|
Cuba |
|
Una identità in movimento | ||
|
El órgano de Manzanillo
María Argelia Vizcaíno
La música del órgano manzanillero, El origen del órgano de Manzanillo según el admirado escritor amigo Pepito Sánchez-Boudy en el artículo "Organos de mi Cuba" publicado por el Diario las Américas, lo precisa en tiempos coloniales que el gallego Borbolla envió a su hijo Francisco a París
... para que aprendiera su construcción, amén de la música.
Así que los primeros órganos que llegaron a Manzanillo vinieron de "la ciudad luz" pero pronto
... fueron fabricados por Francisco Borbolla; por artesanos cubanos. Y las piezas picadas en el cartón buriladas, en él, por el hijo.
Esa gran hija de Mazanillo, Amalia Cunado, ha escrito explícitamente para la revista Guacanayabo del segundo trimestre de 1999:
Desde el taller de Don Francisco Borbolla, sito en la calle Saco entre Villuendas y Merchán, en la casona que albergaban también la casa de la familia y la joyería Borbolla, salían diariamente aquellas joyas con distintos destinos.
Es muy curioso lo que nos cuenta, sobre todo para los que no vivimos aquella época y los que no somos de la zona:
En las mañanas era frecuente que se dirigieran a tocar frente a las casas de las personas que celebraban su onomástico en ese día.
Los santorales del mes de mayor popularidad como San Antonio, Santa Ana, Santiago Apóstol, etc.,
... tenían su cuota de estas "mañanitas manzanilleras" (...) a eso de las cuatro de la tarde, uno o dos camiones portando enormes cartones (...) llegaban a la casa Borbolla y cargaban uno o dos órganos, que recorrían las calles de los distintos barrios para dejarle saber al pueblo entero que en el teatro Manzanillo, en el Popular o en el Martí, se pasaba tal o cual película (...) y la cartelera cambiaba diariamente.
Así que todos los días Manzanillo andaba muy animado gracias a sus órganos criollos. Además, de jueves a domingo los órganos amenizaban
... los bailes de la loma, aquellos bailes en los barrios a veces "non sanctos" (...) en uno de estos bailes apuñalaron a Juan Candé, organista amigo del trago y bastante peleonero.
Pero es que desde siglos anteriores era costumbre en todas las orquestas populares recibir además del dinero, que se les surtieran de alcohol para toda la noche, y fue el exceso de ese líquido embriagante lo que trajo a los organilleros la mala fama de "pleiteros" con los drásticos finales como el de Candé, al que después de muerto los colegas rindieron un merecido tributo, porque en vez de acudir al entierro la Banda Municipal, como de costumbre, fueron más de media docena de camiones con sus órganos para tocarle "Se va el Caimán"
El gran musicólogo Natalio Galán, en Cuba y sus sones detalla que los órganos alcanzaron
... su climax por el 1930, cuando el compositor culto Carlos Borbolla perforaba sus sones en el cartón plegado que facilitaba la rítmica e intervalos al jadeo de sus tubos, sin entonar ya polkas y valses finiseculares...
Es este detalle lo que los convirtió en más regionales y únicos, en un verdadero "distintivo manzanillero". Carlos Borbolla es el "heredero del negocio de su padre" Francisco.
Sólo hay una pequeña confusión, él nos dice que los primeros órganos fueron importados de París por Borbolla, y creo que serán los primeros órganos que llegaron a Manzanillo porque en la primera publicación diaria de Cuba que fue el Papel Periódico, apareció en marzo de 1794 un anuncio de venta de "un juego de órgano grande y a cuatro cilindros" por trescientos pesos.
Así que ya en esa fecha los órganos de origen español eran frecuentes en Cuba, pero como define el Dr. Díaz Ayala en Del Areyto a la Nueva Trova, los grandes órganos de origen francés con repertorio netamente cubano "es cosa de Manzanillo", que a nadie le quepa duda.
Algunas veces se han confundido el órgano manzanillero u organillo con la pianola y es que en realidad se parecen, pero éste último nos explica Díaz Ayala en el mentado libro:
... es un híbrido del piano y del organillo y suena como aquel, pero funciona a base de rollos perforados que producen el movimiento de las teclas, como en el organillo, pero en vez de una manigueta como éste, basta darle a unos pedales y el rollo corre, las teclas se mueven solas, como por arte de magia y la música suena.
Por lo que otra peculiaridad del "Organo Manzanillero" además de tocar música auténtica cubana, gracias a los sones originales que le imprimiera Carlos Borbolla, es que tiene que tener un ejecutor fuerte que sepa accionar la manivela con uniformidad y el calor y el cansancio no lo venzan, por eso casi siempre los organilleros eran de la raza negra como lo fue Santiago Fornaris, que llegó a tocar en el Palacio Presidencial a petición del presidente Machado. Sin olvidar, esa cantidad de leyendas que merecen un tomo aparte, y que llegaron a mistificar el órgano enriqueciendo a su vez el folklore cubano.
Para Alejo Carpertier el "Organo de Mazanillo" — aunque los hubo después en casi toda la provincia de Oriente — es "una verdadera orquesta automática". Para mí es una joya arquitectónica que vibra, demostrando la idiosincracia musical del cubano que todo lo que produzca sonido ha sido capaz de acriollarlo y sacarle auténticas creaciones nacionales.
Cuba. Una identità in movimento
bronca y sencilla, producida mecánicamente con la manivela,
con el acompañamiento de tímpano, güiro y tumbadora,
es música de esferas celestiales para manzanilleros
(Cristóbal Díaz Ayala, Del Areito a la Nueva Tova).
Webmaster: Carlo Nobili — Antropologo americanista, Roma, Italia
© 2000-2009 Tutti i diritti riservati — Derechos reservados