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Nuevas discusiones sobre arte rupestre
Lohania Aruca Alonso
La excelente calidad de las presentaciones efectuadas en el III Taller Internacional de Arte Rupestre, organizado por la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre en La Habana, amén de la información actualizada y los aportes de las investigaciones, debatidas durante la segunda y la tercera sesiones de este encuentro, nos autorizan, desde ahora, a valorar dicha reunión como de importancia poco común para la cultura y la ciencia de Nuestra América.
El ejemplo más ilustrativo de la anterior afirmación fue la conferencia magistral "El arte parietal de la caverna de Santa Catalina (Matanzas) y su papel en la relación hombre-medio", impartida el martes 18 de noviembre por el Dr. Ercilio Vento Canosa, Historiador de la Ciudad de Matanzas y Presidente de la Sociedad Espeleológica de Cuba.[1]
La región Habana-Matanzas — explicó el conferencista — es una de las áreas pictográficas más importantes de Cuba donde se ha identificado un estilo de líneas en rojo y negro que componen figuras geométricas, animales y personas; también está representado en Punta del Este en la Isla de la Juventud, al sur del país.
No obstante, recordó que:
En la primavera de 1969, fue descubierta la caverna de Santa Catalina (parte de un conjunto de alrededor de 500 cuevas con pictografías), y hoy en día clasifica como Monumento Nacional, pues, es una de las más grandes espeluncas de Cuba, con más de 11 Km. de galerías topografiadas. Esta cueva es conocida por la presencia de estalagmitas fungiformes únicas en toda Cuba, excepcionales a nivel mundial, y por el descubrimiento de un esqueleto indígena del sexo femenino cuyos huesos pudieron ser datados en el siglo XII a. C., período correspondiente al Mesolítico Temprano de Cuba.
El descubrimiento de estos vestigios humanos, permitió suponer la existencia de una población aborigen que vivió en el lugar. Estos indígenas debían aprovechar la presencia de agua dulce en la cueva (entonces abundante, ahora inexistente) la proximidad del mar (del cual extraían su principal medio de subsistencia) y la presencia de algunos mamíferos terrestres que se refugiaban igualmente en la cavidad.
Las indagaciones llegaron a demostrar que el grupo era distinto y más antiguo que sus vecinos (algunos restos de estos últimos están fechados en 700 a. C.), y, que aquel grupo aborigen había establecido en el sitio un estilo de "líneas discontinuas" que no se encontraba en las anteriores pictografías estudiadas en Cuba. A más de dicho estilo, aparecieron otras pictografías de líneas sinuosas terminadas en "tridentes". Las pictografías halladas en la caverna Santa Catalina — compleja en sí misma a causa de su distribución espacial laberíntica — funcionaban desde la entrada a lo largo de 300 ms de túneles y salas como indicadores direccionales:
La ausencia de otros vestigios o sepulturas permite afirmar que los trazos no tienen significación funeraria particular, antes bien, se les puede atribuir el significado de indicadores direccionales, con ayuda de los cuales, como antes se dijo, es relativamente fácil recorrer esta parte de la espelunca sin temor a extravío.
Esta deducción de Vento, científicamente fundamentada, le da pie para establecer una conclusión importante:
Actualmente, en el cuadro de la investigación arqueológica en Cuba, la Caverna de Santa Catalina es el único lugar que permite establecer una relación estrecha entre el hombre y el medio subterráneo, entendido este como algo más que el simple habitáculo receptivo de inhumaciones, lugar de vivienda o templo.
Esta relación se expresa, justamente, mediante el arte rupestre. Y el aserto se vincula a la hipótesis de Vento Canosa, acerca de la causa de muerte de la joven difunta cuyos restos fueron encontrados más allá de la senda marcada por las pictografías:
Ella se extravió en la oscuridad — nos explica. Posiblemente, cuando se apagó, por algún motivo que desconocemos, la antorcha que portaba; perdió la orientación de las marcas, y de tal modo se ahogó en uno de los lagos que existían dentro de la caverna.
El estudio antropológico realizado al esqueleto hallado en la cavida, permitió establecer una relación morfológica con los indígenas de la zona norte del Caribe. Esto hace suponer, es hipotético, una ruta migratoria desde esa región hacia Cuba con un antecedente muy antiguo, como se pudo ver en los sitios funerarios de la región donde se pudo demostrar la existencia de tipos humanos diferentes dentro del seno del mismo grupo indígena. El comienzo de estas migraciones remotas podría situarse tentativamente alrededor del año 6 000 a. d. n. e.
Otros ponentes notables se refirieron a los temas siguientes: la apropiación y reutilización contemporánea, con fines rituales, del arte rupestre (fechado de 1 100 años d. n. e.), localizado dentro de la región donde confluyen los estados de Veracruz, Puebla y Oaxaca. Sustentan sus hipótesis (Carlos Alberto Casas y Claudia Morales Carvajal, México) sobre las categorías de continuidad-discontinuidad y larga duración en la historia (Braudel) aplicadas a las acciones culturales (comparadas) de las poblaciones indígenas antiguas y actuales. Así logran identificar similitudes del comportamiento y pensamiento del hombre antiguo que aun perviven entre los contemporáneos.
Un panorama del arte rupestre en algunas zonas de la Amazonia brasileña fue brillantemente expuesto por Edithe Pereira (Brasil). Las coincidencias, desde el punto de vista formal e interpretativo, con el antillano, lo cual confirma la unidad cultural que subyace entre el continente suramericano y las islas de las Antillas Mayores y Menores, fueron comentadas positivamente por Adolfo López Belande (República Dominicana).
Los especialistas procedentes de Portugal (Jorge de Oliveira, Leonor Rocha y Clara Oliveira) disertaron, el primero: acerca de los rituales de la muerte de los artistas rupestres neolíticos en el Valle de Tejo (en la frontera entre España y Portugal), en cuanto a tamaños, materiales, ofrendas, y la relación de estos parámetros con los suelos y la forma de su explotación económica (pastoriles o agrícolas); la segunda, sobre un recorrido historiográfico del arte rupestre de Arranches, de sustancioso contenido metodológico; y la última ponente, expuso en torno a la situación de las investigaciones sobre el arte parietal en el sur de Portugal.
Imposible sería detallar cada trabajo, resaltar las grandes virtudes de cada ponente, y de los debates críticos realizados. Pero reiteramos la extraordinaria utilidad del Taller y la necesidad de dar continuidad y hacer sistemáticamente este tipo de eventos en Cuba; así como de ampliar la capacidad de participantes nacionales, pues es esta una vía insustituible para sentar (o, tal vez sería más preciso escribir "restaurar") las bases de una verdadera cultura americana y caribeña milenaria y unida, con pensamiento científico propio y al mismo tiempo universal.
Comentario aparte merece la premier del documental "Viaje a las cuevas de Punta del Este" (TV EDUCACIONAL, 2008, 40 min. DVD) y su impacto inmediato sobre los especialistas participantes. Este es un acierto triple: de documentación científica, didáctico-educativo y estético, del colectivo que dirige el videoasta Carlos Andrés García (Cuba), y del proyecto Arcano Aborigen.
La Habana, miércoles, 19 de noviembre de 2008.
Nota
- Ercilio Vento Canosa es doctor en Medicina forense, catedrático de esta asignatura en la Universidad de Matanzas, Cuba. Comenzó empíricamente su práctica de la Espeleología, cuando apenas tenía 12 años de edad. Después, se formó profesionalmente junto a arqueólogos y antropólogos cubanos de la talla del doctor Manuel Rivero de la Calle. Es autor de 14 libros (inéditos) sobre espeleología y arte rupestre en Cuba, mientras que tiene dos ya publicados.
Lohania Aruca Alonso: Investigadora auxiliar. Licenciada en Historia y Especialista en Urbanismo, MC Estudios Interdisciplinarios sobre América Latina, El Caribe y Cuba; miembro del Grupo de Estudios Regionales de Cuba (G.E.R.C.) del Instituto de Historia de Cuba y de la Cátedra de Estudios del Caribe de la Universidad de La Habana. Coordinadora del Grupo de Trabajo Permanente Expediciones, Exploraciones y Viajeros en el Caribe (adscrito al Instituto Cubano de Antropología).
Página enviada por Lohania Aruca Alonso
(21 de noviembre de 2008)
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