La abuela
Como esa vieja ceiba del patio,
ancha, inmensa, curtida
por ciento de estaciones olvidadas,
ella nos ha amamantado a todos
con su cálido amor.
Uno a uno
nos ha ido enterrando
nos ve partir,
nos dice adiós.
Donde una llama nunca se apaga
Ya no pueden
ser denunciados
ni prisioneros
ni torturados en la
ergástula siniestra.
No tienen
que morderse la rabia
y abandonar
súbitamente las ciudades
y correr
hacia las abiertas montañas.
Ahora
son libres para siempre
y nos hablan en voz alta.
Una voz tan alta,
tan clara,
que ningún juez
se atreverá a condenar…
(¿En qué frente,
qué garganta, en qué gesto de nosotros
están vivos ahora y siempre
nuestros muertos?).
Ars poetica
Para Gérard Genette
Un gato
es
sólo un gato.
Lo otro
es juego, leer
"Un gato/ es/ sólo un gato" —
inquisición
evocación
revelación,
i.e. todos los gatos el gato,
i.e. el espacio
donde sucede el poema.
Un gato es sólo un gato.
El resto es poesía.
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