Los historiadores e investigadores cubanos Adys Cupull y Froilán González participaron en el emotivo acto que tuvo lugar el día 10 de enero de 2008 en Ciudad México, para evocar la memoria de Julio Antonio Mella, quien fuera asesinado en la calle Abraham González, donde hay dos placas que recuerdan el hecho..., pero lo más significativo es la presencia de la señora Estela Llubere Ramos, residente en ese lugar, quien las cuida con cariño y ternura.
Desde ese histórico lugar, los invitados y funcionarios de la Embajada de Cuba en la hermana nación, se dirigieron al parque de la Colonia Tabacalera, en la Delegación Cauchtémoc, donde se encuentra el busto — esculpido en bronce por el artista de la plástica caribeña Alberto Lezcay — que muestra el rostro altivo de Mella, con los brazos cruzados y la frente retadora, desafiante. En el mismo parque, también se encuentra el busto del comandante Ernesto Che Guevara y allí estaba Don Antonio del Conde (El Cuate), mexicano ilustre que la Señora Historia hermana al Yate Granma.
Cada año, la señora Lourdes Patiño — amiga de Cuba — lleva al acto claveles rojos que ella distribuye entre los asistentes; es un clavel para el joven cubano, pero también para la cubano-mexicana Cachita Proenza, quien vivió exiliada en México para librarse de la persecución del dictador Gerardo Machado y Morales. Fallecida en el país que la acogió como a una hija, Lourdes relata que de esa forma sui generis Cachita acostumbraba a rendirle homenaje a Mella, a quien conoció en Banes (antigua provincia de Oriente), y cuyos restos mortales ayudó a exhumar junto con los doctores Juan Marinello y Josefa Vidaurreta (ambos fallecidos), entre otros cubanos y mexicanos amantes de la vida y la obra del carismático líder estudiantil.
Como parte de dicho recorrido, visitaron la tumba de Tina Modotti, en el cementerio de Dolores, donde aún yacen sobre el cemento los versos del poema que Pablo Neruda le dedicara a la compañera de ideas y de lucha del inolvidable combatiente antiimperialista y antifascista.
Los también escritores y periodistas le rindieron homenaje a Mella en el aniversario 79 de su asesinato, con la presentación — en la sala "Che Guevara" de la sede diplomática cubana — del libro Julio Antonio Mella y México, publicado por la Casa Editora Abril (los datos pertinentes el lector podrá hallarlos en la reseña "Julio Antonio Mella y México").
En la Universidad de la Ciudad de México, no sólo se presentó el texto dedicado a Mella, sino también la obra Sin olvido, crímenes en La Higuera, publicada por la Editora Política, así como el documental Caminando por Roma, que capta en imágenes la breve estancia del Guerrillero Heroico en la Ciudad Eterna.
Entre los oradores, se hallaban el licenciado René Ortiz y la senadora Yeidckol Polevnsky, quienes se refirieron a la solidaridad necesaria entre los pueblos latinoamericanos, y especialmente entre Cuba y México, no sólo por la tradición histórica, sino por los grandes vínculos afectivos que unen a esas dos naciones.
En ese contexto, la licenciada Erika González, directora de Referencia del Archivo General de la Nación, les hizo entrega a los distinguidos visitantes de una donación de fotocopias de importantes documentos sobre el proceso de la Reforma Universitaria en las dos primeras décadas del siglo pasado, que son fuentes de incalculable valor para la pesquisa relacionada con una obra acerca del Aniversario 90 de la Reforma Universitaria de 1918, en Córdoba, Argentina, la patria chica del legendario Comandante de América.
Por último, la Presidenta del Comité Organizador del Premio Internacional Benito Juárez, declaró los propósitos de otorgar post mortem a Julio Antonio Mella tan honroso reconocimiento, tanto por su inclaudicable defensa de la independencia e integración de los pueblos latinoamericanos como por ser el más joven precursor en su época del antiimperialismo y el antifascismo, así como el fundador del primer Partido Comunista de Cuba.
Entre otros momentos emocionantes vivenciados por los colegas Adys Cupull y Froilán González, habría que incluir la presentación — ante los compositores René y Ernesto Ortiz Aldama y un reducido número de funcionarios y testimoniantes — de la primera prueba del documental Canción a Gastone Sozzi.
Por otra parte, en el jardín de la casa de los señores Lourdes Patiño y Antonio Gazol florece una Magnolia histórica que estuvo en el edificio que ocupaba la demolida Embajada de Tacubaya..., pero Doña Lourdes rescató la Magnolia — la cual guarda celosamente los secretos de las protestas de los mexicanos por el asesinato de Mella y otras historias acerca de personalidades de la Historia de Cuba que se detuvieron en ese lugar — y la re-sembró en su jardín, donde sobrevivió una ramita..., que hoy es un árbol fuerte y robusto, devenido símbolo inquebrantable de la amistad entre los pueblos cubano y mexicano.
A título de cariñosa despedida, Doña Lourdes y Don Antonio les tenían preparada una sorpresa a Adys y Froilán: fueron invitados a participar — junto con el Embajador y la esposa — en la siembra de rosas blancas, dedicadas a Vilma Espín Guillois, la inolvidable heroína del llano y la montaña.
Jesús Dueñas Becerra
Crítico y periodista
Página enviada por Froilán González y Adys M. Cupull Reyes
(24 de enero de 2008)
