Marlén y Roxana tienen la esperanza de que sus restos aparezcan, pues su cuerpo arrastrado por las turbulentas aguas del río crecido, pudo haber sido rescatado y enterrado por algunos de los nobles campesinos de aquella región. Ellas poseen alguna información, y fueron hasta allá, indagando, sin obtener aún un dato exacto. Pero a pesar del tiempo transcurrido seguirán la búsqueda.
Antes de partir para su país, Marlén fue a Santa Clara, al Complejo Escultórico Memorial donde están los restos de los compañeros de Lorgio, y del Comandante Guevara. Tenía que despedirse de Eneida López, nos dijo, la compañera del Partido que ha sido como una hermana.
Bolivia saldrá del subdesarrollo y de la pobreza que sufren las naciones saqueadas por el Imperio brutal del Norte que nos desprecia, y subestima. Su pueblo estudia, se supera, y defiende su independencia y sus recursos naturales.
En ese quehacer creador y revolucionario de cambios en beneficio de las masas desposeídas, antes excluidas, está la razón de lucha y los desvelos de Lorgio Vaca Marchetty. En el Yo Sí Puedo, en los miles de alfabetizados; en La Operación Milagro que con la colaboración de Venezuela y Cuba, ha emprendido su Gobierno.
Ella ha escrito sobre la vida de Lorgio, con la ayuda de Roxana. Guardó documentos y cartas importantes, y preservó la memoria histáorica. Es colaboradora permanente y solidaria con Cuba desde que era estudiante. Es una de las mujeres que en Bolivia, simbolizan los lazos de amistad mantenidos durante años entre los dos pueblos.
En ciertos momentos se hace más necesario, que en otros, recordar a los que han caído por sus ideas de justicia, y mirar hacia atrás el drama doloroso de las familias, ocasionado en Nuestra América por la permanente intromisión de los grandes intereses trasnacionales. Ese fue el drama de la familia de Lorgio.
Página enviada por Froilán González y Adys M. Cupull Reyes
(12 de agosto de 2008)
Marlen, es la primera mujer de su país licenciada en Economía. Ha pasado parte de este año, 2008, en la isla querida. Antes de su regreso a Bolivia, fuimos a despedirla, habló de sus nietos, observamos en sus ojos y en sus palabras la satisfacción de haber contribuido a formar la familia, con las virtudes, honradez y dignidad que tenía el combatiente, caído en las márgenes del Río Grande durante una riesgosa travesía en el mes de marzo de 1967.