En La Paz, capital de Bolivia, hacia donde parte en octubre de 1964, la agente Tania — para todos la bella etnóloga argentina Laura Gutiérrez Bauer — cumple con pulcritud y brillantez la delicada misión encomendada.
No solo logra establecerse sólidamente, sino, incluso, se vincula con los más altos círculos de poder bolivianos. Hasta se hizo retratar en una ocasión con algunos de ellos, como el caso del entonces presidente René Barrientos, en la que aparece a su lado.
En mayo de 1966 realiza el añorado contacto personal con los cubanos cuando se entrevista con Ricardo Martínez Tamayo (Papi), quien le trasmite las órdenes del Che.
Concluían dos años de larga y dura espera. De actuación solitaria y difícil.
A partir de ese momento, la joven argentino-alemana, de piel muy blanca y ojos verdes, serviría de eficaz y cariñosa anfitriona al núcleo inicial de la guerrilla, y con su agradable trato causa a todos una excelente impresión.
Por esos meses atiende delicadas y arriesgadas misiones encomendadas por el Che, y a instancias suyas realiza con éxito un viaje secreto a su Argentina natal, tierra que no visitaba desde hacía 15 años.
Del Diario del Guerrillero Heroico son estos apuntes fechados el 1 de enero de 1967: «...precisé el viaje de Tania a la Argentina para entrevistarse con Mauricio y Jozami y citarlos aquí...»
El 21 de marzo de 1967 se incorpora definitivamente a la guerrilla. Comenzó, entonces, la compleja vida de una mujer, la única entre tantos hombres, en la agreste selva boliviana. Duros meses caracterizados por el hambre, el cansancio y la constante hostilidad enemiga.
Cae enferma, con fiebre alta, a pesar de lo cual se mantuvo animosa en la marcha, útil en el campamento, y valiente en los combates. Existen testimonios del enemigo que señalan que una inconfundible voz de mujer se escuchaba enérgica, en medio del fragor del tiroteo, conminándolos a rendirse.
Enviada por órdenes del Che al grupo de la retaguardia, asume con estoicismo las penurias más extremas. Traicionados por el campesino Honorato Rojas, caen en una emboscada cuando intentan cruzar el río Ñancahuazú. Era el último día de agosto de 1967.
Tania recibe un disparo mortal, y su cuerpo es arrastrado aguas abajo por la corriente. Siete días después, hallan su cadáver en una de las orillas.
Contra un tendencioso infundio
Se trata de la acusación de los supuestos amoríos de Tania con el Che. Infundio que cobró fuerza en un libro escrito por el diplomático argentino Abel Bosse, titulado Los cuadernos de Praga, y que un testigo de excepción como Ulises Estrada Lescaille, compañero de cuarto del Comandante Guevara durante su estancia en la capital de Checoslovaquia, desmiente categóricamente:
"Este señor, Posse, no me merece ninguna confianza y sinceramente dudo de sus intenciones. Una vez se apareció en Cuba, en mi casa, para que yo le contara el supuesto romance de Tania y Ernesto Guevara".
“Yo le expliqué que ella y el Che nunca se habían encontrado ni estuvieron juntos en Praga, que no habían tenido un romance. Tania sentía un alto respeto por el Che como dirigente revolucionario, y no desde el punto de vista amoroso".
“Le dije que era mentira lo que él estaba diciendo, que no podía escribirlo porque resultaba falso. Y este señor me contestó que eso el público quería conocerlo, y que en definitiva era una novela... Cuando me dijo eso, lo invité a irse de mi casa".
Otros autores han propalado también esa calumnia. Uno de ellos, el soviético José Lavreski, hizo que el padre del Che, don Ernesto Guevara Lynch, escribiera una interesante carta al profesor villaclareño Arístides Rondón Velázquez, amigo personal suyo, para desmentir tal cobardía.
Gracias otra vez a la gentileza de Arístides, amante apasionado de la historia y por entonces director de la escuela primaria Frank País, del municipio de Santo Domingo, quien en la actualidad funge como historiador y presidente de la Cátedra Ernesto Guevara del Instituto Superior Pedagógico Félix Varela, Vanguardia expone a sus lectores el contenido íntegro de la misiva, inédita hasta hoy.
La Habana, abril 1 de 1986
Sr. Arístides Rondón Velázquez
Calle 8 no. 36 Washington
Sto. Domingo. Villa Clara
Estimado compañero:
Acuso recibo de su carta del 20 de marzo de 1986, que contesto:
El libro de — espacio en blanco, NA — ha sido leído por varios millones de personas en la URSS; y ya fue corregido por haber maltratado a Tania la Guerrillera en su libro. La mamá de Tania, Sra. Bunke, me leyó una carta que le mandó ella a uno de los principales dirigentes soviéticos, quejándose amargamente de lo que Lavreski decía en su libro, que entre otras cosas decía, o daba a entender, que había sido amante del Che, todo lo cual era una mentira que escrita por un soviético era una mentira peligrosa.
La Sra. Bunke, un par de meses después, me leyó una comunicación de ese dirigente donde decía que ordenaba la detención de la venta del libro hasta que se corrigiera ese infundio. Y me inducía a que yo también me quejara a dicho dirigente con respecto a las mentiras de Lavreski. No lo hice entonces, y no sé si lo haré ahora. Le explico: hay un viejo dicho que dice «si te paras a escuchar los ladridos de los perros, no llegarás nunca a tu destino», ese dicho es muy bueno, y los perros que ladran para ensuciar el nombre del Che son demasiados, vale decir, habría que dedicar demasiado tiempo a responder esos ladridos. He estado en varios países de Europa, y todas las mentiras que he leído en muchos libros, contestarlas equivaldría a no hacer otra cosa y el resultado sería nulo, porque las mentiras están avaladas por la CIA. Además, recuerda que LA MENTIRA CORRE UN AÑO, LA VERDAD LA ALCANZA EN UN DÍA, y esto significaría una batalla nada menos que contra la CIA, el tiempo acabará con toda esa inmundicia. Pero la verdad es que en el caso de Lavreski, que se titula comunista y vive en la URSS, sus mentiras, aunque no son para hacer peligrar el pedestal donde se halla mundialmente la figura del Che, el no contestarlas tal vez no sea lo más razonable.
Espero su visita para hablar más sobre esto y de otras cuestiones.
Va un abrazo
Ernesto Guevara Lynch
Epílogo
Los restos de la inmortal guerrillera descansan en Santa Clara en el memorial que guarda los de su jefe y demás compañeros de lucha en Bolivia.
Su ejemplo ha servido de acicate a la mujer villaclareña para nuevos retos y combates.
Queden para la posteridad estos versos escritos por Tania en la Cuba revolucionaria de los años 60.
¿Dejar un recuerdo
con el que irme, cual flores que fenecen?
¿Nada será mi nombre alguna vez?
¿Nada dejaré en pos de mí en la tierra?
Al menos flores, al menos cantos.
¿Cómo ha de obrar mi corazón?
¿Acaso en vano venimos a vivir,
a brotar en la tierra?
El 31 de agosto de 1967 cayó en la emboscada de Vado de Yeso Haydée Tamara Bunke Bider (Tania), única mujer que estuvo con el Che en su epopeya boliviana.
Moría la joven de cabellos rubios, de niña Ita, que con orgullo supo llevar siempre su condición de comunista y revolucionaria sin tacha, aun nombrándose Marta Iriarte o Laura Gutiérrez Bauer.
Fuente: http://www.vanguardia.co.cu/index.php?tpl=design/secciones/lectura/historia.tpl.html&newsid_obj_id=8315