La realidad evidente del cambio climático en nuestro planeta, no solo afecta la ecología, las variaciones climáticas, los eventos destructivos como los ciclones y los tsunamis; también al parecer afectan a los cerebros y las acciones de los seres humanos. Una de las cosas que logra este desequilibrio es la aspiración y el otorgamiento de premios internacionales a personajes que han aportado poco al desarrollo de la humanidad.
Hace pocos días sorprendió a los habitantes del mundo el inusual nombramiento por parte del rey Juan Carlos de España, del título fuera de época de Marquez al escritor peruano, Mario Vargas Llosa; será que su majestad apreció que el escritor dueño de los perros de la ciudad; su configuración política está ubicada en un pasado feudal y no en los tiempos modernos que corren. De que los hay los hay.
Ahora apareció propuesto por siete parlamentarios noruegos como candidato al premio Nobel de la Paz, el conocido opositor del gobierno revolucionario cubano, Oswaldo Payá; a quién en el año 2002 ya le fue otorgado el premio Sajarov, por la Unión Europea. Al parecer los fondos económicos de Payá están tocando fondo y con la nueva modalidad de asegurar las posibilidades económicas de la llamada disidencia en Cuba; se resuelve dando premios inmerecidos a personajes creados por la fantasía de acabar con la realidad del proceso revolucionario cubano.
Los diputados noruegos; Kjell Ingolf Ropstad, Dargen Ericksen, Hans Olaf Solversen, Ingried Schou, Jan Tore Sanmer, Gunnard Gunderesen y Olemic Tommesen; seguramente serían apoyados en su propuesta por el viejo amigo del presidente norteamericano, Barack Obama y actual presidente del Comité Nobel, el también noruego, Thorbjon Jagland; quién promovió la entrega del Nobel de la Paz a Obama y al disidente chino Liu Xiaobo. No extrañaría que en las próximas semanas apareciera el veredicto favorable a Payá.
De todas formas a Payá lo obstaculizó al premio cuando se autopropuso un personaje conocido a través de las campañas mediáticas contra Cuba, el promovido Guillermo Fariñas, conocido por el “Coco”; quién en una de sus manifestaciones publicitarias se autotituló como candidato a recibir el premio Nobel; nada que parece que no le alcanzó el dinerito del premio Sajarov del pasado año y ahora reclama la atención, para que su nombre entre al ruedo a la hora de los repartos con olor a Made in USA. Este personaje en los últimos días participa en abiertas provocaciones, seguido de cerca por representantes de la prensa extranjera, los cuales reportan a sus editores para realzar la figura de Fariñas.
Lo cierto es que si no es producto del cambio climático estos desvaríos trasnochados de los interesados por crear ambientes y campañas contra Cuba y su Revolución; en realidad sus acciones despiden un olor muy conocido y que no es precisamente perfume.
Página enviada por Néstor García Iturbe
(9 de febrero de 2011)