El discurso cubano sobre cultura y medioambiente aún está en pleno proceso de formación, hay que aumentar el nivel de una cultura que revalorice al medioambiente como eje principal para la educación de la sociedad cubana socialista. Esta fue una de las conclusiones más importantes que se derivaron de la Mesa Redonda S.O.S. Cultura ambiental, organizada por la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre, que tuvo lugar en La Habana del 16 al 19 de octubre de 2007.
Se destacó la homogeneidad de rige desde el punto de vista jurídico para todo el país, en cuanto a la protección del medioambiente (Ley no. 81 de 1997) y la vigencia de la Estrategia nacional de Educación Ambiental, como pasos de avance, que pueden verificar su certeza de sus políticas en la práctica social y, además, como herramientas que pueden ser perfeccionadas.
Sin embargo, el panel dedicado a Investigaciones Sociales y Cultura ambiental, trató de la diversidad de percepciones que tienen el cubano y la cubana, en estos momentos, acerca de la cuestión medioambiental (que todavía no sienten como "su problema"): según su nivel educacional, ocupación, relación mayor o menor de esta última con la Naturaleza, estímulos para conocer más del tema ambiental, entre los principales elementos que median en la forma en que cada cual se percata de su responsabilidad ciudadana hacia el entorno natural o artificial en que vive, trabaja y se recrea. Por lo que recomendó una consecuente diversidad en la elaboración de los discursos, específicamente los educativos, que tengan en cuenta las características psicosociales de los cubanos, sus aspiraciones e intereses, y promuevan, conscientemente, el desarrollo de nuevos valores éticos y morales potenciados por la vinculación a la naturaleza, su conservación, cuidado y disfrute.
Las ciencias sociales llegaron retrasadas al estudio de este importante tema, y eso no ocurrió solamente en nuestro país, sino que es característico en todas partes del mundo, afirmó la doctora Mayra Espina, moderadora de aquel panel, debido a que el medioambiente se concebía como un problema de las ciencias naturales principalmente. En la actualidad, ya se han roto esas barreras y se prevé una integración aún más fuerte en el futuro inmediato. La incidencia del trabajo del hombre y la mujer sobre la naturaleza, y viceversa, tiene que ser parte de la educación del individuo, desde los primeros niveles de la enseñanza escolar.
La familia, el barrio, el trabajo a escala de la localidad (municipalidad), las creencias religiosas, influencian en el carácter particular con que debe dirigirse hacia tales instancias sociales, la divulgación científica y la popularización e introducción paulatina de los resultados que vayan obteniéndose por la Ciencia, Las representantes y ponentes de las ciencias sociales procedían del Instituto de Filosofía, del Centro de Investigaciones de Psicología y Sociología y del Instituto de Geografía Tropical.
Acerca de qué ocurre con las empresas cubanas, estatales o mixtas, trtó el panel La cultura ambiental en los principales sectores económicos cubanos, en el que se destacó por la ingeniera Herminia Serrano Fuentes, de la Agencia de Medio Ambiente (Ministerio de Ciencia Tecnología y Medioambiente, CITMA), que sí emerge con fuerza una cultura empresarial que, poco a poco, se va percatando de los problemas que aún existen y de la necesidad de tener en cuenta el medioambiente como un factor que aporta mayores beneficios a sus actividades, eleva la calidad de sus productos o servicios y respalda sus oportunidades en el proceso de certificación internacional de los mismos. No es posible pensar en el futuro de una empresa sin incluir el aspecto de su entorno natural y la superación constante de los recursos humanos en relación con aquel. Participaron en las presentaciones y debates funcionarios del Ministerio de la Industria Pesquera, del Ministerio de Turismo, del Ministerio de la Agricultura, y de la Minería, representando en este último caso, al territorio minero-metalúrgico de Moa (provincia de Holguín).
En el panel dedicado a la Influencia de los medios masivos de comunicación en la cultura ambiental, expresaron sus opiniones periodistas de la revista Juventud Técnica, de la Televisión Cubana y de la Radio nacional, así como la Jefa del Grupo de Comunicación social del CITMA. Hubo consenso en la necesidad de elevar la influencia que hoy día tienen los mensajes alrededor de los problemas ambientales en los medios; con la misión de estimular la formación de una cultura más completa, tanto entre los receptores como en los propios comunicadores, ya que son muy pocos los que se especializan en programas de divulgación científica, y dada la ¡urgencia! de alcanzar una mayor participación de actores locales con conciencia ambientalista.
Una vez más, trasmitimos este S. O. S. con la idea esencial de que somos todos los que tenemos el deber de cuidar y defender el entorno donde se realiza nuestra vida cotidiana, y la de nuestra familia. La higiene y salud pública fueron decisivas para salvar a las poblaciones que habitaban las ciudades en el siglo XIX; en el XX el incremento del número de personas que se trasladó del campo a la ciudad fue un rasgo notable, y la vida urbana y su modernización,fue considerada como un símbolo de desarrollo, o progreso, hasta sus década finales. Actualmente, esos criterios se convierten en pensamientos cuestionados, dado el creciente abandono de las zonas agrarias, el hacinamiento de los habitantes pobres en la ciudad, así como la contaminación resultante, de todo tipo, que se genera y emite teniendo como punto de partida el estilo de vida de las grandes urbes, su enajenación suicida de la Naturaleza.
El futuro cercano indica los peligros de ignorar este S. O. S. ¿cómo sería el mundo si la voluntad política internacional jerarquizara en su agenda el aprecio y respeto por la Naturaleza, si se globalizara conscientemente la solidaridad entre todos los seres humanos?
La Habana, lunes, 22 de octubre de 2007
Página enviada por Lohania Aruca Alonso
(22 de octubre del 2007)
