Cuba

Una identità in movimento


Acerca de la raíz aborigen de nuestra identidad cultural caribeña

Lohania Aruca Alonso


Uno de los elementos comunes que ha caracterizado a la región histórica y cultural caribeña es su raíz aborigen. Esta proviene de los pueblos autóctonos, los primeros que ocuparon esta geografía, dispersa en islas y zonas costeras adyacentes a la cuenca marítima, Mar Caribe, apellido que la identificó y diferenció expresamente ante quienes llegaron mucho después, los conquistadores y colonizadores europeos. Sin embargo, sobre esta cuestión, aún es muy poco el conocimiento que circula y toma forma en los discursos que se elaboran actualmente acerca de la identidad cultural caribeña.

El vocablo "indio", totalmente incorrecto por su procedencia y clara definición geográfica y cultural, fue fruto de una aparente confusión colombina, cuya magnitud en cuanto a desinformación, y contenido científico, fue ignorado de modo total, y convenientemente, por la historiografía y la cartografía europea de los siglos XV y XVI. Desde luego, debido a razones peyorativas obvias se tradujo en una sola palabra, por demás incierta, errada, no innovadora, la gran riqueza y diversidad de pueblos y culturas existentes en la denominada, también incorrectamente, "América". Ellos intentaron reducir a nada la presencia y persistencia de los aborígenes, mediante el genocidio, el sometimiento y la esclavitud. Con el propósito fundamental de imponer la cultura dominante, euro occidental, descalificaron sabidurías milenarias, que no entendieron, no comprendieron y mucho menos valoraron con justicia. Y, "borraron" estas culturas, atendiendo únicamente a su descomunal afán por arrancar del "nuevo" continente riquezas materiales: el oro y la plata.

(Para demostrar y comprender mejor cuál fue la mentalidad de los colonialistas de ayer, podríamos hablar de un proceso similar, llevado a cabo sin piedad alguna por los neocolonialistas de hoy: diariamente se practica el genocidio, el ecocidio y la destrucción cultural monstruosa en Afganistán e Irak, se destruyen culturas milenarias. Las causas de semejante barbarie impúdicamente expuesta ante la opinión pública — sin que, a pesar de ello, nadie logre impedir o detener — se reducen, por el momento, a la desenfrenada ambición por el oro negro, petróleo, por parte del capitalismo "desarrollado", en su etapa contemporánea.)

Pero, volvamos a los análisis acerca de nuestra cultura caribeña. Hoy día persiste en nuestros trabajos culturales y científicos, de manera ya inadmisible, la palabra "indio". Precisamente esto ocurre, porque aquella cultura descalificada por el capitalismo, tiene poco o ningún espacio en nuestros centros de educación, en todos los niveles entre "lo culto"; porque los conocimientos aportados y acumulados sobre ella, por varias ciencias, arqueología, antropología, lingüística, historia de la cultura comparada, historia del arte (es el caso del arte rupestre que está presente en nuestras cuevas, amenazado por la destrucción total), y otras, no aparecen con la fuerza y el peso suficiente a través de los medios de comunicación masiva. Por ello, todavía desconocemos a los pueblos aruacos, sus nombres y sus variantes insulares y continentales. Continuamos expresándonos inconcientemente, con las palabras y las omisiones de los colonizadores.

A contracorriente de este acervo nada culto, ni enaltecedor, vuelven a aparecer publicadas investigaciones importantes — cuyo público lector es exiguo — y nuevas interpretaciones de la historia antigua de nuestro continente, tan necesarias por su valor extraordinario para establecer con certeza científica, en su totalidad, la identidad cultural caribeña.

Recientemente, se ha reeditado Huellas vivas del indocubano (Editorial Nuevo Milenio, Ciencias Sociales, 2008), cuyo autor principal es el investigador José Antonio García Molina, estudioso infatigable de los pueblos y culturas aborígenes en el Caribe, de su descendencia y persistencia. Durante veintidós años, desde el departamento de Investigaciones histórico culturales y bibliotecológicas de la Biblioteca Nacional José Martí, García Molina, ha acumulado una cantidad notable de trabajos en torno al referido tema.

Este libro (que sobrepasa las quinientas páginas y contiene maravillosas ilustraciones fotográficas y fotocopias de documentos originales), tiene además como coautoras a la investigadora, historiadora y antropóloga Daysi Fariñas Gutiérrez, especialista en las religiones tempranas del Caribe, y a María Mercedes Garrido Mendoza, graduada en Licenciatura en Lengua inglesa, artista e investigadora cultural.

El libro se divide en cinco capítulos que tratan los siguientes aspectos: la hipótesis de trabajo y abordaje teórico general de la cuestión, que sustenta la actualidad de este estudio, más allá del siglo XVI hasta el XXI (capítulo 1); la explicación de los mitos y creencias religiosas de los diferentes grupos y culturas indígenas que habitaron Cuba y el proceso de transculturación de esas ideas hasta ahora, en las relaciones indígena-indígena, indígena-español, e indígena-africano negro, (capítulo 2); el estudio comparativo entre las ceremonias conocidas como areitos y las ceremonias que realizan en la actualidad los practicantes del espiritismo de cordón en nuestro país (capítulo 3). García Molina realizó un atento análisis del libro clásico de fray Ramón Pané y, posteriormente, comparó sus descripciones y "modelos" con los resultados obtenidos de un trabajo de campo actual, acerca de las tradiciones orales, y otras expresiones indígenas, que perviven en la vida cotidiana del pueblo cubano.

"Del areito indocubano al cordón actual" se titula el capítulo 4, en el cual Garrido y García Molina se proponen explicarnos qué es el espiritismo de cordón. Con fines metodológicos realizan un análisis estructural de su praxis, ilustrado con esquemas de las coreografías y movimientos de las danzas. Los ritmos utilizados por aquellas fueron transcritos al pentagrama musical en setenta y tres casos seleccionados como muestras. Esto constituye en sí mismo, un aporte para los estudios musicólogicos y una fuente para los creadores musicales.

"La danza y el canto en la ceremonia del cordón" continúa tratándose en el capítulo 5, con una extensa interpretación del significado de todo lo que sucede en la ceremonia del cordón y su comparación con el areito (según dejaron testimonios escritos los cronistas Pané, Las Casas y Oviedo). Se incorpora en esta parte un estudio etnológico comparativo acerca de cómo se realizan danzas similares en las comunidades indígenas selváticas de Sudamérica (principalmente en la región del Amazonas).

La discusión de sus ideas con los textos y autores clásicos en la materia, tales como los de Lévi Strauss, Alfred Métraux, Mircea Eliade (especialista mundial en shamanismo), Grimberg-Zylberbaum, y los no menos importantes, Ortiz, Arrom y Cassá, por citar algunos nombres de la amplia bibliografía que acompaña a la obra. Esto da una idea de la densidad científica de la investigación, cuya primera entrega al público aconteció en 1998 (Lupus Libros Latin American, Toronto, Canadá, 375 pp., con ilustraciones). La presentación de esta segunda edición, primera cubana, fue escrita por la doctora Lourdes Domínguez, historiadora y arqueóloga cubana de prestigio internacional, quien es actualmente conferencista en varias universidades del Caribe.

Según nos afirma García Molina, este libro forma parte de una campaña que viene desenvolviendo, desde hace años, para divulgar el conocimiento de la raíz indígena de nuestra cultura, de su trascendencia, belleza, significación histórica y como patrimonio cultural intangible, que no sólo debemos conocer y estudiar, sino también salvaguardar y defender.

La cultura cubana, continúa explicándonos el investigador, es un fenómeno de alta complejidad; algo determinante en la mezcla, o el ajiaco cultural, definido por Fernando Ortiz, es la constante migración interna que sucedió en distintas épocas históricas, hasta hoy día, sobre todo de una parte de la población que atraviesa la isla desde oriente hacia occidente.

El lenguaje en que se escribió el libro es sencillo, no técnico, aunque puede ser leído por los académicos. En especial, el libro se dedica a músicos y musicólogos, pues, su autor principal considera que descubre y describe los aspectos musicales y coreográficos de la única ceremonia espiritual o de carácter religioso que existe y ha sido popularizada en las tres regiones de Cuba, a pesar de que su mayor arraigo estuvo en el oriente cubano. El espiritismo de cordón no es más que la forma en que devino hasta nuestros días el areito de los tainos en Cuba, recorriendo un largo y complejo proceso de transculturación.


    La Habana, domingo, 30 de marzo de 2008



Página enviada por Lohania Aruca Alonso
(30 de marzo de 2008)


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