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Cuba |
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Santa Cruz del Sur-1932: una historia que no se repite
Miozotis Fabelo Pinares
En 1932, el camagüeyano poblado de Santa Cruz del Sur, sufrió el azote de un huracán de gran intensidad que provocó el llamado "ras de mar", y que en realidad fue una marea de tormenta, con la penetración de las aguas hasta una altura de seis metros y medio tierra adentro.
Aquella tragedia enlutó a todas las familias santacruceñas con la muerte de más de 3 000 personas, quienes no recibieron ayuda oportuna del gobierno de entonces.
Josefa Cañete Esquédulo, sobreviviente de la mayor catástrofe natural registrada en la historia de Cuba, ofrece su testimonio sobre la tragedia.
"Mi mamá y mi papá hablaban mucho de aquella historia, de la que me salvé siendo una niña. Mi papá perdió a su mamá que se dio por desaparecida y a varios hermanos y sobrinos; y de la familia materna también tengo víctimas".
Con voz matizada por los tristes recuerdos, Josefa también comenta que su esposo, que entonces tenía sólo dos años de edad, perdió a cuatro de sus hermanos y a sus padres.
"Yo tengo muchas referencias: la tragedia fue muy grande, porque no nos prestaron auxilio a tiempo. Al otro día del ras de mar fue que llegó a Santa Cruz del Sur el tren de auxilio. La demora en la evacuación fue la causa principal de tantas vidas humanas perdidas por la despreocupación de los gobernantes de aquella época".
Hoy Josefa Cañete, con su esposo, está evacuada en una escuela de la ciudad de Camagüey, por el peligro que representa para las zonas costeras bajas de Santa Cruz del Sur el paso del huracán Iván por las aguas del Mar Caribe: la tragedia no se repetirá, como confirma Josefa.
"Dos días antes de la posible entrada del ciclón ya nos evacuamos. En estos tiempos, con las primeras informaciones sobre el mal tiempo, enseguida la gente del gobierno se preocupa por la seguridad de nuestras vidas, y se aplican estas medidas. Ahora no hay ciclón que sorprenda, todos se movilizan con rapidez, porque mi padre me contaba que el ciclón se 'le perdió a Millá, que era como el Rubiera de ahora', y no hubo más víctimas fatales porque el ras de mar fue de un día".
Josefa Cañete y su esposo, sobrevivientes de la tragedia del ras de mar del '32 en Santa Cruz del Sur, hoy reciben todas las atenciones médicas y de seguridad en una de las escuelas habilitadas como albergues para los evacuados.
"El tratamiento que hemos recibido ha sido muy bueno, y la asistencia médica excelente, !Qué diferencia con aquel ciclón del '32!. Mi esposo y yo somos hipertensos, y aquí la presión arterial no nos ha subido. Como es natural, echo de menos mi casa, pero no estamos en peligro. Aquí estamos a salvo... y a tiempo".
La historia de 1932 en Santa Cruz del Sur nunca más se repetirá, porque el Estado tiene como prioridad la seguridad y la vida de las personas. Otro derecho cubano.
Fuente: Radio Cadena Agramonte, Camagüey Cuba. Una identità in movimento
"Muchas familias se refugiaron en las casillas vacías del ferrocarril, pero algunas fueron cerradas totalmente, y el viento las viró, y allí murieron atrapadas cientos de personas. Yo me salvé porque en la que nos protegimos les dejaron las dos puertas abiertas y el viento podía entrar y salir por el otro lado".
http://www.cadenagramonte.cubaweb.cu/al_dia/septiembre_04/110904_07.asp
Webmaster: Carlo Nobili — Antropologo americanista, Roma, Italia
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