Una brisa sopla del sur. Aún muchas plantaciones de cítricos están en etapa de floración. El olor a azahares domina el aire en señal de la cosecha de toronjas o el aroma inconfundible de las coníferas, especies que en esta ínsula crecen de manera pródiga.
Neno me invita a recorrer Nueva Gerona. Salimos hacia la ciudad por un polvoriento camino de tierra. Llegamos al restaurante La Cubana. Muchas luces están encendidas aún sin haber oscurecido completamente. Llegamos a la calle 39, la más concurrida de la ciudad, de grandes edificaciones rectangulares al estilo de las primeras basílicas.
Nos impresionan las arcadas, las fachadas sobrias, los anchos portales y las grandes columnas, que se repiten como expresión del barroco antillano. Un grupo de jóvenes camina por la avenida principal. Vinieron a la Isla de distintas regiones del país para participar en el desarrollo del lugar.
En el año 1966 miles de muchachas y muchachos vinieron a esta isla para trabajar, de forma voluntaria, bajo el lema de: A reconstruir lo perdido y avanzar mucho más. Participan en la reconstrucción de los daños ocasionados al territorio por el ciclón Alma.
La composición de los movilizados era heterogénea en cuanto a su procedencia social, nivel cultural, origen laboral y preparación política. Se exigían solo dos requisitos: estar dispuestos a permanecer por dos años de forma permanente en la agricultura y renunciar al puesto de trabajo y al salario en el caso de los trabajadores.
Muchachas y muchachos que dejaron el hogar, el trabajo, la familia, en busca de un futuro mejor. Marcharon a las desconocidas y legendarias tierras de Isla de Pinos, como marché yo a los enigmáticos y a veces embravecidos mares del Archipiélago de los Canarreos.
Nueva Gerona es impresionante. En esta misma calle 39 se encuentran el parque de la Cotorra y los restaurantes el Corderito y el Cochinito que ejecutaron recientemente manos jóvenes.
Casi al final — entre las calles 28 y 30 — están la plaza del Guerrillero Heroico, el Cine-Teatro Caribe y la heladería Coppélia, todas estas obras fueron terminadas o remodeladas el año pasado, en saludo al 26 de Julio.
Penetramos al interior de Coppélia. Hay variedades de sabores. El aire olía a helado de mantecado. Pedimos chocolate. Alrededor de 100 personas están en el amplio local. Ríen y hablan en voz alta.
Tomamos el camino adverso. Pregunto la hora a una señora que está sentada en unos de los bancos, al extremo norte del parque donde se encuentra la iglesia Nuestra Señora de los Dolores, que fue construida en estilo colonial en año 1929. Conversa como una mulata de su misma edad: alrededor de 50 años.
— Las diez de la noche.
— Gracias, señora.
Seguimos caminando rumbo al norte.
Ahora retornábamos al puerto bajando por la calle 26. En el espigón se encuentran fondeados el ferry Jibacoa y el buque el Pinero.
— En el Pinero — me explica Neno — trasladaron a Fidel Castro y sus compañeros hacia el Surgidero de Batabanó después de ser excarcelados el 15 de mayo de 1955.
Llegamos a nuestra embarcación… Una melodía me hace meditar. La interpretan Los Mustang: Suspira la niña.
A las doce de la noche nadie queda en la cubierta, pero no puedo conciliar el sueño. Pienso solo en un nuevo encuentro con la muchacha.
A las 4 de la madrugada escucho el sonido del motor del barco. Minutos después el olor al aromático café que prepara Fausto, el cocinero. Escucho a Benito que le indica al Galleguito:
Inesperadamente para mí, aun sin salir el sol, zarparemos hacia la zona de pesca. Pienso en ella. Solo recuerdo sus palabras y su mirada penetrante que paralizaba la mía. Gerona me ha marcado a mí, también la considero una ciudad del mundo, sitio perfecto para amar, porque Gerona es además de mujer, perla joven que se mece y estremece por las cálidas aguas del Caribe[2]. A la Isla, no llegué por naufragio, sino por el azar de la vida, donde por primera vez sentí la fuerza del amor verdadero.
Notas
- Situada entre las mejores conservadas a nivel mundial, todo ello acompañado de una gran diversidad en la fauna marina y los ecosistemas costeros.
- Donaires de una Ciudad de Carmen Torres Laffita y Ana Esther Zulueta, Sitio Web Radio Caribe.
Lázaro David Najarro Pujol, escritor y periodista.
Labora en la emisora Radio Cadena Agramonte de Camagüey.
Autor de los libros Emboscada y Tiro de Gracia,
ambos publicados por la Editorial Ácana de Camagüey.
Editor del Sitio Web: http://camaguebax.awardspace.com/