También, me parece necesario conceptualizar qué es el mundo moderno. Intentaré sintetizar el contenido de esta idea, en torno a la cual se han escrito volúmenes enteros. Fueron los siglos XIX y XX en los que ocurrieron el triunfo y la hegemonía del sistema capitalista (lo más nuevo que se contraponía al antiguo régimen u orden mundial); sus procesos de transformación económico-sociales estuvieron determinados por el avance acelerado de la ciencia y la tecnología; el llamado "desarrollo" fue referido entonces a los índices económicos alcanzados por los países (Producto Interno Bruto o PIB) y, por los valores estéticos, éticos y morales que caracterizaban a dicho sistema, relativamente mundializado.
Recordemos al respecto que la división entre países capitalistas desarrollados y sub desarrollados, o más diplomáticamente dicho en vías de desarrollo, expresaba una nítida diferencia entre la parte de la humanidad que había logrado la implantación mayor del sistema, con sus beneficios y maleficios, y la que solamente había llegado a obtener una parte de aquellos, una migaja del "desarrollo", compartido con la subsistencia de otras culturas de tipo precapitalistas, a cambio de la entrega de sus recursos económicos de todo tipo, incluida la fuerza de trabajo, al grupo de países desarrollados que integraron el "primer mundo" (generalmente antiguos imperios coloniales de Europa occidental que saquearon a sus colonias para acumular sus actuales riquezas, a los cuales se sumó, en sus objetivos y práctica, desde el comienzo del siglo XIX, los Estados Unidos de América.
No sólo se impuso un modelo genérico capitalista en la economía (insostenible a la larga y a la corta, desde luego, para las grandes mayorías), sino también aquellos valores estéticos, éticos y morales que se conformaron de acuerdo con los intereses de la clase o grupo élite dominante internacionalmente: estos se trasmitieron a la población planetaria a través del modelo del mercado, o del intercambio comercial, y de los eficaces medios de comunicación masivos, generalmente de propiedad privada o al servicio del estado burgués y de su ideología.
Resaltaré entre los mentados valores del capitalismo desarrollado, desde luego, la importancia del trabajo humano "libre" y remunerado, con el requerimiento de su constante calificación (superación o perfeccionamiento), vista desde la posición individualista, es decir, a partir de la competencia, llevada hasta el grado más alto de deshumanización en el mercado del trabajo, nacional e internacional.
Otro valor, falaz ilusión, el bienestar o la felicidad del pueblo, únicamente referida al confort material del individuo, o, de un grupo de individuos (la familia, los profesionales, la pequeña burguesía, por ejemplo). "Bienestar" logrado a costa la destrucción de la Naturaleza y del propio ser humano (atomizado, estresado, lleno de vicios que destruyen su salud como el alcoholismo, y diversos tipos de drogadicción, a consecuencia de un estilo de vida insano); del dominio de la civilización, identificada con la vida urbana y contrapuesta a la vida rural. Promotora, la primera, de rascacielos y megalópolis, para lo cual era necesario garantizar por toda la eternidad una inversión gigante para cumplimentar la demanda de energía.
Otra ilusión: un sistema político mundial único, bajo la dictadura de la gran burguesía. Desde luego, el sistema hacia adentro es absolutamente heterogéneo y desigual tanto por sus necesidades e intereses. Entre sus elementos componentes reina la injusticia social, en lugar de la libertad, la igualdad y la fraternidad. Las relaciones entre dichos elementos (países) son tensas, es la lucha por sobrevivir en medio de una jauría de fieras.
En realidad, la parte desarrollada del sistema capitalista (equivalente a los centros donde se cuece y decanta la cultura que es reconocida internacionalmente) está compuesto por pocas naciones, aquellas donde, más o menos, se construyeron los valores paradigmáticos del capitalismo sobre la base de mucho lodo, sudor y sangre, a favor de una sola clase social poderosa, la burguesía, oligarca y plutocrática. Del otro lado hay un gran número de naciones sometidas y empobrecidas, que nunca han llegado a ser otra cosa más que territorios y sociedades dependientes, neocoloniales, coloniales, estado asociado, provincias o departamentos autónomos.
Esto es en resumen, en blanco y negro, el panorama geopolítico y cultural capitalista de hoy día. En verdad, no hallo el modo de explicar, ni de demostrar, la existencia de un mundo capitalista "unido", "equitativo", "democrático", y menos aún "solidario". No existen esos valores o cualidades entre las naciones, países y pueblos que pertenecen a tal sistema. Esa es una gran debilidad en todos los sentidos.
Por el contrario, el mundo capitalista del siglo XXI está en una crisis que bien podría calificarse de global. ¡La globalización de la crisis del capitalismo como sistema mundial! ¿Qué es sino la guerra de Estados Unidos de América contra Iraq y Afganistán, que son países capitalistas? ¿Qué significa el genocidio que practica el gobierno y ejército israelí contra los palestinos, hace más de medio siglo, contando con el apoyo de los países capitalistas más desarrollados?¿Por qué sino se enuncia el concepto de guerra infinita e ilimitada por la súper potencia militar estadounidense?
Las últimas recetas del pensamiento liberal — que se originó en las revoluciones burguesas del siglo XVIII — y las del neoliberalismo actual, impuestas por los intereses de las transnacionales y los ideólogos de la ultraderecha, han resultado ser obstáculos y barreras casi infranqueables, para el avance de la sociedad humana, para el surgimiento de nuevos hombres y una mujeres con mayor desarrollo humano, con una verdadera cultura humanista superior a la conocida hasta hoy. Reina la desesperación por el incremento de la pobreza. Y su efecto sucedáneo es el terror, que traducido a tendencia política se convierte en "terrorismo de Estado".
Una vez descrito este cuadro general, tal y como lo percibe una simple ciudadana desde Cuba — la Autora de estas líneas — me pregunto: ¿cuál es nuestra situación respecto del "mundo capitalista"? ¿Ha avanzado o retrocedido la sociedad y cultura cubanas en relación con la que protagonizó la primera etapa de la República, desde el 20 de mayo de 1902 hasta el 1º de enero de 1959? Una época en la cual ciertamente éramos parte del sistema capitalista, pero, país capitalista subdesarrollado, dependiente de los Estados Unidos de América, con un único destino de venta y compra, con una economía abierta carente de protección, propia del llamado capitalismo periférico que gira en torno a un centro de poder.
Éramos, sí, una "neocolonia" yanki, una república formal, sin plena independencia ni soberanía, que nunca disfrutó con plenitud de la afamada democracia burguesa, precisamente debido a la traición del liderato de la burguesía pro estadounidense, y también, gracias a la traición del gobierno estadounidense a la burguesía cubana nacionalista, con el objetivo esencial de debilitar sus aspiraciones y el control del poder político, incitando a la corrupción de sus líderes políticos y sus funcionarios administrativos, incluido entre ellos a quienes debían velar por la justicia y la legalidad, por la vigencia y aplicación de las constituciones, las leyes, etc. Éramos, en fin, una sociedad estratificada, completamente dividida por motivos económicos, políticos, raciales, sexistas, religiosos, culturales… de todo tipo. Una sociedad en muchos aspectos atrasada, y con resabios esclavistas.
Ahora volveré sobre el concepto de lo moderno y su definición por el diccionario (DRAE), anteriormente citado, que ni remotamente es comunista, ni marxista, leninista o fidelista: