Cuba

Una identità in movimento


Léxico mágico-religioso cubano: Santería, espiritismo, Regla Muertera, Regla Conga y vodú

José Millet


To my mother Olga Batista In Memoriam.

Presentación

Este glosario, a veces razonado, debió formar parte de Sacred Spaces Religious Traditions of Oriente Cuba, libro largamente elaborado mediante investigaciones de campo y discuiones, realizadas durante casi una década en la antigua provincia cubana de Oriente,con los estudiantes del African Atlantic Research Team, que presidía y dirige la profesora Jualynne Dodson, de la Michigan State University, pero finalmente no sé si fue incluido en la versión en inglés que ella punblicó en Estados Unidos, sólo con su nombre como autora. Me alegró que sucediera así, porque tanto la obra como esta parte fueron dedicados a dos personas que me marcaron profunda e indeleblemente la existencia: mi madre, Olga, chamán y espiritista cordonera, quien me crió en íntima relación con ese mundo de fuerzas ocultas y omnipresentes que ella llamaba "los espíritus" y Vicente Portuondo Martín, palero, santero y muertero, quien me acompañó en inumerables viajes que hicimos a Venezuela y a Galicia, en nuestra labor de dar a conocer la espiritualidad cubana en otras tierras, como parte de la labor de extensión académica que hicimos durante muchos años desde la Casa del Caribe, institución científica que fundamos en 1982 y de la cual él era "asesor religioso" y yo, durante un cuarto de siglo, jefe de su Equipo de Estudios de las religiones afrocubanas y el espiritismo.

Ahora reúno en un volumen los vocabularios que publiqué en varios de los libros que fueron apareciendo, en la década de los noventa, en México ("Del mundo terrenal a las fuerzas ocultas", 1993); en mi natal Santiago de Cuba ("Glosario mágico religioso cubano", 1994) y "El espiritismo, variantes cubanas", 1996); Venezuela ("Religión yoruba. Vocabulario elemental de la religión lucumí", 1996 y "Glossario mágico-religioso cubano", 1996) y Galicia, España, ("Tiembla Tierra", 1998 y 2000). Quiero significar que el vocabulario original acerca del vodú fue redactado por mí e incluido en la edición dominicana que hice del libro "El vodú en Cuba" (Santo Domingo, 1994), compartida con mis hermanos Joel James y Alexis Alarcón, la cual tuvo una reedición cubana en 1998, bajo el mismo título y propiedad intelectual, la cual fue merecedora del Premio Nacional en Investigaciones Socioculturales que otorga cada año el Ministerio de Cultura de la República de Cuba, pero el que doy ahora a la luz fue hecho junto con mi esposa Ivonne Menéndez Angulo y publicado en la revista cubana "Signos", y reimpresa en la revista digital "Archivocubano", que edita el amigo antropólogo italiano Carlo Nobili, desde Roma.

El "Vocabulario mínimo del palero" concitó la atención del etnolingüista norteamericano Armin Schwegler, quien me entrevistó prolongadamente en Santiago de Cuba, recuerdo que en el 2004 o 2005 para indagar acerca de las fuentes que yo había empleado para elaborarlo. A riesgo de que el Opus Dei me persiga o me lleve a algunas de las modalidades de hogueras actualmente vigentes en muchos sitios del planeta, revelé esas fuentes: mi larga permanencia en muchos Cabildos congos, tanto en Santiago de Cuba como en otros sitios de la geografía cubana, y mi también dilatado vínculo con numerosos paleros en ellos, tanto de un extremo a otro del archipiélago, como fuera de él (verbigracia en Venezuela). No tengo a la mano los libros ni las últimas publicaciones del mencionado lingüista gringo, pero me han dicho que en algunas de sus fuentes comenta extensamente mi trabajo acerca de la religión bantú en Cuba, con respecto al cual deben mencionarse nuestro documental "Fundamento", del finado realizador, escritor y entrañable hermano nuestro Jorge Luis Hernández, así como los libros del Tata Nganga Abelardo Larduet Luaces y del libro "Llanto Brujo" ("Nwao Nkandia Bilongo. Iniciación y despedida de un Ngangulero") de la autoría del Tatandy de los musundis de Cuba, Aldo Durades Román, con cuyo Cabildo habanero he establecido una estrecha relación que va más allá de la amistad que nos une a él, a su esposa, la Yayandi Susana Miriam Reyes Martínez y al resto de los miembros de esa fraternidad conga. Tanto en el mencionado documental, como en otros trabajos en diversos soportes y en el libro de Aldo Durades, acompañado de dos cidirrunes o CD-R, se aprecia la lengua de origen bantú conservada gracias a estos cubanos afrodescendientes que han mantenido muy vivas las fuentes primigenias de las culturas africanas y la visión del mundo, de la vida y del hombre creadas en estas expresiones de la cultura ancestral propia de nuestras tierras, de la criolla, de la identidades nacionales y de una cultura regional que definimos y defendemos como caribeñaz y americana.

Durante la realización del II Festival de los Pueblos de Africa, organizado por el Ministerio de Relaciones Exterior de Venezuela y realizado en Caracas del 17 al 25 de noviembre pasado, un golpe de fortuna me puso en contacto con representantes de Cabinda, Angola, donde yo había estado hacía 20 años y un día después, allí mismo, con Masengo ma Mbongolo (info@malakimakongo.net) fundador de la impresa Malaki ma Kongo (http://www.malakimakongo.net/pelerinage.htm), quien al percatarse de mi especialidad en Cuba relacionada con el estudio del vodú y la cultura bantú, inició una relación que lo condujo al programa del encuentro de los pueblos de origen bantú a ambos lados del Atlántico: los que fueron llevados al Caribe, encadenados, en condición de esclavos y los que quedaron viviendo en Africa. Ese encuentro tendrá un carácter histórico y he felicitado a en Caracas Masengo por tan valiente iniciativa y empresa. Lástima de yo no tener dinero para acompañarle en este peregrinaje al corazón del Continente Negro, al cual he dedicado los más valiosos años de mi vida.

Asimismo, deben tomarse en cuenta otros trabajos audiovisuales, como los documentales "Cordón" y "Ocha", también de Jorge Luis Hernández; "Huellas", del realizador y profesor universitario Roberto Román y Espíritu, del realizador Ramiro Grave de Peralta y de mi coutoría. Hasta el momento de su producción, este último material y mi artículo Regla Muertera, aparecido en la revista Folklore, en Valladolid, eran los únicos trabajos publicados acerca de un descrubrimiento hecho por el equipo de estudios de las religiones afrocubanas y el espritismo que dirigí durante un cuarto de siglo en la Casa del Caribe, objeto que, preecisamente, el investigador-ensayista Joel James definigó como Regla Muertera o Muerterismo.

Vuelvo sobe el libro "Tiembla Tierra" que fue el más completo y pormenorizado texto en su conjunto acerca de los sistemas mágico-religiosos afrocubanos y el espiritismo que se hubiera elaborado hasta el momento de su impresión. En realidad ese volumen, que puede ser comprado en internet, fue el catálogo de la Exposición producida en Cuba durante más de un año, con el soporte de un convenio firmado por la Casa del Caribe y la Fundación Eugenio Granell, con base en Santiago de Compostela, en vida de este último, considerado el último de los surrealistas europeos. Secorresponde a la magnitud justa de esa exhibición-perfomance, la más completa y grande de cuantas se se hubiesen realizado acerca de la Regla de Ocha o santería, Regla de Palo o Regla Conga, Regla abakuá o Ñáñiga, el espiritismo y el vodú. Al final, se incluyó el léxico en español correspondiente a la mayoría de estos sistemas religiosos y una versión en inglés hecha por Natalia Fernández, la que fungía como directora ejecutiva de dicha Fundación.

De modo que todos estos textos, incluidos aquí que tratan de los sistemas de pensamiento religioso y prácticas de diversa índole enunciados a la cabeza del presente escrito, son frutos de mis investigaciones teoréticas y reflexiones acerca de este mundo que permanecerá siempre sin desvelar totalmente. No puedo sino honrar aquí la memoria de varios de mis compañeros de estudios en la Universidad de Oriente, quienes después formaron parte del staff de la mencionada institución santiaguera, como Alexis Alarcón y los recentemente finados Joel James, Rogelio Meneses y Julián Mateo, con quienes compartimos estudios, meditaciones y discusiones. Este último traduco al inglés el vocabulario acerca del espiritismo, pero finalmente no sé qué habrá pasado con aquella excelente "traducción", con la que él lo enriqueció notablemente y pienso que sería muy beneficioso intentar publicarla en algún momento, al menos como un gesto de recocimiento a su sensibilidad y entrega a proyectos que no eran de su autoría.

Ellos no obedecen exclusivamente al interés profesional del filólogo que soy, sino más bien al esfuerzo por tratar de captar, en su núcleo conceptucal, parte de la visión del mundo y pensamiento altamente especulativo y abstracto de estos creadores populares, en su mayoría más preocupados e inmersos en la práctica dirigida al dominio de ese mundo de fuerzas invisibles y a su empleo para el bienestar humano, que a su explicación intelectual o cultural. Espero seguir ahondando en mi percepción de que esta es una manera muy expedita y eficiente de acercarse a su mentalidad y, justamente, a la característica manera suya de estar en contacto con tales elementos que forman parte de su existencia y cotidianidad, como si tratara del resto de sus seres más queridos, que conviven en el seno de una familia y con quienes permanecemos, por lo general, en contacto permanente, en razón de que forman parte del tejido fundamental de nuestras vidas. Estoy consciente que queda mucho material por procesar y sistematizar, sobre todo a partir de la cantidad de entrevistas y observaciones de campo hechas durante pronto hará más de treinta años de estudios e inquietudes relacionadas con las ricas y diversas expresiones de la espiritualidad de nuestros pueblos del Caribe, con cuyas creaciones habrá que hacer estudios comparativos más adelante.

Por último, quiero agradecer a todos quienes más han ayudado en esta tarea ingente de dedicarle uno su existencia al estudio y a la escritura, a todas las compañeras que han compartido conmigo un hogar, durante las últimas décadas y a mis hijos, en particular a Joseph James, que tipió parte de algunos textos que han sido incluidos en la presente edición, adjuntados con los debidos retoques.

A todos mis hermanos de escuela y de luchas en la Casa del Caribe, a quienes pasaron a otra dimensión de la existencia desde donde tal vez nos contemplan y a esos otros seres que conviven con los espiritistas cordoneros y muerteros, paleros, santeros y voduistas, va dedicado este volumen, que necesito poner al alcance del lector venezolano, latinoamericano y caribeño cuanto antes, a fin de poder intercambiar filosofías y puntos de vista. Hay un espíritu, un solo espíritu, que lo preside: el de nuestros pueblos amerindios, que orientan el sentido de todo aquello que hacemos en esta tierra donde nacimos; el de los africanos que se rebelaron a la ignomisniosa institución esclavista y al de todos las criaturas humanas venidas al Nuevo Mundo desde los más remotos istios del planeta, para conformar el hombre americano que somos, fuerte, vital, alegre, generoso, espritual y altamente cultivado que somos, de cuya identidad y proyección siempre nos sentiremos enorgullecidos, igual que el esp´ritu del resto de los pueblos con quienes compartimos el planeta mal denominado Tierra.

    Coro, Patrimonio de la Humanidad, agosto 20.2008



Lic. José Millet
Investigador Auxiliar, Profesor Asistente y escritor
Director del Centro de Investigaciones Socioculturales, Instituto de Cultura del Estado Falcón
Edificio Sta. Rosa, Coro, Patrimonio de la Humanidad
Estado Falcón
República Bolivariana de Venezuela.
E-mail: milletjb2004@yahoo.commilletjb2007@gmail.com
WEB: www.archivocubano.orgwww.afrocubaweb.comwww.latinoamerica-online







Página enviada por José Millet
(22 de agosto de 2008)


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