Cuba

Una identità in movimento

Partido Revolucionario Cubano: Vehículo idóneo para la independencia

Yudith Madrazo Sosa



"EL Partido Revolucionario se funda para asegurar a la patria esclava, de parte de sus hijos ausentes, la voz y el voto que le niegan sus dueños presentes; para componer la guerra imprescindible de modo que no falle por el temor o desconocimiento del país, sino que triunfe por el concierto de espíritu y de forma con la voluntad explorada de él; para que entren en la guerra de la república, en justo equilibrio, todos los elementos necesarios a su constitución" (...).

Así expresaba el Maestro en el discurso que pronunció en Cayo Hueso, el 17 de abril de 1892, siete días después de haber proclamado en ese mismo lugar, en el aniversario de la Constitución de Guáimaro, el Partido Revolucionario Cubano (PRC). Planteaba en una de sus Bases que

"... el PRC no se propone perpetuar en la República cubana, con formas nuevas o con alteraciones más aparentes que esenciales, el espíritu autoritario y la composición burocrática de la colonia, sino fundar en el ejercicio franco y cordial de las capacidades legítimas del hombre, un pueblo nuevo y de sincera democracia, capaz de vencer, por el orden del trabajo real y el equilibrio de las fuerzas sociales, los peligros de la libertad repentina en una sociedad compuesta por la esclavitud".

En ella se pone de manifiesto el alto vuelo político de esta agrupación, la cual dentro del siglo XIX latinoamericano, tuvo la connotación especial de ser un partido para la independencia, no una asociación con fines electorales. Entre sus objetivos, además de lograr la liberación nacional de la Isla y fomentar la de Puerto Rico, estaba también impedir la expansión de los Estados Unidos hacia el Sur.

Desde su creación impulsó concepciones que rechazaban cualquier vínculo con el gobierno o la política norteamericana.

En las proyecciones de este Partido estuvo presente la América toda, pues Martí no concebía la independencia antillana sin la emancipación continental.

Otra de las características del PRC es que no era excluyente.

Todo individuo que aceptase las Bases y los Estatutos podía pertenecer a él sin distinción de raza, nacionalidad, religión o género.

Su base social fundamental la constituían los obreros de la emigración, principalmente tabaqueros, y los sectores económicamente más débiles de la pequeña burguesía, en su mayoría intelectuales al servicio de Cuba.

En la práctica funcionó como el partido de las masas populares y proyectó tanto su actuación histórica como su ideario a favor de los intereses del pueblo cubano.

Su carácter radical lo convirtió en promotor de la revolución más democrática y profunda del continente en el siglo XIX.


Fuente: http://www.5septiembre.cu/cultura4.htm


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