Cuba

Una identità in movimento


Cuba ¿Qué hubiera sido de ti sin la estrategia contra las tempestades?

Wilkie Delgado Correa


En estos tiempos todos los países, amenazados por la realidad del cambio climático, sufren los embates de las tempestades que cuestan decenas, cientos y miles de vidas humanas y cuantiosas riquezas acumuladas durante años. La naturaleza parece desbordar su furia interna y se lanza a través de los mares para arremeter contra todo pedazo de tierra que halle a su paso. Nadie escapa a los estragos producidos por los fenómenos naturales, ya sean países ricos o pobres, aunque los pobres resultan más desvalidos para protegerse.

Está reciente el paso del ciclón Paloma a través de Cuba, como antes lo hicieron Gustav y Ike. En estos casos, como ha ocurrido en años anteriores, se puso a prueba la estrategia de resistencia del pueblo cubano diseñada para el enfrentamiento a los meteoros. Y el saldo ha sido exitoso.

Si la Revolución no hubiera triunfado ni ejecutado con urgencia un programa contra las catástrofes naturales, nadie podría imaginar qué enormes tragedias hubiera vivido la población cubana, abandonada a la mala suerte de los tiempos pasados.

Bastó que Cuba viviera la triste experiencia del ciclón Flora en 1963, con una inundación gigantesca en el oriente del país, para que la Revolución Cubana iniciara su estrategia de construcción de presas a todo lo largo del país, a fin de contener las aguas y proteger a los territorios de las devastadoras inundaciones. Se logró con ello salvar miles de vidas, aminorar los efectos catastróficos contra las plantaciones y los asentamientos poblacionales, además de garantizar el agua suficiente para las necesidades vitales y los cultivos en la época de sequía.

Fidel, enfrentando personalmente las labores de salvación de los pobladores, durante y después del paso del ciclón, pudo evaluar en forma dramática los retos que tenía Cuba en esos momentos para enfrentar fenómenos naturales que se desataban todos los años, y que la amenazaban a veces más de una vez al año. A partir de estas experiencias y de la estrategia del suministro de agua potable a las poblaciones, surgió la política conocida como voluntad hidráulica, que materializó la construcción de presas en todo el país y que, a la vez que almacenaban el agua para usos diversos, servían como obras protectoras de terribles y devastadoras inundaciones, que podrían afectar a extensos territorios poblados y cultivados. Esta política ha sido aplicada en forma sostenida durante los años de Revolución.

Fue en los primeros años de la Revolución en que Fidel, hablando a los jóvenes, les pronosticó que el día en que concluyera la etapa o época de las revoluciones sociales, a ellos les cabría la responsabilidad histórica de llevar a cabo la Revolución de la Naturaleza. En esta idea se reflejaba su visión integral de los cambios que el hombre debía producir en el medio ambiente para garantizar la calidad de vida, la supervivencia y enfrentar los efectos de las catástrofes naturales. Era su sentido de que el hombre debía producir una revolución que dominara a la naturaleza a través del control de sus leyes ciegas y aplicando para ello, su raciocinio, inteligencia y su espíritu creador. En fin, al igual que la revolución social, la revolución de la naturaleza implicaba las grandes transformaciones del entorno capaces de conducir al disfrute de una vida mejor para los pueblos y la humanidad.

Una estrategia política y social poderosa aplicada por la Revolución a través de la Defensa Civil ha garantizado que en todo el país se activen los mecanismos de defensa de las personas y de los recursos económicos ante la amenaza de los fenómenos naturales. La evacuación de cientos de miles de personas desde los sitios vulnerables y la garantía de alimentación y cuidados integrales en lugares bien protegidos, ha logrado el milagro de evitar cientos o miles de muertes a consecuencia de las tempestades durante cerca de cincuenta años. Ha sido más difícil proteger el fondo habitacional, en muchos lugares muy endebles, y se produce la destrucción parcial o total de miles de viviendas. Y es en este terreno que la población conoce del apoyo y solidaridad gubernamental para reconstruir o construir las viviendas dañadas o completamente destruidas. En esto se ha demostrado una voluntad acerada para tratar de resolver el problema de las personas afectadas y cobijadas en albergues provisionales, con la entrega de los recursos personales perdidos.

Cuba actualmente conoce lo salvadora que ha sido la estrategia de la Revolución Cubana para enfrentar las tormentas tropicales.




    Wilkie Delgado Correa
    Doctor en Ciencias Médicas
    Profesor Consultante y Profesor de Mérito del Instituto Superior de Ciencias Médicas
    Escritor y periodista





Página enviada por Wilkie Delgado Correa
(10 de noviembre de 2008)


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