El ambiente musical cubano ha recordado este año a Compay Segundo, uno de sus más conocidos artistas tradicionales, por el centenario de su nacimiento, homenaje al que se sumó ahora una revista cultural de La Habana con un dossier extenso sobre su vida artística.
Extramuros, una publicación que ausculta el movimiento cultural de La Habana, dedicó su último número del 2007 a reverenciar a Segundo, quien falleció a los 94 años de edad después de recorrer el mundo con su música contagiosa y un pasado algo mítico como integrante de agrupaciones importantes en el pentagrama de la Isla.
El conjunto periodístico inspirado en Compay — cuyo nombre verdadero era Francisco Repilado — incluye una entrevista a su hijo, Salvador Repilado, su heredero musical, que quedó al frente del grupo, ahora con el nombre de Compay Segundo.
Segundo integró, en los años 90, el Buena Vista Social Club, un grupo de veteranos de la música cubana que se unieron e hicieron un disco, que ganó un Grammy y los llevó por todo el mundo cantando y bailando. Antes de emprender esta aventura, muchos de los músicos estaban retirados.
El hijo de Compay cuenta en su entrevista que el proyecto casi se concibió y se engendró en su propia casa, y que, a pesar de que los músicos eran viejos y estaban alejados del ejercicio musical, sacaron todas sus reservas y pusieron el talento, y el Buena Vista... se convirtió en un disco mundial.
De acuerdo con Salvador, en esa gran comercialización influyó el despliegue de promoción de la industria disquera y mediática de Estados Unidos.
Otro de los materiales del homenaje es útil para conocer fechas de acontecimientos, nombres de personas relacionadas con Segundo, músicos. Da a conocer además, con precisión, cómo fue naciendo el proyecto del Buena Vista, quiénes lo gestaron y qué logró más allá del disco del mismo nombre. Se trata de una recopilación de elementos, datos e información extraídos de archivos y de la memoria de su autor, el periodista Emir García Meralla.
La otra entrevista imprescindible es al musicólogo Danilo Orozco, quien conoció personalmente a Compay Segundo a finales de los años 70, cuando no se escuchaba su música en Cuba, y quien organizó proyectos para rescatar el son tradicional y a sus figuras clave.
Algunos espectáculos, coloquios y otros programas de aquellos años exhibieron a Compay y a otros veteranos, incluso fuera de Cuba, de modo que especialistas cubanos no aceptan que el Buena Vista Social Club es el responsable máximo del rescate de esos centenarios de la música cubana.
El dossier de la revista Extramuros es ideal para polemizar incluso, pero sobre todo para ensanchar la mirada sobre el son cubano, la música tradicional en general, los antecedentes del Buena Vista Social Club en Cuba, el boom que significó y Compay Segundo, aquel músico carismático y vital que estuvo a punto de lograr su sueño dorado: cumplir 100 años cantando y bailando en el escenario.
Página enviada por Revista Digital de Arte y Cultura
(9 de enero del 2008)