Cuba

Una identità in movimento

Santos cubanos ayudan a subir la cuesta social

Francisco González Navarro



Segun el refrán, "para abajo todos los santos ayudan", pero en la provincia centro-sureña de Cienfuegos una triada de proyectos de desarrollo humano suben hoy la cuesta, al parecer bajo el signo de sendas deidades.

El santoral católico resulta un elemento muy recurrente en la tiponimia iberoamericana, de ahí que San Lázaro, San Nicolás y Santa Bárbara prestaran sus nombres desde antaño a otros tantos sitios de la geografía en el entorno de esta ciudad, 250 kilómetros al sudeste de La Habana.

Bajo el manto protector de sus patronos, esas comunidades reciben ya los primeros beneficios de programas destinados a mejorar la calidad de vida espiritual y material de sus pobladores.

San Lázaro, el Babalú Aye de los cultos afrocubanos, nombra en esta capital provincial al barrio más humilde de la periferia, albergue de más de tres mil 300 almas, en su mayoría cubanos de la raza negra y mestizos por cuyas venas corre la savia cultural de sus ancestros africanos.

El proyecto de desarrollo multilateral de la barriada estudió primero los hábitos de vida en la comunidad y determinó aprovechar la incidencia del factor religioso en la cotidianidad, narra Pedro Castellanos, un hombre negro y cuarentón, diputado al Parlamento de la Mayor de las Antillas.

En el afán de movilizar a los vecinos por las rutas del mejoramiento humano descubrieron la importancia de colocar a santeros, líderes natos del barrio, en la avanzada de la convocatoria social, que comprende además de la cultura, los campos de la salud, educación y vivienda.

Jorge Pérez, uno de los jefes espirituales de la comuna, aparte de dirigir las acciones de rescate del folclor funge como delegado de circunscripción (concejal), dualidad a través de la cual logro la participacion del binomio fieles-electores en la toma de decisiones en la base del sistema gubernamental de la Isla.

San Nicolás es una cooperativa ganadera en las cercanías de la ciudad, donde la Universidad de Cienfuegos, a través de su Departamento de Ciencias Agrarias, desarrolla un proyecto basado en modelos alternativos encaminados a recuperar la producción de leche vacuna, depauperada durante la crisis económica de los años 90.

El profesor Carlos R. Caballero, principal ejecutivo del programa, enumera entre sus principales acciones el rescate de los pastizales, el manejo intensivo de rebaños, control reproductivo y terapias alternativas para la salud animal, como la homeopatía, medicina verde y acupuntura.

Una reciente evaluación tras un año de aplicación del programa reportó que las vacas duplicaron los 2,3 litros de leche promedio diario que producían al comienzo y los vaqueros incrementaron su salario en un 200 por ciento, aproximadamente, en ese período.

En torno al santuario de Santa Bárbara (Shangó), centro de la vida espiritual del municipio de Palmira, a 10 kilometros de la ciudad capital, crece un proyecto de desarrollo socio-cultural que apela también a la fortaleza de la cultura de raíces africanas.

Un equipo multidisciplinario que agrupa profesionales de la medicina, arquitectura, ingeniería y biología trabaja en la transformación de la comunidad mediante la construcción de viviendas, la creación de nuevas fuentes de empleo y el fomento de grupos de aficionados al arte y el deporte.

Al tiempo que algunos vecinos seleccionan el diseño de su casa a partir de una propuesta del arquitecto, otros se disponen a participar en la reconstrucción del santuario y el botánico Omar Alomá cultiva allí su jardín de mil 200 plantas ornamentales, hospedero de la segunda colección de orquídeas en la Isla.

El vergel de Alomá resulta la academia ideal para el plan de educación ambiental que propicia el proyecto Santa Bárbara a niños y maestros de la comunidad.

Lejos de su cuna en la ciudad turca de Izmit (antigua Nicomedia), la patrona de los artilleros y los bomberos pone hoy su espada al servicio de la causa de una humilde comunidad cubana que aspira a la dignidad en el acto cotidiano de vivir.

Lo mismo podría decirse de las muletas y los perros de Lázaro, como si ambos quisieran afirmar a duo:

"Para arriba, también los santos ayudamos".





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