Cuba

Una identità in movimento

Mella y Adelina Zendejas: "... qué bueno que la encuentro y le puedo dar las gracias personalmente... "

Adys M. Cupull Reyes



Relató Adelina Zendejas, la muchacha mexicana que en 1926, era miembro del secretariado de la Sociedad de Alumnos de la Escuela Nacional Preparatoria y a quien le dieron la misión de recaudar los fondos para salvar al líder estudiantil cubano, cuando avisaron, desde Honduras, a los estudiantes mexicanos, que en ese país su vida peligraba .

Al pasar los años, ella fue escritora fecunda, destacada periodista, maestra de Historia y Lógica, y experta en Ciencias de la Educación. Además desempeñó la Asesoría del Consejo Nacional de Educación durante el Gobierno de Adolfo López Mateos.

Después de aquel día, volvió a encontrarse con Mella en un mitin antiimperialista celebrado en el "Hemiciclo a Juàrez" ¡ES UNO DE LOS RECUERDOS MAS INOLVIDABLES! Dijo.

"Julio Antonio tenía una figura física como la de un Apolo, era un hombre atractivo, además poseía una voz cálida, profunda, convincente, que atraía e impresionaba al auditorio, casi podría decir que fascinaba. Concurrimos al acto como unas mil personas, muchos obreros y estudiantes, y encantó, porque explicó con una sencillez, claridad y profundidad extraordinaria el significado del imperialismo, en un lenguaje a veces literario, sin perderse en vaciedades, dando hermosura a la expresión".

"Años más tarde pensé: ¿Cómo este joven pudo conocer tan profundamente a Lenin?, porque solamente el haber estudiado a Lenin podía haberlo llevado a exponer con tanta claridad. No creo que nadie de los allí presentes haya dejado de entender el significado del imperialismo en su acción colonialista y monopólica. No pude ni siquiera darle la mano porque esa tarde, cuando terminó el mitin, me fui con mis compañeros de estudios que vivían en Tacubaya, un lugar entonces bastante alejado del centro de la ciudad".

Tenía razón Adelina, porque Mella había estudiado obras de Lenin, y además había traducido algunas de ellas del inglés al español. Explicó que asistió a otro mitin donde él habló en defensa de los italianos Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, injustamente condenados a la pena de muerte, en Estados Unidos.

"El silencio era absoluto, manifestó: La explicación y el manejo de las teorías políticas, las razones de la lucha antiimperialista y la caracterización del imperialismo, las expuso Mella, como precursor de los combatientes por los derechos de los trabajadores, con una claridad, diáfana, como nunca se lo había oído a nadie".

Julio Antonio Mella también habló en el teatro Virginia Fábregas, para apoyar a Augusto César Sandino, el tema fue "MANOS FUERA DE NICARAGUA". Allí también estuvo Adelina, y afirmó:

"El análisis que Julio Antonio hizo sobre la intromisión yanqui en Nicaragua, del apoderamiento hasta el último metro de tierra, del saqueo de las riquezas, de la explotación de los hombres, demostró una vez más el estudio acucioso, dilucidador sobre los métodos del imperialismo en nuestros países. Volví a comprobar que cuando él tomaba un tema se compenetraba y hundía hasta la raíz del mismo. Pensé que era un VERDADERO INTERNACIONALISTA".

Adelina, la querida mexicana, que en 1961 contribuyó con su presencia como periodista a la divulgación de la Campaña de Alfabetización en Cuba, recibió de los que la conocieron, la admiración el respeto y el cariño. Entre sus recuerdos también quedó aquel 7 de noviembre de 1928, en el que Mella habló en un acto de conmemoración de la Revolución de Octubre:

"... fue la mejor intervención que escuché aquella noche. En este año, él vivió obsesionado por formar el Socorro Rojo Internacional, comenzó a constituir las filiales correspondientes en cuanta institución encontró, en la Universidad de México, en cada una de las escuelas y facultades. (...) Mella le daba mucha importancia a la ayuda y solidaridad con todos los pueblos de América".

Adelina Zendejas, fue una mujer de gran cultura y de sólida formación política, optimista y enérgica. Siempre tendió su mano amiga a cuantos revolucionarios tocaron a su puerta, fue corresponsal en México del periódico "Noticias de Hoy", de Cuba, y trajo a La Habana una mascarilla de Mella, enviada por el Partido Comunista. Fue cronista de varios periódicos, en los que firmaba con seudónimos, entre ellos el de "Yolia" en el diario “El Día” de la ciudad de México. Siempre defendió todas las causas justas en beneficio del pueblo mexicano. Entre otros, los derechos de la mujer y de los niños.

Desde que conoció la noticia del horrendo asesinato de Mella, se unió a otros mexicanos que indignados reclamaron su cadáver para rendirle el merecido homenaje y denunciar a la dictadura de Machado y al Imperialismo norteamericano. Ella afirmó:

"El entierro de Julio Antonio Mella fue un desafío a las autoridades, lo llevamos a la Escuela de Derecho donde él era estudiante. Mella vive en cada uno de los hombres y mujeres que construyen la nueva sociedad en ese país hermoso que irradia a toda América Latina y hace que la esperanza no se oscurezca... "

Como dice ella, Mella vive en Cuba; pero también vive en todos los pueblos de América, que contribuyen a iluminar los senderos por donde tiene que transitar la esperanza que llegará, sin duda alguna, a la más remota oscuridad.


* Entrevista realizada en Ciudad de México en 1976.


Fuente: CUBARTE




10 de Enero, 2005




Página enviada por Froilán González y Adys M. Cupull Reyes


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