La Compañía Teatral Rita Montaner ha dado a la luz las bases de una nueva línea de trabajo que en breve acometerá desde su conocida sala El Sótano, pronta a cumplir medio siglo de vida el próximo diciembre.
El proyecto, que toma como nombre Nuevas voces y visiones, se inserta en las preocupaciones y esfuerzos en torno a la socialización de las obras de los más nuevos y poco conocidos dramaturgos de nuestro país y al desarrollo de los directores escénicos emergentes.
Rinde tributo al maestro Rubén Vigón, diseñador, director artístico, empresario teatral, promotor cultural y pedagogo, y a la experiencia de los Lunes de Teatro Cubano, llevada a cabo por él durante el inicio de los años sesenta, que dio a conocer a varios nuevos talentos en la esfera de la escritura teatral.
En su aniversario 45 la institución teatral que conduce el dramaturgo y director Gerardo Fulleda León ha decidido convertirse en promotora de esta nueva empresa que privilegia el conocimiento y divulgación de textos inéditos, con niveles de excelencia que enriquezcan y aporten vitalidad y frescura a las filas del panorama escénico cubano actual.
Para ello la compañía cuenta con la participación de un grupo de jóvenes directores, actores, diseñadores y, por supuesto, dramaturgos, a los que se suma el apoyo imprescindible de todos sus integrantes.
En cuanto a los autores participantes, no serán significativas las características etarias ni educacionales de los mismos, tan solo los valores que exhiban sus textos; aunque es intención del proyecto poner especial énfasis en los autores jóvenes y poco conocidos, así como en los directores escénicos de nueva promoción quienes tendrán en el presente espacio una oportunidad cierta de ver sus correspondientes creaciones en escena, pudiendo alcanzar el diálogo con el público.
Las nuevas puestas en escena contarán con un espacio de representación alternativo los martes y miércoles, que podría extenderse al intervalo comprendido entre jueves y domingo en el caso de aquellas que demuestren ser merecedoras de figurar en la cartelera oficial, con vistas a tener una confrontación más general con el público regular de los espacios habituales de la Sala-Teatro "El Sótano".
Los textos seleccionados, y por consiguiente los montajes, tendrán mayormente un carácter de búsqueda, de experimentación, de riesgo, y no necesitan estar supeditados a los mismos presupuestos artísticos que rigen para las obras del espacio principal del fin de semana.
El breve grupo de colaboradores con que se iniciará el proyecto es susceptible de aumentar su número en el futuro siempre y cuando las auténticas necesidades artísticas o logísticas de las obras así lo requieran.
Los actores y directores profesionales interesados, sean evaluados o graduados, pueden presentar sus proyectos a cualquier miembro del Consejo de Coordinación y participar luego en los mismos. Los autores percibirán el pago correspondiente por concepto de derecho de autor de las obras representadas.
Con vistas a su buen desarrollo el proyecto ha previsto las siguientes condiciones:
- Los dramaturgos no podrán dirigir sus propios textos.
- Las puestas en escena deberán tener un límite máximo de 9 actores.
- La escenografía y el diseño de luces deberá ser compatible con los requerimientos técnicos de la obra en cartel para la programación de fin de semana.
El Consejo de Coordinación encargado de poner en marcha la experiencia está conformado por Liliam Ojeda, dramaturga y asistente de dirección, quien es la Responsable de Coordinación; Lilian Susel Zaldivar, dramaturga y asesora teatral, que fungirá como Responsable de Dramaturgia; Ricardo Axel, diseñador escénico, será el Responsable de Diseño, mientras Frank Duquesne y Eduardo Eimil, directores escénicos tendrán a su cargo los montajes de las primeras obras.
Desde hace varios años la Compañía Teatral Rita Montaner auspicia las Jornadas de Teatro Leído que a fines de cada mes de enero se realizan en el contexto mayor de las Jornadas Villanueva en celebración del Día del Teatro Cubano. Indudablemente ha sido esta la génesis de la experiencia que ahora se halla a punto de iniciar. Con este empeño la institución llamará la atención sobre sí, podrá asimismo ampliar su espectro creador y recibirá un poderoso aliento de renovación en tanto pone a prueba sus propias fuerzas y potencialidades.
Se trata de una propuesta generosa, audaz y comprometida, largamente esperada, por necesaria. Este grupo de teatristas ha hecho, como tantas otras veces en la propia historia de la nación, realidad los sueños, posibilidad la imagen, tangible la quimera, presente la utopía. ¡Enhorabuena, a la salud del teatro cubano!
Página enviada por Esther Suárez Durán
(9 de diciembre de 2006)