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Cuba |
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Una identità in movimento | ||
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Perfil religioso en Cuba
María Teresa Peña González
Cuba presenta algunas diferencias con América Latina en una historia común, a partir del inicio de la conquista y colonización europea. No obstante, con frecuencia comparte su suerte en los avatares vividos en estos pueblos. Uno de estos caminos lo fue el destino de sus pueblos autóctonos.
Mientras en la mayor parte del Continente, en especial donde se asentaron grandes civilizaciones precolombinas, se conservaron arraigados por diversas razones elementos de la cultura aborigen y, en él, la religión en esos pueblos, en las Antillas se verificó un vertiginoso exterminio del indio, lo que trajo como resultado que las huellas de sus creencias religiosas quedaron menos perceptibles. Se ha podido averiguar que antillanos como los aruacos o arauacos que poblaron Cuba cultivaron una fe con un sobresaliente contenido animísta, mágico y mitológico. lo sobrenatural lo personificaban en un conjunto de deidades que representaban en sus semíes, celebraban fiestas religiosas como los areítos e incipientes funciones sacerdotales asociadas a curaciones, predicciones y a la conservación de tradiciones.
El complejo proceso de transculturación y desculturación que se ha operado hasta la fecha; transformó, o eliminó prácticamente esta cultura, por lo que se advierte apenas en leyendas y mitos populares referidos a espíritus de indios y a lugares como las cuevas, en las que los aborígenes practicaron sus ritos funerarios y utilizaron para plasmar sus pinturas, revelación del modo mágico con que percibían la realidad. Lo cual conocemos por los textos de los llamados "Cronistas de las Indias" y por descubrimientos arqueológicos.
En diferentes etapas de nuestra historia la religiosidad cubana se ha visto influenciada por la llegada de extranjeros a nuestro territorio. Desde el mismo momento de la conquista y colonización por Diego Velázquez, autorizada por la Corona española en 1509, se inicia la introducción de la religión Católica. Así, cada población que se fundaba, el primer lugar señalado era la iglesia. El conquistador español impuso su cultura, su lengua, su civilización, su forma de representar e interpretar la realidad y de reaccionar ante ella y, por último, su religión, que santificó con la cruz, lo que hizo con la espada.
Cuenta la tradición que, desde los primeros momentos que los españoles entraron a Cuba, empezaron a imponer su cultura religiosa. Testigo de ello es, que los regidores, al fundarse la villa de San Cristóbal de La Habana ordenaron oficiar la primera misa bajo una ceiba, no lejos del litoral habanero, lugar donde se ha mantenido esta tradición. En esta zona se levantó a mediados del siglo XVIII al sudoeste de la Plaza llamada de Armas, una columna conmemorativa y un precioso Templete, para testimonio a las futuras generaciones de cubanos.
A medida que avanza la colonización en la Isla, la cultura aborigen se va perdiendo y la religión Católica toma posición y predominio, con lo que logró conservar una posición política y social favorecida. La educación y la asistencia hospitalaria y del pueblo en general, estaba principalmente en las manos del clero, con una concepción caritativa. Posición que conservó hasta después de la independencia de Cuba.
En los siglos XVII al XIX , la ética cristiana estuvo valorada por la Iglesia Católica, y fueron sus predicadores prestigiosos, el Padre Felix Varela y José de la Luz y Caballero. Con el respaldo de las autoridades coloniales, la religión Católica pasó a ser por largo tiempo la religión oficial y exclusiva. La extensión del cristianismo, a modo de evangelización, era legitimación de una empresa etnocentrista.
Después de la muerte de Fernando "El Católico" por la razón que ya los "indios" originarios de Cuba estaban extinguiéndose, estos fueron sustituidos por la esclavitud de los negros africanos, que eran fuertes y resistentes. En 1516, comienzan a introducirse algunos negros esclavos; al ser expedida la Célula que lo reconoce así. Aunque el aumento de la esclavitud realmente se alcanzó a finales del siglo XVI, cuando a medida que se fue incrementando la producción de azúcar, se autorizó la importación masiva de los esclavos, que comienzan a llegar al país en 1595, y con ellos se introducen diversas creencias religiosas, propias de sus culturas de referencia.
Costumbres y religiones africanas, que fueron introducidas con los negros esclavos procedentes de África, tuvieron que ser protegidas por sus devotos, primero de los esclavistas y después de la discriminación social. Teniendo en cuanta que les eran prohibidas sus creencias, no obstante a esto, se logra perpetuar, dentro de la población cubana los ritos, creencias y múltiples deidades procedentes de las mas diversas regiones africanas representadas en la población esclava.
La esclavitud es vista por la Iglesia Católica con muy buenos ojos, y hasta la justifican. Según su decir, "se estableció por la inferioridad de la raza negra ", ya que consideraban que estos hombres y sus manifestaciones, no merecían consideración de seres humanos. Y esto no era sólo una verdad natural, sino que la Iglesia Católica demostró que era divina; que las personas que tenían negro el color de la piel, era que estaban maldecidos por Dios, porque decían que eran descendientes de Cam, un hijo de Noé que se rió de su padre, porque lo vio borracho, razón por la que "el cielo" había condenado a la esclavitud a todos sus descendientes (Génesis 9: 25). Basándose en eso le dio carácter divino a la esclavitud de los negros, porque ésta era querida por Dios y no era permitido rebelarse contra ella.
A consecuencia de la trata esclavista, hasta 1873, durante la etapa colonial se introdujeron en Cuba diversas manifestaciones religiosas, de acuerdo con los diferentes pueblos que llegaron de África con el trasiego de hombres y mujeres. Desde entonces, lo hispano y lo africano constituyen los dos troncos etnoculturales principales en la nacionalidad cubana, en la que también coinciden otras culturas (caribeña, norteamericana, china, y del resto de Europa) en un complejo proceso de transculturación y mestizaje, que ha traído como consecuencia una composición religiosa sui genéris.
En la segunda mitad del siglo XIX, los domingos y días de fiestas, en la ciudad de La Habana, – extramuros – celebraban allí los cabildos, los negros de nación, donde organizaban sus bailes, consistentes en toques de tambores, "hierros y maracas". El día de Reyes, se acostumbraban a realizar bailes callejeros. Los negros procedentes de una misma nación constituían una asociación llamada cabildo. Ese día los hijos de África, se trasladaban a Cuba, principalmente a La Habana, con sus vestidos, su música, sus lenguajes y cantos, sus bailes y ceremonias, sus religiones e instituciones políticas. Desde el punto de vista administrativo los cabildos debieron desempeñarse con carácter de cofradías, pero en el concepto más amplio de esta palabra, era la reunión de creyentes o adoradores de un determinado santo o ídolo.
Las religiones africanas originales, fueron mortificándose en las condiciones cubanas, al estar sus portadores desarraigados de sus medios naturales, sometidos a un poderoso proceso deculturador y a una interrelación étnica, esto ocasionó una variación sustancial en algunas referencias de sus mitos y objetos de culto. Con los rigores de la esclavitud, se proliferan ritos de protección y adivinación al mismo tiempo que se reducían otros, como los de fertilidad. De este modo, se conformaron varias expresiones religiosas cubanas, de origen africano. Derivada de la cultura Yoruba, se generó la llamada Regla de Ocha, popularmente conocida por Santería, que tiene como centro de culto a un conjunto de orichas (deidades) con diferentes mitos y atributos. Entre los más importantes están: Olofin, Olorun y Oluddumare, deidades creadoras.
Los dirigentes del culto en la Santería son los santeros (babalochas) y santeras (iyalochas), con otras jerarquías y funciones secundarias. La forma más sistematizada y compleja de esta expresión está en el culto Ifá (deidad cuyo atributo principal es la adivinación) sostenido por las máximas autoridades sacerdotales, los babalawos.
Derivada de expresiones de los pueblos subordinados al reino del Congo, en Cuba se practica la llamada Regla Conga, Palo Monte o Palo Mayombe, conjunto de formas religiosas que centran su culto en las fuerzas naturales. El elemento en este credo, lo constituye la "nganga" , recipiente donde se reúnen los más variados objetos, y sustancias orgánicas y minerales, en las que se considera, reside el "fundamento" de la religión, celosamente cuidado por los dirigentes del culto.
La jerarquía más alta es la "Tata Nganga". Entro estos practicantes se concentran conocimientos empíricos, sobre propiedades medicinales de plantas endógenas. Actualmente existen en el país las vertientes Mayombe, Brillumba y Kimbisa, manifestaciones propias de Cuba.
Otra expresión de origen africano, localizada en zonas de La Habana, Regla y Guanabacoa, y algunas partes de Matanzas, son las agrupaciones secretas masculinas llamadas "Abakuá", también conocidas por ñañiquismo, surgidas al principio del siglo XIX, a semejanza de organizaciones de la zona de Calabar nigeriano, de donde procedían los llamados carabalíes. Estas asociaciones tienen una orientación mutualista de protección y ayuda, siguiendo una leyenda mitológicq.
Se organizan en grupos con un equipo dirigente de variadas funciones rituales y organizativas, llamadas "plazas".
En 1527, empiezan los ingleses a incursionar hacía las Antillas, seguido posteriormente por los portugueses. Desde los primeros viajes a estas costas, los piratas, corsarios y filibusteros, además de mercancía, introducen su ideología religiosa, con una repercusión insignificante. Con la Toma de La Habana por los ingleses, entran ya los primeros protestantes al país, y con ellos se introducen folletos de propaganda, así como la Biblia, y ya alcanza alguna repercusión, pero realmente no es hasta con la intervención norteamericana en 1898, que se llegan a hacer sentir. Cuando no con mucho éxito logran romper el muro de la Iglesia Católica, con la introducción de algunos misioneros. El protestantismo, llegó a Cuba con relativo retraso, obstaculizado por disposiciones coloniales que protegían a la Iglesia Católica. Las primeras fundaciones de importancia tuvieron lugar a finales del siglo XIX, por iniciativa de cubanos que habían emigrado a los Estados Unidos, aunque las obras más estables y que desplazaron a las primeras comienzan después, con la intervención norteamericana de 1898. Esta profesión de fe, se multiplicó a lo largo de los primeros 50 años de la República, con apoyo de las Juntas Misioneras Estadounidenses, de donde procede el protestantismo cubano, según ese modelo, y reproduciéndose la diversidad de denominaciones típicas de la sociedad norteamericana.
La lucha por la independencia del pueblo de Cuba, (según, algunos criterios de entendidos) se vio muy disperso en las religiones; pues confesarse católico en ésta, era a favor de España, si se decía protestante se consideraba pronorteamericano y de parte del anexionismo, mientras que las religiones africanas eran menospreciadas, por ser "cosas de negros" . Este tiempo es considerado por muchos estudiosos, como el "auge de las prácticas espiritistas", que ya desde 1860 se encuentran introducidos en la Isla elementos de esta doctrina. El espiritismo, aunque no se considera una religión, a pasado a formar parte con el tiempo de otras creencias; fundamentalmente las de origen africano.
La creencia espiritista difundida en la sociedad cubana, surge en los Estados Unidos y es sistematizado en Europa, como versión religiosa del pragmatismo norteamericano y del empírico filosófico. Llegó a Cuba, casi a mediados del siglo XIX, y se extendió primero en las zonas donde se escenificaba la guerra anticolonial, al tiempo que comenzó a diversificarse en varias vertientes, mezcladas con elementos de las religiones de origen africano y del cristianismo, con una marcada referencia a lo cotidiano. Estas formas son conocidas como espiritismo de "cordón" y "cruzado". Se practican lo mismo organizadamente, en centros y sociedades espiritistas, que en consultas con médium individuales, pero sin existir una organización que los aglutine.
Existen otras expresiones religiosas de reducido número de practicantes, algunas asociadas con migraciones económicas como las traídas por los haitianos (vodú) y campesinos chinos, cuyo aporte religioso es poco conocido. En, ambos casos, las respectivas creencias y prácticas religiosas sólo la siguen una parte de los descendientes de esas nacionalidades.
Procedentes de etnias, como la arará e iyesá, existen diferentes agrupaciones religiosas de menor influencia, localizadas también por Matanzas y Limonar. Entro personas pertenecientes a la Comunidad Hebrea en Cuba se practica el judaísmo, que cuenta con varias sinagogas.
También funcionan agrupaciones de corte filosófico-religioso-orientalista, como la Sociedad Teosófica y la Asamblea Baha'i, a la vez que existen grupos menos organizados alrededor de concepciones de este tipo.
Desde la constitución de la República, se contempla "la libertad de culto y de conciencia, y la separación de la Iglesia y el Estado". El catolicismo fue la religión de la clase dominante y las denominaciones protestantes hacen avances substanciases. Es digno destacar que el catolicismo se hizo fuerte en las ciudades mientras que en los campos lo hacen los protestantes, y las religiones de origen africano siguieron más o menos, clandestinas.
A partir de 1959, con el triunfo revolucionario se mantiene este derecho a los ciudadanos y además se extiende a profesar cualquier religión o creencia religiosa, o a no profesar ninguna y a mantener sur convicciones científico-materialistás, así como la práctica del culto de preferencia del creyente dentro del más estricto respeto a la ley, a la salud de los ciudadanos y a las normas morales, que están protegidas y garantizadas por la Constitución de la República y otras leyes, que se han observado consecuentemente.
En el período revolucionario, mucho se habla sobre si ha existido o existe algún tipo de discriminación religiosa, y lo explicaremos en las palabras del propio Fidel, en la entrevista realizada por Frei Betto cuando a una de sus preguntas responde que en Cuba existía
... cierta forma de discriminación con los cristianos, y aunque no fue intencionalmente por el gobierno; sino por cierto tipo de recelos provocado por el hecho por algunos enemigos de la revolución que hicieron de la religión un arma para atacarla..
En esta misma entrevista Fidel reconoce que es posible luchar juntos por conquistar un mundo nuevo de justicia y amor, desde una posición de fe y creencia en Dios y la Biblia.
Las religiones en Cuba se han mantenido siempre, y muchas personas han sostenido su costumbre de asistir a las iglesias, aunque el pueblo cubano es más religioso por tradición que por devoción. La influencia africana se advierte en Cuba, en la conciencia cotidiana del hombre de la calle y en la cultura, muy especialmente en la música, la danza, instrumentos musicales y la plástica.
No todos los que asisten actualmente a las iglesias católicas, profesan esta religión estrictamente. Allí visitan y veneran sus imágenes, creyentes de la santería y otras religiones afrocubanas y espiritistas. Todo esto es parte de la religiosidad sincrética que se profesa en los llamados también "cultos populares" donde se mezclan diferentes religiones y creencias esotéricas. Estas expresiones religiosas, en particular la santería, están muy extendidas en la población, pero su disposición orgánica impide calcular el número de sus practicantes regulares ni el de sus dirigentes de culto ni los grupos. Las actividades se realizan – excepto los abakuá, que disponen de templos – en las propias casas de los iniciados, cuya cantidad es difícil de determinar. En las sociedades abakuá, se han creado estructuras que abarcan varios grupos locales y en la santería se constatan tendencias unitarias como la Asociación Cultural Yoruba de Cuba, que agrupa un número determinado de Babalawos o Sacerdotes del culto Ifá.
Las expresiones de origen africano, tienen en común un menor desarrollo teórico-ético-doctrinal, comparadas con la teología cristiana. Se manifiestan en sistemas de representaciones, símbolos y ritos de contenido mitológico estrechamente vinculados a la naturaleza, a los ancestros (espíritus) y a la vida cotidiana. No disponen de estructuras centrales, reguladores de la doctrina y la liturgia, sino que constituyen grupos independientes entre sí.
Las religiones populares, en los últimos tiempos (de crisis económica y espirituales) se han puesto muy de moda, a lo cual contribuye la propaganda artística, con la danza, el canto, la música, la plástica, el teatro y la televisión; a veces en extremos. Así mismo se puede afirmar que la moda ha llegado a exibicionismos de atributos religiosos, como collares y pulseras de santería, y diferentes tipos de colores alegóricos a los orichas del Panteón Yoruba, fundamentalmente.
Los creyentes cubanos por lo general no tienen una religiosidad específica, sino, que presentan una mezcla, que agrupa diferentes creencias, en las que se unen símbolos, ideas y prácticas procedentes de diferentes cultos. La mayoría de las personas que practican estos credos, no se sienten parte de una institución o grupo religioso, y realizan prácticas "a su manera" (según expresión de ellos mismos) las más de las veces, individualmente.
¿Qué ha motivado este boon de religiosidad popular? No me siento capacitada para responderlo. Pero, algunas razones sí podemos comprender; que va desde el afán de especular en la búsqueda de mejorar económicamente, hasta la utilización en la moda. Y se puede pensar también, que algunas personas quieren ver en la religión al partido de oposición que no existe en Cuba, sin marginar aquí, por supuesto al verdadero creyente que profesa su fe, con verdadera devoción.
Podemos concluir que en la religiosidad del cubano, "hay de todo como en la viña del Señor", que ahora se hace más visible, producto a las dificultades económicas acrecentadas por el llamado "período especial" posterior al derrumbe del campo socialista, en el cual sustentábamos nuestra economía.
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