Tan rico como su propia cultura, en Cuba se da un complejo sincretismo religioso que va desde el cristianismo hasta las tradiciones afrocubanas, pasando por filosofías orientales.
Por eso, en los cultos que ofició Juan Pablo II en su visita a la isla hubo de seguro una amalgama de católicos, digamos puros, y de practicantes de ancestrales ritos afrocubanos.
Uno de los mas clásicos ejemplos del sincretismo religioso cubano está justamente en la Virgen de la Caridad del Cobre.
Adorada a lo largo y ancho del archipiélago, para unos es la Santa María Madre de Dios, para otros es la orisha Ochún, diosa del amor, y para la gran mayoría es simplemente la Virgen de la Caridad o Cachita, la patrona de Cuba.
La religiosidad del cubano
El sincretismo dificulta conocer la cantidad exacta de fieles de determinada religión, pero los investigadores coinciden en que hasta un 85 por ciento de los cubanos manifiesta algún tipo de religiosidad.
En el caso particular de los católicos, algunas fuentes señalan una cifra de tres millones, pero expertos como Jorge Ramírez Calzadilla, del Departamento de Estudios Socio-religiosos, descalifican ese número, pues incluye a todos los bautizados.
Esa complejidad de cultos, iniciada con la colonización española, que trajo el catolicismo y a los negros esclavos de África, es la que ha propiciado que Juan Pablo II encuentre en Cuba un caleidoscopio religioso.
Copyright 1998
Derechos Reservados
Radio Reloj, La Habana