El destacado economista jamaicano Norman Paul Girvan[1] recibió de manos del Rector de la Universidad de La Habana, Dr. Rubén Zardoya, el honroso título que reconoce simbólicamente sus altos méritos en la docencia y la investigación, así como los resultados de su intensa labor recogidos y divulgados mediante más de una docena de libros, monografías y numerosos artículos científicos, amén de la colaboración con otros centros universitarios, entre los que se ha beneficiado la Universidad de La Habana. La Resolución rectoral 1452/2008, que acredita el otorgamiento del doctorado honoris causa, fue leída solemnemente por el doctor Zardoya.
El Aula Magna del prestigioso centro científico y cultural habanero, radicado en una de las colinas de El Vedado, acogió, en la tarde del 3 de diciembre, a personalidades de la comunidad académica, al compañero Ricardo Cabrisas, vicepresidente del Consejo de Estado y al presidente de la Casa de las Américas, el poeta Roberto Fernández Retamar, para tributarle el merecido reconocimiento al Dr. Girvan, quien expresó que desde 1959 se vinculó al espíritu de la Revolución cubana, de su pueblo y líder Fidel Castro Ruz.
Al propio tiempo se mostró el regocijo por el próximo aniversario cincuenta de la creación de la Casa de las Américas, y se rememoró a su ilustre primera presidenta, la heroína Haydee Santamaría Cuadrado.
El doctor Fernández Retamar, en una primera parte de la actividad, bosquejó el panorama de las relaciones históricas entre los países del Caribe y Cuba; destacó la posición relevante alcanzada por la República de Haití, fundadora de las luchas por la libertad de los pueblos caribeños y de América Latina, así como de la tradicional solidaridad entre sus patriotas.
También, el orador explicó en detalle el apoyo que Cuba socialista había recibido de parte de los gobiernos independientes de las Américas, particularmente de las Antillas anglófonas, cuando una maniobra estadounidense intentó, y casi logró, con la excepción honrosa de México, aislarla diplomáticamente de las regiones latinoamericana y antillana. El constante incremento del número de países caribeños que hoy están representados ante el gobierno cubano se define como un proceso de toma de conciencia de nuestra identidad e intereses comunes, al cual ha contribuido indiscutiblemente Casa de las Américas, afirmó Fernández Retamar, a causa de la justa valoración y el sistemático reconocimiento de la cultura caribeña y de sus creadores más meritorios.
Norman Girvan en su discurso de aceptación, agradeció el honor que le había conferido la Universidad de La Habana, en su nombre y en el de la generación de intelectuales de pensamiento crítico y avanzado del Caribe, de la cual él forma parte inseparable.
Pronunció palabras hermosas por su sinceridad y hondura, destacando lo que él llamó "la deuda impagable" con Cuba, que han contraído los pueblos caribeños y de otros muchos lugares del Mundo, debido a la ayuda de médicos, maestros, constructores internacionalistas y defensores de la liberación de los pueblos, refiriéndose directamente en el caso de África a la victoria sobre el apartheid ganada con el apoyo de los cubanos en Angola.
Y, además, habló de la resistencia viril de un puñado de cubanos contra la invasión estadounidense en Granada, y de los cubanos y cubanas que, a costa de su sangre, de su sacrificio personal y el de su familia, han hecho realidad la idea martiana de que "Patria es Humanidad".
Actualmente, la existencia de Cuba y su revolución socialista, expresó Girvan, a pesar del derrumbe de los países socialistas de Europa Oriental, de las perdidas millonarias que produce el "embargo" de los Estados Unidos, y de las condiciones más difíciles en que han trabajado sin cesar los cubanos para sostener su nación, constituyen un ejemplo para todos los países oprimidos de que sí se puede sobrevivir y avanzar, siempre que se cuente con la valentía, audacia y firmeza del pueblo y de su liderazgo.
Digna Castañeda Fuertes, presidenta de la Cátedra de Estudios del Caribe de la Universidad de La Habana, nos comentó sobre el impacto de Cuba en la cultura regional caribeña. Partió del concepto enunciado por Fernández Retamar de que la Cultura es el "rostro unitario de una nación", para derivar su significado hacia la afirmación de que muchas de las decisiones y proyecciones del Gobierno cubano, en especial aquellas tomadas en relación con las relaciones interétnicas, que incluyen a la práctica libre de las religiones y las manifestaciones artísticas y literarias, se reciben por los gobiernos y poblaciones del Caribe como modelos de soluciones para problemas antiguos y complejos, que podrían ser viables en el resto de las Antillas.
De tal modo, la relaciones políticas y culturales de Cuba con el Caribe propenden al equilibrio y la armonía entre los diversos componentes de las culturas nacionales, o, locales; por otra parte, surten un efecto muy positivo al aumentar las potencialidades de unidad e integración de Nuestra América.-
La Habana, miércoles, 03 de diciembre de 2008.
