Cuando conocimos la idea por parte de los organizadores del proyecto "La rumba más larga del mundo" dentro de la edición del Cubadisco 2008 nos emocionamos en la medida de ir a la búsqueda de aquellos exponentes de un género que tiene la primacia de divertir a los que participan a través de su música y bailes muy peculiares, no solo por jóvenes y adultos, sino también por niños y adolescentes; dicha expresión tiene su germen y desarrollo en la actualidad preferiblemente en zonas urbanas y citadinas, en lugares como solares, callejones, y esquinas; lo mismo tocan con cualquier implemento como saltén, cucharas, guatacas, taburetes, botellas, y los más usados como los cajones y las tumbadoras, los cantantes improvisan temas cotidianos de la sociedad en lo que el coro apoya creando una armonía totalmente popular.
En todo el país podemos encontrar lo mismo un guaguancó, que una columbia que un bambú, en los que reina la destreza de solistas y parejas que constantemente de forma improvisada generan movimientos, giros, saltos, coqueteos, galanteo; o sea la mujer es quien coqueta y el hombre galantemente en compañía de un pañuelo colocado preferiblemente en el cuello trata de vacunar de forma espontánea tratando de conquistarla, su compañera de baile trata de no permitirlo a través de un mecanismo de defensa realizado con la saya y los movimientos de hombros y giros constantes.
Es por esto que sin dudas constituye uno de los acontecimientos de mayor envergadura dentro del programa del Cubadisco 2008, teniendo en cuenta su valor no solo comunitario y popular sino patrimonial al propiciar la difusión y promoción de una de las manifestaciones de mayor arraigo en la cultura popular y tradicional de nuestro país, en los que en ocasiones no disfruta de la que realmente le corresponde por lo que significa para el afianzamiento de la identidad cultural de nuestros pueblos y ciudades a través de su práctica social por varias generaciones de cubanos.
La concepción de realizar presentaciones in-situ en aquellos lugares preferidos e identificados por los propios rumberos y que se han ganado un espacio en la cultura de nuestro país; respetando el aspecto contextual de estas manifestaciones y por otro lado constituyen una fuente de conocimiento en la divisa de la diversidad cultural; lugares bien conocidos como el Barrio de la Marina en Matanzas la Plaza Malanga en Unión de Reyes, el Kunalungo de Sagua la Grande, Güines, Trinidad, la Loma del Chivo en Guantánamo, el Patio de Mateo Sánchez en Mayarí, los Barrios de Atarés y el Callejón de Hamel en la capital.
Esperamos que en cada uno de estos lugares se mantenga el arraigo que se ha ganado la RUMBA dentro del abanico de las expresiones o manifestaciones de la cultura popular tradicional.
Rafael Lara González
Metodólogo Nacional de Cultura Popular Tradicional
Consejo Nacional de Casas de Cultura, Ministerio de Cultura de Cuba
Página enviada por Jesús Guanche
(24 de enero del 2008)
