Cuba

Una identità in movimento


Proverbios yorubas

Heriberto Feraudy Espino


El esposo de Ajibabi se despierta temprano en la mañana, cuando se estaba preparando para ir al trabajo, llama a su esposa para que le prepare el desayuno. Ella responde:

Emi Ajaibabi, ngo ma ráye
tire nisisi yi o mo ni nkan
gbo lorun ju onje lo.

Yo, Ajibabi, ahora no tengo tiempo para ti. Tengo cosas que hacer aparte de la comida.

Esta respuesta condujo a una tremenda discusión llena de insultos e improperios. Incapaz de continuar con la guerra de palabras, el esposo de Ajibabi coge un palo y avanza sobre su esposa, ella grita, llegan los vecinos a calmar la pelea. El suegro de Ajibabi, en un intento por resolver la pelea a la manera tradicional, manda a buscár a algunos vecinos, pero antes de la llegada de estos, aparece inesperadamente la madre de Ajibabi. Se le cuenta lo que ocurrió. Entonces se reúnen los vecinos y un grupo de amigos y finalmente el problema se resuelve fraternalmente.

En el citado relato las expresiones proverbiales son claras y concisas. Ejemplo: En un rnomentp de la reunión pacificadora, la madre de Ajibabi le advierte a su hija que se mantenga firme, en su casa matrinionial. Fortalece su planteamiento con un proverbio cuando dice: Ibi ti a ba ni yo si ni Iyó somo si (la sal nunca se va de donde tú la pongas hasta que cae el agua). Corto es el proverbio, mas su mensaje es agudo, mordaz y de profunda significación. Dice, de hecho, que su hija vivirá para ser abuela y morirá en la casa de su esposo. Aconseja también al esposo a que mantenga más paciencia Onisuru ni joba alawusa (és el contricante paciente el que sube al trono de Alawusa) y cuando finalmente dice: Agba ti ko binu ni omo re l po (los más tolerantes casi siempre tienen más hijos) está pidiendo indirectamente al esposo que no haga caso y olvide lo mal hecho por su esposa. Esta es, además, una forma muy yoruba de decirle al hombre que él es culpable de la pelea.

Entre los yorubas es muy común el uso de proverbios y refranes; hay quien ha llegado a afirmar que existen alrededor de unos 12 000 proverbios, pero realmente resulta muy difícil aproximarse a una cifra, lo cierto es que generalmente, en las conversaciones, se acude a estos para expresar un consejo, una advertencia, una insinuación.

He aquí una breve selección de proverbios yorubas:

  • A já ni l’aiya bi ailowo lowo; ailowo ajaiya
    Cuando uno tiene sangre negra no escupe saliva blanca.

    En yoruba, sangre negra significa odio.

    Es mejor hablar o decir lo que uno tiene por dentro a esconder estos sentimientos. No es bueno fingir que queremos a alguien que realmente odiamos.

  • A ki igbe odó jiyán bi ose ho tabi ko ho.
    Al lado de un arroyo uno no se pone a discutir si el jabón hache espuma o no (pues hay agua para probarlo).

    No hay nocesidad de discutir cuando hay una forma de demostrar el asunto. Es mejor demostrar la verdad sobre un asunto que ponerse a discutir sobre él.

  • A ki iru eran erin l'ori ki a má fi ese tan iho iré.
    Cuando uno lleva carne de elefante sobre su cabeza no debe ponerse a revolver en el agujero de un grillo con el pie.

    Uno no debe arriesgarse a perder algo importante por algo que no lo es.

  • A ki iso pe a o be eni kan lori loju omode, lorun ni ima wo oluware.
    En presencia de un niño no se comenta que alguien va a ser decapidado: cuando ese niño vea a la persona lo primero que hará será mirarle el cuello.

    Es mejor no repetir rumores sobre una persona ya que aquellos que los oigan comenzarán a mirar a esa persona con desdén.

  • Abiyamo ota agan, eni nsise ota ole.
    La persona que trabaja duro se gana la enemistad del vago.

    El vago nunca desea el bien a la persona trabajadora. El hombre que ocupa una posición baja siente envidia del que ocupa una posición alta.

  • Ajejé owo kan ko gbe igbá de ori.
    Con una sola mano no se puede levantar un güiro a la cabeza.

    Al hacer una tarea que no se puede llevar a cabo con una sola mano uno siempre debe buscar ayuda. Hay muchas cosas que dos personas pueden hacer mejor que una sola: esto es particularmente cierto en la crianza de los niños donde se necesita la cooperación del padre y de la madre.

  • Ale tí ko ti oju eni le, a ki imo okunkun re irin.
    Si la noche no cae en presencia de uno es difícil caminar en su oscuridad. Uno solo puede caminar facilmente por un camino oscuro cuando lo ha visto en la claridad.

    Uno no debe meterse en los asuntos si no conoce los detalles.

  • Aringbéré ni yio mu oyé dele, asaretete koba oyé je.
    Aquel que camina lentamente (actúa inteligentemente) se lleva un título a casa: el que corre (actúa descuidadamente) pierde la oportunidade de disfrutar del título.

    Es poco sabio tomar decisiones a la carrera en asuntos de importancia. Antes de actuar uno debe pensar claramente y sopesar las consecuencias, aunque tarde más.

  • Aró ki ijo lasan; omo-araiye ni ifonna si i.
    La chimenea no trabaja por sí sola; hay que poner el fuego (madera, carbón) en ella.

    Debes tener cuidado cuando tus asuntos toman un camino no favorable; puede que haya alguien trabajando secretamente en tu contra.

  • Aseseyo ógomó ni on yio kan orun, awon asiwaju re ni awon na se be ri.
    Cuando por primera vez apareció el penacho de una palma joven dijo que su objetivo era llefar al cielo.

    Esto se dice de los jóvenes quienes debido a su inexperiencia no se percatan de las limitaciones y no prestan atención a los consejos de los más viejos.

  • Asokó fun adie igba, ókó ni iso titi fi nsu.
    El que le tire piedras a 200 gallinas, tirará piedras hasta que caiga la noche.

    Uno debe limitar sus actividades y objetivos a hacer unas cuantas cosas bien hechas: no es bueno ser un "aprendiz de todo y maestro de nada".

  • Asorokele boju wo igbe, igbe ki iró, eni ti a ba so ni ise iku pa’ni.
    Aquel que cuchichea mira hacia el bosque, pero el bosque no chismea. Aquel al que le dijiste tus secretos es el traidor.

    No te digas muchas cosas sobre tus negocios a la gente. Un secreto compartido deja de ser un secreto.

  • Bi ajá wo agbada ina, ti amótékún wo ewu eje, ti oliginni sán akisa mo idi, egbe aperanje ni ise.
    El perro lleva un vestido de fuego; el leopardo un vestido de sangre y el gato solo un trapo atado a su cuerpo. Pero todos son animales de una misma especie que matan y se comen a otros animales.

    Las apariencias a veces engañan. Uno no debe juzgar las cosas por sus apariencias sino por lo que son en realidad. A un hombre no se le debe privar de sus derechos solo por su aparencia.

  • Bi igi ba wo lu igi, eyi ti o wa l'oke ni a nko ke.
    Si un árbol cae sobre otro se debe cortar primero el que está arriba.

    Cuando hay muchos asuntos que requieren atención al mismo tiempo se necesita tener cuidado al ordenarlos: se deben tratar de forma que no creen una confusión o un malentendido.

  • Sí omode subu a wo iwaju, bi agbalagba subu a wo ehin.
    Cuando un niño se cae mira hacia el frente: cuando un anciano se cae mira hacia atrás.

    Cuando un joven fracasa en su empeño debe mirar hacia atrás para encontrar la causa de su fracaso.

  • Bi oni ti ri, ola ki iri be, ni imu babalawo difa orurún.
    Es poco probable que las cosas estén mañana igual que hoy; es por eso que el babalawo consulta al oráculo lfá cada cinco días.

    Uno debe estar preparado para los cambios en este mundo: las cosas no siempre salen como uno desea.

  • Bi owo ko sin ile ti ko sín enu, bi o ba se oluware yioyo.
    Si la mano no deja de ir continuamente del plato a la boca, al final uno quedará satisfecho, no importa cuán pequeño sea el bocado.

    No ignore las cosas pequeñas. Cada grano de arena puede formar una montaña.

  • Eni ti nwale ni nsínkú, eni nsunkún npariwo.
    El que cava la fosa solo solo entierra el cadáver. El hombrec que llora solo hace ruido.

    Aquellos que, a pesar de circunstancias desfavorables pueden controlar sus sentimientos y hacer las cosas esenciales cuando otros están llenos de pánico, son los que mejor servicio brindan a la sociedad a la que pertenecen.

  • Eni ti o jin si koto ko ara ehin logbon, adaniloro fi agbara k’o.
    Aquel que cae en un hueco enseña a los que vienen detrás a tener cuidado.

    Uno debe aprender de las desgracias de otros.

  • Eni ti yio la oyin inu apata ko ni wo oju ake.
    Aquel que quiera comer miel de una roca no le importará lo que le suceda a la hoja de su hacha.

    Cuando un hombre quiere algo debe estar dispuesto a pagar por ello.

  • Gba mi l'asiko ójó, ki ngba o lasiko erún.
    Ayúdame durante la estación de las lluvias y yo te ayudaré en la estación de sequía.

    Uno debe brindar brindar ayuda recíproca. Aquel que yude a otro siempre recibirá ayuda.

  • Ibinu ko se nkan, suru ni baba iwa.
    La ira no logra nada; la paciencia es la principal virtud.

    El hombre que se encolerice fácilmente debe tratar de dominar su genio, ya que es muy probable que se busque problemas si no es paciente en circunstancias que demandan serlo.

  • Iwa ni orisa: bi a ba ti hu u si ni ifi gbe’ni.
    El carácter es como un dios: este te apoyará según te comportes.

    Si tienes buen carácter serás beneficiado.

    "Recogerás lo que siembres".

  • Iwon ni eni ti o gun elede yó mo: eni ti o gun esin papa ile ni vio hekin si.
    El que va a lomo de un puerco no debe sentirse muy alegre. Lncluso el que monta a caballo más tarde o más temprano tiene que bajarse de él.

    No te alegres demasiado con el éxito, pues puede ser pasajero. Este proverbio a veces lo utilizan personas que no han tenido éxito, para minimizar los éxitos de los demás.

  • Orisa ti ngbe ole ko si, nitori apa eni ni igbe'ni. No hay dios que apoye a un hombre en su vagancia: el mayor apoyo del hombre es su propio brazo.

    No tiene sentido sentarse a esperar la ayuda de otros: el hombre debe trabajar para lograr sus objetivos.

  • A ki ije ókelé l'ori ókelé, a ki ifi ina s’ori orule sún.
    Después de estar lleno nadie sigue comíendo. Nadie se va a la cama con la candela encendida en el techo.

    Cuando existe una situación tensa, es mejor lidiar con ella de una vez en lugar de fingir que la misma no existe.

  • Abata takete enipe ko ba odo tan.
    El pantano se mantiene al margen como si no estuviese emparentado con el río.

    Este comentario se utiliza en referencia a personas que deben interesarse en algo, pero prefieren ignorarlo o se niegan a aceptar parte de la responsabilidad.

  • Adan dorikodo o nwo ise gbogbo eiye.
    El murciélago se cuelga de cabeza, mirando lo que hacen los pájaros.

    Esto se dice a quienes observan una situación y se toman su tiempo.

    "Mira antes de saltar".

  • Afómó ko ni egbo gbogbo igi ni iba tan.
    El parásito no tiene raíces. Son los árboles sus parientes.

    Se refiere a la persona que se une a otra porque esta última disfruta de una mejor posición.

  • Agadagodo ko mo inu ara won.
    Los candados no conocen cómo es la construcción de cada uno de ellos por dentro.

    Esto se dice cuando existen malos entendidos entre personas de las que se espera se entiendan entre sí.

  • Aito ehin ka ni a nfi owo bo o.
    Cuando, aún sin ser muy viejos, perdemos los dientes, nos tapamnos la boca con las manos.

    El hombre que no es capaz de hacer una cosa con éxito trata de esconder lo que está haciendo. Aquel que está seguro de lo que hace no lo hará en secreto.

  • Aiye l'okun enia l'osá, aiwowe ko le gbadun aiye.
    El mundo es el océano, las personas en él son las lagunas. Si no sabes nadar (o sea, entender a las personas en el mundo) nunca podrás disfrutar de la vida.

    Es importante que todos estudien a las personas y a las situaciones antes de emprender una acción en particular. Uno debe tener tacto y saber cómo tratar con todo tipo de personas.

  • Akóni ko ni ki a sika bi a ko nika ninu; tani nko'ni ki a to se rere.
    El maestro no nos enseña a hacer el mal si no tenemos el mal por dentro. ¿Quién nos enseña a hacer el bien?

    Este es un comentario satírico referente a personas que intentan justificar algo mal hecho diciendo que fue alguien quien los llevó a hacerlo.

  • Asape fun were jo, on ati were okanná.
    Aquel que palmotea para que el loco baile es tan loco como el loco mismo.

    Las personas que esconden los males de otros son también culpables.

  • Asóró kókó sebi ti on lá nwi, asebuburu o ku ara ifu.
    El chismoso siempre piensa que la gente está hablando de él.

    Él que hace un mal siempre sospecha de los otros. Los malvados siempre piensan que los demás son como ellos.

  • Atampako ni onikími ika, omo ku omo deyo.
    El dedo gordo es el más fuerte entre los dedos. Cuando muere el padre los hijos se riegan.

    Al igual que los dedos, inútiles cuando no se tiene el dedo gordo, los hijos se riegan cuando el padre se muere.

  • Aye ki iha adie ki o ma de idi aba re.
    No importa cuán difícil sea el caminó, la gallina siempre encuentra sus huevos.

    Esto se corresponde con "cuando se quiere, se puede". Se utiliza para mostrar la fuerza del amor de madre.

  • Bi aja r’oju ekun a paroro.
    Cuando el perro ve una cara de leopardo está quieto.

    Cuando el hombre está en presencia de sus superiores es cuidadoso en su comportamiento.

  • Egbe eja ni eja nwe to.
    Los peces de un mismo tipo nadan siempre uno tras el otro.
    Los peces siempre nadan junto a aquellos de igual tamaño.

    Las personas en la misma estación de la vida siempre andan juntas. Las personas con un mismo carácter andan juntas.

    "Dime con quién andas y té diré quién eres".

  • Eni sun ni á á jí, a ki iji apiroro.
    Uno despierta al que está durmiendo no al que finge dormir.

    Cuando alguien finge algo lo mejor que se hace es evitarlo o ignorarlo.

  • Enu aimenu, été aimete ni iko oran ba éréké.
    La boca que no se calla y los labios que no dejan de moverse solo traen problemas.

    El que mucho habla mal acaba.

  • Enu ki iriri ki elenu ma le fi jeun.
    La boca no puede ser tan sucia que su dueño no pueda comer con ella.

    Es difícil ver nuestras propias debilidades, a nuestros, ojos todos lo que poseemos es bueno.

  • Gbangba di ekun, kedere be e wo.
    Cuando el leopardo anda suelto todo el mundo ve.

    Se utiliza cuando algo es de dominio público. Todo el mundo lo conoce.

  • Gudugudu f’oju jo ésúrú beni ko se je.
    Gudugudu se parece al esuru, pero no se puede comer (el esuru es una especie de ñamé, el gudugudu es una variedad venenosa).

    Todo lo que parece bueno no tiene calidad. Todo lo que brilla no es oro.

  • Ijo mbe ninu aro, ese ni ko si.
    El cojo sabe bailar, pero no tiene pies.

    Se dice de la persona a quien no han dado una oportunidad para que muestre lo que puede hacer.

  • Iwa rere ni eso enia, chin funfun ni eso oge.
    Unos dicen que el carácter es el adorno del hombre, dientes blancos son el adorno de una fina mujer.

    Este es un comentario sobre la importancia de un buen carácter.

  • Iwa jo iwa ni ije ore.
    Caracteres similares crean una amistad.

    Dos personas no pueden ser amigas a menos que tengan muchas cosas en común.

    "Enseñame tu amigo y te diré quién eres".

  • Ohun ti o wu mi ko o, a jeun wa latóto.
    Lo que yo deseo para comer, tú no quieres comerlo, nosotros debemos comer por separado.

    Cuando dos personas no concuerdan, lo mejor es separarse.

  • Iku eja ni imu eja mo ilu.
    Fue la muerte del pescado la que trajo el pescado al pueblo.

    Se dice cuando las circunstancias fuerzan a alguien a hacer lo que él normalmente no haría.

  • Onisango ti o jo ko tapa, abakú ara re ni.
    El adorador de Sangó que baila y no mantiene el aire, se perjudica él mismo.

    Conservar el aire es parte del baile de Sangó y solo los que lo han practicado pueden hacerlo bien.

  • 0loginni re ajo, ile di ile ekute.
    Cuando el gato sale de vacaciones, la casa deviene hogar de los ratones.

    Cuando el responsable se marcha, sus subordinados hacen lo que les da la gana.

    "Cuando los gatos están fuera, los ratones pueden jugar".

  • Otun we osi, osi, we otun, ni owo mejeji ñ nmo.
    Cuando la mano derecha lava la izquierda y la izquierda lava la derecha, ambas manos quederán limpias.

    La ayuda mutua es beneficiosa para todas las partes concernientes.

  • Odun oni o ku m’erin, emi o ku m’efon, odun meta oni o ku ni oba nrenwaaju tabi ola nrehin.
    Este año tú matas un elefante, el año próximo matas a un búfalo, pero un año después matas un ratón. ¿Está marchando tu honor hacia adelante o hacia atrás?

    Esto se dice cuando alguien no está en el trabajo o en los estudios.

  • Kokoro ni idi labalaba, eyín ni idi akuko.
    Es la oruga la que se convierte en mariposa , es el huevo el que produce la gallina.

    Uno no debe subestimar a un niño pequeño porque él crecerá y se convertirá en un hombre y tal vez en un hombre de alta posición.

    "No desprecie pequeños comienzos".

  • Inu eni ni oruko ti a so omo eni igbe.
    El nombre que le daremos a nuestros hijos permanece dentro de nosotros y no es revelado (El nombre que se le da al muchacho al nacer es algo especialmente importante para yorubas.

    Es razonable mantener ciertas cosas en secreto hasta el tiempo apropiado.

  • Orisa bi ifun ko, si, ojojumo ni igba ebo.
    No hay ídolo tan caro como el estómago que recibe ofrecimiento todos los días.

    Se dice cuando se debe hacer algo de forma repetida.

  • Odo ki ikun bo eja l’oju.
    El río nunca está tan lleno como para cubrir los ojos del pescado.

    El proverbio es usado como un reproche a alguien que se acerca al jefe superior por encima del inmediato, Si un hombre es tu verdadero amigo puede conocer tu secreto.

  • Jo mi, jo mi, óku, ón roro ni iso da.
    Sé como yo, sé como yo, estas palabras hacen a uno un maestro recio.

    Por medioo de este proverbio se le aonseja a la familia permitirle a los muchachos seguir su propia vocación y no forzarlo a adoptar la profesión o actividad de los padres contra su voluntad.

  • A ki igba akáká l’owo akíti; a ki igba ile baba eni.
    Usted no puede hacer del mono un hombre, pero tampoco debe olvidar que el hombre viene del mono.

    Una persona no puede transfornar su carácter.

    "El leopardo no puede cambiar sus pintas".

  • Bi a l’ogun eru bi a l'ogbon Iwofa, o mo eni ni omo emi.
    Si un hombre tiene 20 esclavos, si un hombre tiene 30 Iwofa, su hijo siempre es su hijo (Un Iwofá es un sirviente que trabaja por su préstamo).

    No obstante todo el interés que un hombre pueda tener por su esclavos o peones, el interés por su hijo siempre será major.

    "La sangre es más espesa que el agua".



Tomado de: HERIBERTO FERAUDY ESPINO, Yoruba. Un acercamiento a nuestras raíces, La Habana, Editora Política, 1993, pp. 202-215


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