16 de septiembre de 2008
