La conocida frase de los mosqueteros "todos para uno" fue el titulo del concierto A guitarra limpia que el último sábado de febrero, el 28, realizaron en el patio de las yagrumas, en La Habana colonial, trovadores de la central provincia cubana de Villa Clara: Michel Portela, Yaíma Orozco y Yordán Romero.
Los tres, al igual que los míticos Atos, Portos y Aramís, defendieron "juntos y por separado" dieciocho temas con el apoyo de Adiam Yasser Castillo (bajo) y Alejandro Gil y Reynel Rodríguez (ambos en la percusión), en un recital de una hora y quince minutos que el nutrido público recibió con agrado.
La aligerada dinámica fue una de las características que hizo al concierto particularmente ameno: en nueve, de los dieciocho temas, estuvieron los tres en el escenario compartiendo canciones y se nota que estos tres músicos o ensayan mucho o trabajan sistemáticamente y eso se siente a la hora de enfrentar de conjunto la canción. Basta una mirada cómplice o un guiño imperceptible para corregir el tiro y eso, lamentablemente, en la trova capitalina no es tan evidente: he tenido la experiencia de ver a trovadores sobre el escenario apenas conociendo el tema que, supuestamente, acompañan.
Michel, Yaíma y Yordán se diferencian sustancialmente en cuanto a estilos, pero existe algo en común, algo que los une y, quizás, tiene que ver la relación que existe entre la trova santaclareña y lecturas comunes o sitios literarios afines.
Poseen un gran sentido de la unidad y es probable — quizás hasta seguro — que existan diferencias sustanciales, pero no se echan a ver cuando trabajan en grupo. Otro de los rasgos de la trova actual que se cultiva en esa zona del territorio cubano es la diafanidad en los textos y no quiero decir que estén faltos de imágenes, sugerencias o metáforas, pero son ideas claras, bellamente expresadas y con un sólido basamento intelectual.
Portela exhibe una marcada influencia roquera, Yaíma se inclina hacia el pop, mientras que Yordán apuesta por el bolero. Los tres tienen una personal y distinta fuerza escénica: el primero más explosivo, la segunda con una candorosa ingenuidad y el tercero con cierto aire de nostalgia.
Los temas escuchados en Todos para uno fueron: "Todo a mi favor", "Leve señal", "Abuelo", "Marchitándome", "Nueva melodía", "La noche", "Todo lo que se dice", "Me salvas", "Bolero", "Guajira", "Debo dejar", "Y te besé", "Y te encontré", "Como siento yo", "Reclamo", "El son de Eleodoro", "Aquí todo tiene sentido" y "La raspadura".
Al presentar el concierto, Víctor Casaus, director del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, gestor por más de una década de los conciertos A guitarra limpia, manifestó su "gran satisfacción" por tener en el espacio a