El presidente cubano, Fidel Castro, opinó aquí que "habrá muchas alternativas" para un mundo sin ALCA ni neoliberalismo y ofreció los métodos cubanos de alfabetización y educación a América Latina para "llevar ideas a las masas, para educarlas y movilizarlas".
El líder cubano acusó además en un discurso de seis horas al presidente norteamericano, George W. Bush, de ordenar su muerte, en confabulación con los sectores cubanoamericanos anticastristas más extremistas en Estados Unidos. Reiteró que Cuba se defenderá si ocurre una guerra estadounidense contra ella.
El presidente cubano clausuró en la noche del jueves el III Encuentro Hemisférico de Lucha Contra el ALCA (Acuerdo de Libre Comercio de las Américas), el cual estudió un plan de acción para paralizar ese proyecto, al cual se consideró en esta reunión de La Habana como un instrumento de Estados Unidos para terminar con la soberanía latinoamericana en cuanto a la economía, la política y la cultura.
"No habrá una alternativa, sino muchas, para construir un mundo mejor en nuestra región; cada país tendrá sus propias alternativas, pues tienen cultura y situaciones diferentes", dijo el mandatario ante unos mil 230 delegados de 32 países, entre ellos el dirigente indígena y líder del Movimiento al Socialismo (MAS), de Bolivia, Evo Morales.
"Lo importante, puntualizó Castro, es la brújula, la dirección, el camino, y eso es lo que se trata de trazar aquí", agregó.
El presidente cubano estimó que el factor impulsor de los acontecimientos políticos recientes en Argentina y también en Venezuela fue la crisis económica y social.
"La crisis es lo que está detrás de todo; sin crisis no pasa lo que sucedió en Argentina, sin crisis no ocurriría lo que se vive en Venezuela. Y es en la crisis, cuando aparecen los jefes, nacidos de las masas llenas de talento", puntualizó.
Los numerosos delegados venezolanos asistentes al encuentro propusieron el ALBA (Alternativa Bolivariana de las Américas), precisamente como alternativa al ALCA y exhortaron a los participantes a analizar las bases de ese programa, el cual es una idea del presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
El ALBA ha sido descrito como un proyecto para integrar a los pueblos latinoamericanos y fortalecerlos.
Castro comparó la lucha de sectores populares latinoamericanos contra el neoliberalismo y el ALCA con la llevada a cabo por Cuba durante 45 años "frente al poderoso imperio vecino", o sea, Estados Unidos.
Se refirió en ese marco a "todas las maniobras, las agresiones, los crímenes que ha cometido contra nuestro pueblo, y el valor de haber resistido desde el inicio".
El mandatario cubano dijo que "es preciso usar todas las formas y medios de comunicación para llevar ideas a las masas, para educarlas y movilizarlas. Estamos obligados a un excepcional esfuerzo, alentados por lo mucho que han aprendido los pueblos en cuanto a cultura política"
Puntualizó que "como parte de esa batalla, existe la disposición de Cuba de suministrar los programas para enseñar a leer y escribir por radio o a través de medios audiovisuales".
Las autoridades cubanas han llevado ya a la práctica ese tipo de auxilio en regiones de varios países latinoamericanos, pero en el caso de Venezuela el esfuerzo ha sido la piedra angular de un programa nacional de alfabetización con el fin de enseñar a leer y escribir a dos millones de personas.
En su amplia exposición, Castro fustigó los sistemas de libre mercado aplicados en el Tercer Mundo y los consideró como instrumentos "del imperialismo".
Subrayó que a causa de esos programas neoliberales, las monedas nacionales están cada vez más devaluadas, creció la deuda externa tercermundista a dos mil 500 millones de dólares, y solo para América Latina hasta 750 millones de dólares.
En su discurso que se extendió hasta la madrugada de este viernes, Castro reiteró sus acusaciones contra el gobierno norteamericano de planear su asesinato, y advirtió que "moriré combatiendo".
"No me importa la forma en que moriré, pero si nos invaden moriré combatiendo", precisó el dirigente, sobre cuya salud han especulado recientemente altos funcionarios de la administración republicana de Bush.
"Sabíamos que el señor Bush se había comprometido con la mafia de la Fundación Cubano Americana en asesinarme. Lo digo y le acuso", precisó. "Este difunto todavía puede hablar. El difunto puede hacer planes, no esta muerto". "Y no se crean los idiotas que estamos perdiendo el tiempo, que nosotros sí trabajamos en lo que hay que trabajar", subrayó.
"Este país jamás se rendirá, jamás dependerá de las armas". "Cuba no desea bajo ningún concepto el costo de una guerra contra el imperialismo yanquí", expresó.
Agregó que "pese a las presiones que recibe en forma constante desde Washington, no cederemos ni un ápice en nuestros principios". "Lo que les digo es que no pido sobrevivir a una guerra. Ya he hecho mi parte y la que me queda es la que me queda. Con armas en la mano, no me importa la forma en que muera, pero con la seguridad de que, si nos invaden, moriré combatiendo", aseguró.
El Plan de Acción contra el ALCA aprobado por la conferencia de cuatro días pone como ejemplo "las batallas populares del continente", en especial lo ocurrido en Bolivia, donde el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada -calificado de pronorteamericano y neoliberal- fue derrocado.
El documento plantea "derrocar al ALCA en todas sus versiones y a los tratados de libre comercio bilaterales o subregionales" como primer gran objetivo de la del denominado Plan de Acción de la Campaña Continental.
Exhorta a una movilización internacional para marzo próximo contra la guerra y la ocupación de Iraq.
"En América Latina, la manifestación será al mismo tiempo contra el Plan Colombia, la Iniciativa Andina, el Plan Puebla Panamá y por la eliminación de las bases militares norteamericanas, especialmente la mantenida en Guantánamo", precisó.
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