El plebiscito convocado para el 15 de Febrero concita la atención internacional pero, mucho más, en el interior de Venezuela. Se sabe que es un hito trascendente para la Revolución Bolivariana, y la oposición a este proceso de cambios está haciendo hasta lo imposible para derrotar este proyecto que fortalecería a las fuerzas revolucionarias en Venezuela. Así que he meditado sobre ello y han surgidos estas ideas que les paso a exponer.
Como es la Revolución Bolivariana lo que se tiene que defender y preservar, se impone que todos los revolucionarios venezolanos estén donde se espera que estén siempre, y hagan lo que deben hacer en su defensa.
Todo cambio lastima intereses, principalmente los ilegítimos de las oligarquías. Las revoluciones deben gestar cambios continuos para no quedar empantanadas en el lodo que sus enemigos lanzan en medio de su camino victorioso.
Es hora que los redimidos, la mayoría del pueblo, todos los hombres y mujeres que han sido alzados en hombros por la Revolución Bolivariana, impulsen, a su vez, a la revolución para que pueda continuar su obra de redención humana.
Si alguien preguntara por qué el pueblo venezolano ama al Presidente Chávez y quiere que pueda proseguir al frente de los destinos del país, se le debe responder simplemente que porque el ama al pueblo venezolano y ha demostrado que está dispuesto a morir por defenderlo.
Las virtudes de los revolucionarios y del pueblo de Venezuela es hoy reflejo de las de su Presidente, Hugo Chávez.
Si los revolucionarios suaves o blandengues son siempre bien vistos por las clases privilegiadas, pues son tomados como burbujas de jabón, los revolucionarios radicales y verdaderos son vistos con encono, resentimiento visceral y motivo para echar sobre ellos todas las vilezas inimaginables.
Todos los riesgos que puedan surgir en la marcha de la Revolución Bolivariana, es necesario saber dónde están para vencerlos.
El voto que define los destinos del país, no sólo para hoy sino para el futuro, no puede descuidarse porque sería un derecho perdido. El voto por el sí reafirma la voluntad de que se puede y se quiere mantener las conquistas y aspirar a mucho más en el futuro.
Ante el egoísmo de quienes quieren anclar al país al pasado, azuzando miedos, hay que recordar que el egoísmo es la nota de los tiempos antiguos, es la mancha del mundo y ha alimentado las riquezas ventrudas de los enemigos de la revolución.
El pueblo venezolano, como hijo de Bolívar, debe tener presente que el humanismo y el desinterés, esa generosidad del alma pura, que ha demostrado el proceso revolucionario bolivariano, son el signo dominante de los tiempos nuevos que vivimos en Latinoamérica, y que para alcanzar esa meta definitivamente se requiere la unión de todas las fuerzas, lo cual significo hoy y siempre vida y victoria.
Wilkie Delgado Correa
Doctor en Ciencias Médicas
Profesor Consultante y Profesor de Mérito del Instituto Superior de Ciencias Médicas
Escritor y periodista
Página enviada por Wilkie Delgado Correa
(13 de febrero de 2009)
