Es en la realización de proyectos de desarrollo comunitario, donde más se ajusta la utilización del término sociocultural tan de moda en nuestro país que ha venido a veces a sustituir en algunos momentos, al abarcador y bien definido concepto de cultura.
Sin querer hacer una disertación de lo que se pudiera enmarcar dentro de lo social y lo que cabria ubicarlo dentro de la cultura, voy a hacer una breve reflexión sobre los mismo para comenzar el tema.
Tomando en cuenta los postulados de la filosofía Marxista en lo referente a la concepción materialista de la historia y citando a Carlos Marx cuando le comentara en carta a Pavel Vasiliv Annekov el 28 de diciembre de 1886, que "La sociedad es el producto de la acción recíproca entre los hombres",[1] por lo que al hacer un enfoque social de nuestras comunidades debamos hacerlo teniendo en cuenta los nexos que se establecen entre los individuos que en ella habitan, o sea en la interacción material y espiritual que realizan en su medio de habitad.
Por su parte el término de cultura ha sido al igual que el de sociedad analizado por casi todas las escuelas filosóficas que ha conocido la historia de la humanidad, sin embargo, la UNESCO, en la Conferencia de México de 1982 definió
... que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden.[2]
Si bien ambas conceptualizaciones ponen al hombre en su centro, no significa esto que sean categorías idénticas, es la cultura la que distingue a las sociedades unas de otra y la que permite desde la mismidad, percibir la otredad hasta logar un alterego de conformidad.
A escala comunitaria y en la planificación y ejecución de proyectos es muy factible utilizar la concepción sociocultural como un todo ya que son las comunidades portadoras de valores culturales, que toman un tinte particular en cada una de ellas, y que conforman su identidad, al poder distinguir cada quien cuales son las diferencias y cuales las semejanzas que los hacen formar parte de este grupo con el que se sienten identificados.
La ejecución de un proyecto va encaminada a la resolución de un problema, que se manifiesta a escala social, puesto que es en la sociedad donde el hombre establece relaciones de modo consciente con el resto de los individuos que lo circundan, estas relaciones se caracterizan por su heterogeneidad, de ahí que sea necesario estudiar describir y analizar a las comunidades y sus actores, enmarcándolos en un ámbito cultural, social y económico definido.
Es por esto que en la ejecución de un Proyecto es muy importante tener en cuenta como está conformada la relación sociedad cultura, que representan la identidad comunitaria.
Lecsy Tejeda, directora del Centro de Comunicación y Desarrollo Socio-Cultural, del Ministerio de Cultura de Cuba, en su intervención en el pasado Simposio Cultura y desarrollo, determinó 5 pautas metodológicas a tener en cuenta para el trabajo cultural con las comunidades:
- Unidad de la ciencia, la técnica y el arte
- Apreciación de la naturaleza, la sociedad y sí mismo.
- Formación de la identidad personal, cultural, nacional y humanista
- Desarrollo de la percepción estética y la creatividad
- Desarrollo de la participación social[3]
Todo esto pensado a partir del predominante papel de lo espontáneo y lo vivencial en la identidad de cada grupo humano, y tomando en cuenta el evidente papel creciente de la acción de los proyectos en la conformación de cambios.
El enfoque de desarrollo sociocultural en el trabajo de los proyectos debe estar encaminado en función de la sostenibilidad, partiendo de criterios tan antiguos y no por antiguos menos actuales que son la solidaridad, cooresponsablidad, atención y respeto a las necesidades básicas de los pobladores que integran las comunidades, para lo cual se hace imprescindible la capacitación de los actores y la participación de las comunidades, acciones que la van a fortalecer las relaciones socioculturales de la comunidad en transformación y propiciará el desarrollo de la autogestión para hacerse perdurables en el tiempo.
Para lograr un buen enfoque sociocultural en la ejecución de los proyectos el conocimiento real de cómo se manifiestan las relaciones sociales en las comunidades, debiéndose tener en cuenta variables como:
- Medio geográfico natural y transformado
- Distribución de la población por sexo y por edad
- Niveles de escolaridad alcanzado por sus miembros[4]
- Profesiones u oficios que desempeñan[5]
- Modos de socialización
- Esperanza de vida
Ahora bien, esta caracterización social se queda vacía si no se complementa con los elementos culturales que conforman el sistema de interacción social en el que vive el hombre, de ahí la necesidad de tomar en cuenta componentes del sistema de la cultura entendida esta como:
- Costumbres
- Historia local y su inserción dentro de la historia nacional
- Tradiciones
- Religiosidad
- Hábitos alimentarios
- Indumentaria
- Musicalidad
- Oralidad
- Patrimonio
- Mitos y leyendas, por citar algunas entre los muchos elementos que conforman la cultura como sistema.
Este conocimiento real se logra a partir de la aplicación de un diagnóstico visto este como el Razonamiento o estudio dirigido a la determinación de la naturaleza y origen de un fenómeno, en un proceso que se realiza en un objeto determinado, generalmente para solucionar un problema.[6]
Para la realización del diagnóstico se elaboran encuestas, se realizan entrevistas tanto a los pobladores como a personal especializado, talleres, grupos de opinión, pero sobre todo es muy importante la observación en todas sus modalidades, ya que esta nos permitirá valorar la fiablidad de la información recogida y la aceptación o no de los cambios propuestos en la medida en que se manifiestan las relaciones recíprocas entre la esfera social y cultural, en las que subyacen las relaciones económica, que al final van al desarrollo de las fuerzas productivas, y al mejoramiento de la calidad de vida y, como consecuencia, al desarrollo humano y al fortalecimiento de la identidad, entendida esta como pertenencia.
Pocas veces en la aplicación de instrumentos de diagnostico se hace reflexionar a las comunidades ante la interrogante de ¿Cómo me veo?, o ¿Qué imagen proyecto?, ¿Cómo me ven?, aqui también tenemos que aplicar el enfoque sociocultural para un poco compulsar desde el reconocimiento de su mismidad, se generen acciones endógenas de desarrollo social.
En todos los proyectos no se puede olvidar el papel del gestor de proyectos y el cuadro de actores, así como el papel de los promotores, en el logro de un adecuado enfoque sociocultural.
Sin absolutizar y a modo de conclusión la correcta visión y desarrollo consecuente de las características socioculturales de las comunidades determinarán en gran medida la participación y viabilidad del proyecto, pues en la medida que estas se respeten y se fortalezcan se eleva la confianza en las acciones emprendidas y crecen las esperanzas y luchas por alcanzar las metas y que el proyecto funcione por si y para si.
Notas
- Marx Carlos: Carta a Annenkov del 28 de diciembre de 1886, Obras Escogidas, Tomo 2, p. 439, Editorial Progreso.
- www.UNESCO.org. Declaración de México 1982.
- Tejeda, Lecsy. Personalidad, grupo y comunidad. Tomado de http://www.cultydes.cult.cu/1/encuen2/melecsy.htm. página 1.
- Se pueden tener de forma general o también diferenciados por sexo y por edad.
- Se pueden tener de forma general o también diferenciados por sexo y por edad.
- www.definiciones.org. Consultado el 12 de diciembre de 2006.
Bibliografía
Coureiro Rodríguez, Avelino Víctor. Hacia una nueva antropología urbana cubana. La Habana 2005. Inédito.
Colectivo de autores. La estadística en la investigación histórica. Manual de metodología de la investigación. Cuaderno U.H. La Habana 1973.
De la Torre Molina, Carolina. Las identidades. Una mirada desde la psicología. Centro de Investigaciones para la Cultura Juan Marinello. La Habana 2001.
Declaración Universal de la UNESCO sobre la diversidad cultural. www.UNESCO.org.
Marx Carlos: Carta a Annenkov del 28 de diciembre de 1886, Obras Escogidas, Tomo 2, Editorial Progreso.
Marx Carlos y Engels, Federico. El capital. Obras Escogidas. Tomo 2. Editorial Progreso.
Monal, Isabel. "El cubano de hoy: Un estudio psicosocial", en Algunas cuestiones gnoseológicas en torno a la identidad. Fundación Fernando Ortiz. Colección Surco. 2003
http://www.cultydes.cult.cu/1/encuen2/melecsy.htm Tejeda, Lecsy. Personalidad, grupo y comunidad.
www.definiciones.org.
www.UNESCO.org.
Lic. Hilda María Alonso González
Centro Provincial de Patrimonio Cultural
Ciudad de La Habana. Cuba.
La Habana enero de 2008
Página enviada por Hilda Alonso
(18 de enero del 2008)