Así lo afirmó el escritor José Lezama Lima.
Lo hemos leído en el libro "Viajes a los Frutos", una selección de textos y poemas de la Dra. Ana Cairo, publicado por la Biblioteca Nacional José Martí.
Lezama lo escribió en una carta inconclusa dirigida a Fidel Castro, fechada en febrero de 1959, han transcurrido cincuenta años, y las raíces directas del Árbol de la Libertad se han potenciado en los terrenos fértiles de las conciencias de América y otros pueblos del Caribe y del mundo.
Por montes, ríos y montañas, en las altas cumbres y selvas de América van las columnas de maestros y alfabetizadores, médicos y colaboradores de la salud, en la misión más humana que existe: enseñar a leer y a escribir, dar vida y luz, es lo que hace a los hombres verdaderamente libres.
Sueños de Simón Bolívar y José Martí.
Surgen las nuevas Manuelita Saénz, Juana Azurduy, Bartolina Sisa; los nuevos Francisco Morazán, Túpac Amaru y Túpac Katari.
¿Y quién sembró el árbol que seguirá dando sombra y libertad?
Dice Lezama Lima al Comandante en Jefe Fidel Castro, en su carta: