Cuba

Una identità in movimento


Algunos comentarios sobre la conferencia de Mario Coyula "El trinquenio Amargo y la ciudad distópica: autopsia de una utopia"

Raymond Muller


A pesar de los pesares, pero gracias sobre todo a su particular capacidad por no dejar de lado ninguno de los aspectos de la sociedad cubana, particularmente la habanera, que de una forma u otra han incidido sobre el tratamiento del medio construido en la ciudad capital en este casi medio siglo de vida revolucionaria, Mario Coyula tira un bilán de su análisis que, en mi opinión, no es tan catastrófico como se pudiera pensar.

Como bien anota Eliana Cárdenas en su crónica de la revista Arquitectura y Urbanismo sobre la conferencia ofrecida el 19 de marzo pasado, las idées expresadas por Coyula no son nuevas, y tocan problemas más o menos conocidos y vividos por la mayoria de los profesionales implicados de una forma u otra en el quehacer cotidiano del universo de la Arquitectura, la Ciudad y el Urbanismo, pero también la planificación física, durante decenios. La novedad es que un debate alrededor de "la política cultural de la Revolución: memoria y reflexion" acaba de surgir en Cuba, y el campo de la Arquitectura, por supuesto, no podía quedarse fuera. Es verdaderamente la primera vez que tal acontecimiento público se produce.

Coyula reconoce de entrada que, contrariamente a otras diciplinas culturales, "la crítica y el debate son especialmente dificiles en los asuntos que tienen que ver con el medio construido" por las características de éste, y sobre todo por "su vinculación con políticas y políticos".

El no lo dice en forma clara y tagente, pero todas las dificultades y los errores que él señala en el campo que le ocupa se han producido y siguen produciéndose debido al sistema de gobierno y de organización de la sociedad cubana que rige la Isla desde 1959. Un sistema que ha permitido el surgimiento de dogmáticos que tuvieron recelos en "dar una participación activa y consciente a la población en la identificación y solución de sus propios problemas", que son "afiliados a un pragmatismo tecnocrático", que "celebraban la disposición obediente de subordinados ineptos para cumplir sin titubeos metas y directivas", que ha permitido propiciar un proceso de centralización excesiva del aparato estatal de la construcción, y trasladar la autoridad del arquitecto y del proyectista al constructor y al inversionista. Para hacer corto en este aspecto, repito aquí una frase que lo dice todo: "los problemas que aparecieron en la producción arquitectónica fueron a la vez causa y resultado de una excesiva centralización que cerraba las alternativas y anulaba la crítica sobre los méritos y defectos de una obra, confundiendo el valor social con la significación cultural." Punto. Por si se ignora, estos problemas no son propios de la sociedad cubana, se producen en cualquier pais, todos en mi opinión, cuyo aparato productivo tiene lineas de mando verticales, muchas veces con mayor agudez y destrozos para los interesados y la población usuaria.

Sin embargo, hay una dimension del problema, a mi juicio muy importante, que Coyula no toca, ignoro si por olvido o por voluntad propia.

Se trata del problema del entorno geopolítico internacional agresivo, el cercano como el más distante, que condiciona desde siempre lo esencial y lo cotidiano de la vida de todo el pueblo cubano desde casi el primer día de la Revolución. Lamento tener que recordar, lo que no debería ser, que Cuba, simplemente por declararse socialista, es la única nación del continente americano sometida a tal engendro de genocida y agresión perpétua que ha sido la causa como en ningun otro pais de numerosos dificultades, no todas por cierto, que se han observado y se observan en todos los aspectos, y no solamente en el medio construido. Coyula menciona una sola vez, finalizando una frase, "una desestabilizacion interna qui incluyó agresiones armadas con apoyo extranjero" en la "primera mitad de los 60", sin darle al bloqueo en otro momento de su intervención la plaza que le compete, conjuntamente con el desmoronamiento de la URSS en particular durante el periodo especial, en la degradación no solamente de las condiciones de vida de la poblacion cubana, de las infraestructuras sociales - vivienda, transporte público -, sino también y sobre todo de su capacidad productiva a todos los niveles. Si desde algún tiempo renacen esperanzas de mejoras económicas y sociales, sin que aún las manifestaciones de corrupción, de descontrol de la calidad de las obras, de deterioro de la cultura ciudadana, de laisser faire, de proliferación de "macetas", etc. hayan sido vencidas, es por la extraordinaria capacidad de resistencia del pueblo cubano que sucita el respeto de decenas de millones de personas en el mundo entero.

Coyula se regocija con razón en constatar "la impresionante obra de la Oficina del Historiador de la Ciudad (...) cuando se le permitio desarrollar sus propios negocios como fuentes independientes de ingreso, conciliando el interés cultural con el éconómico". No quiero imaginarme lo que el pueblo cubano hubiera podido realizar con los 86 mil millones de dólares que Cuba dejo de disponer hasta 2006 por concepto de bloqueo estadounidense extraterritorializado.

Pudiera seguir comentando aspectos interesantes de la intervención de Mario Coyula sobre los cuales vale la pena atardarse y reflexionar. Tal vez lo haga con más tiempo, otro día. Esto hoy, solo para entrar en materia, ya que vine a conocer el texto de la conferencia hace a penas dos días.

Para finalizar, quiero manifestar mi decidido apoyo al ciclo de debates en marcha coincidiendo plenamente con la afirmación que precisa que "hay que saber avanzar a partir de las contradicciones, no acallándolas".

No hay dudas que mis colegas cubanos están hoy más preparados que nunca para este bello propósito.

    Abril 3 del 2007


    Raymond Muller, arquitecto jubilado, Ginebra — Suiza.
    Actor en parte de la historia contada por Coyula, para hacer arquitectura, pero sobre todo Revolución.
    Llegado a Santiago de Cuba en 1964 donde integró en los años 70 el Grupo de Obras escolares del DESA como proyectista y control de calidad de obra. Y muy orgulloso de haberlo sido.




Pagina enviada por Desiderio Navarro
(6 de abril de 2007)


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