La Asociación Cubana de las Naciones Unidas y el Comité Internacional por la Libertad de los Cinco, con motivo de conmemorarse el pasado 26 de junio el Día internacional en Apoyo a las Víctimas de la Tortura, declarado por Naciones Unidas, formula la presente Declaración.
La reciente decisión de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos desechando la solicitud de revisión del caso de Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René pone de manifiesto nuevamente la injusticia extrema y la doble moral del gobierno de aquel país en su proclamada lucha contra el terrorismo.
El grupo de trabajo de las Naciones Unidas sobre detenciones arbitrarias, 10 Premios Nobel, decenas de juristas, Parlamentarios y organizaciones que desde todo el mundo expresaron en 12 escritos de "amigos de la corte" han comprendido que las sanciones desproporcionadas recibidas por nuestros heroicos compatriotas son el fruto de una venganza política contra un país, cuyo principal pecado ha sido el de levantar las banderas de su dignidad, soberanía y autodeterminación frente a la pretendida hegemonía de un vecino
poderoso e insolente.
Estos cinco hermanos cubanos han sufrido hasta aquí, después de casi once años en diferentes prisiones de Estados Unidos, torturas físicas y síquicas, llevadas a cabo con la finalidad de quebrar su voluntad y hacer que se confesaran culpables de delitos que jamás cometieron.
No estamos sorprendidos porque esa llamada Corte Suprema no hizo más que seguir las indicaciones de un gobierno que sólo ha cambiado hasta ahora el discurso, pero en nada ha alterado la prepotencia del imperio en su accionar contra los pueblos del mundo, particularmente contra el pueblo cubano, al que mantiene bloqueado por casi medio siglo.
El imperio, principal responsable de la catástrofe global que hoy padece el mundo, sigue actuando con hipocresía, pues mientras mantiene las injustas condenas contra ellos, más allá de cualquier lógica y habiendo violado sus propias leyes, garantías y procedimientos legales, ampara a verdaderos criminales con cuentas pendientes ante la justicia de más de un país, como es el caso de Luis Posada Carriles, autor entre otras acciones criminales de la voladura en pleno vuelo de un avión civil de Cubana con 73 personas a bordo.
Como ha señalado Ramón Labañino en su mensaje a los hermanos olidarios
del mundo: