Cuba

Una identità in movimento


Manolito Simonet: sin vanidades ni protocolos

Gualveris Rosales Sánchez


Recientemente concluyó en La Habana el IX Festival de Música Internacional Cubadisco 2005; fue en ese contexto que el sanguíneo, locuaz y de muy buen sentido del humor, Manolito Simonet y la orquesta que lidera, el Trabuco[1], se llevaron el premio en la categoría de música bailable actual.

Con tan codiciado galardón y con los premios de la critica, música bailable y disco del año obtenidos en los Premios EGREM 2005, el camagüeyano de 44 años, ratifica una vez más su incuestionable calidad como músico, compositor, arreglista y productor; además del envidiable lugar de preferencia que ocupa no sólo entre los bailadores de esta Isla, sino también en otras latitudes, al ser su múltiple laureado CD Locos por mi Habana, el de mejor venta en Cuba y en el extranjero entre todas las categorías concursantes en la fiesta del disco nacional.

Desde muy niño Manuel Perfecto Simonet Pérez (Manolito) demuestra su interés por la música, en los primeros momentos por la percusión, la cual comienza a estudiar empíricamente. Siendo muy joven se vincula al Movimiento de Artistas Aficionados en su Camagüey natal.

Tiene que viajar a La Habana para cumplir con el servicio militar. En ese tiempo tocó con un grupo capitalino, e hizo suplencia con Roberto Faz, con su amigo Lázaro Calvo, y también junto a Senén Suárez.

En los primeros años de 1980 integró como profesional los grupos Lágrimas Negras en Camaguey, e Inspiración (actualmente Tínima) como tresero y pianista.

Llega con muchos bríos juveniles a la orquesta Maravilla de Florida en una etapa muy fructífera para la agrupación. Allí aprendió a trabajar con violines.

"Fernando Cabrera[2] fue mi profesor, — subraya — él fue quien me enseñó a orquestar, fue él quien me enseñó todo" — señala agradecido Simonet.

"El hecho de haber pasado por Maravilla, me dio la posibilidad de aprender a dirigir una orquesta como se debe, además de orquestar con la dinámica de la charanga".

Por un período de siete años integró Maravilla de Florida, orquesta que llegó a dirigir. Por esa y otras razones no le fue fácil salir a crear su propia orquesta, pero su espíritu emprendedor lo llevó a tomar la decisión más importante de su vida como profesional.


El Trabuco, un arma rítmica de gran potencia

Cuando la música popular bailable cubana, entiéndase salsa, timba o son con timbres más contemporáneos, comienza a experimentar un verdadero boom en Cuba a principios de los 90 del pasado siglo, y la juventud prefiere el tumbao de los del patio, Manolito decide partir para la capital.

Es La Habana el lugar idóneo para lanzarse con un proyecto propio y poner en práctica esos sueños que acarició por mucho tiempo de mezclar los tradicionales violines con la sección de metales, algo que se le hacía difícil con Maravilla de Florida, una agrupación con un formato y un sello típico de orquesta charanga.

"Nos reunimos en la casa de mi tía Morbila en Paseo y 11, en el Vedado" — confesó el músico camagüeyano ante los micrófonos de Frecuencia Total, Radio Rebelde el pasado 26 de mayo.

Fue allí donde se creó el Trabuco, en febrero de 1993, una orquesta que ha probado ser de gran calibre, cómo lo ratifica un rosario de premios ganados, de discos vendidos y de plazas llenas en los últimos 12 años.

Al proyecto inicial se sumaron otros músicos agramontinos, Calderón (chelo), Mora (bajo), Evelio Ramos (tumbador); después se unió Pescao, y luego David que tocaba en la Charanga Tunera y Colcho, de Ciego de Ávila (trombón). También se unieron otros integrantes residentes en La Habana, como Carlitos Noguera (sonidista), quien fue uno de los fundadores.

El apoyo que recibió de músicos y directivos de instituciones culturales capitalinas fue inimaginable, al punto que recibió del difunto Elio Revé un donativo con los primeros instrumentos que usó la orquesta. Su debut fue por todo lo alto el día 25 de ese mismo mes compartiendo escenario con Juan Formell y su emblemática orquesta Los Van Van, una combinación que hizo subir el mercurio de los termómetros en el Salón Rosado Benny Moré, de los Jardines de la Tropical.


Colombia, el éxito y un estilo particular

Luego del memorable concierto junto a Los Van Van, dos individuos se presentaron al local de ensayos del Trabuco, próximo a la Terminal de Ómnibus.

"Yo pensé que era alguien que andaba merodeando por allí y le dije a Calderón, oye chico, dile a esa gente que se vayan, que aquí no puede haber nadie" — cuenta Manolito.

En realidad se trataba de dos ejecutivos que venían para firmarles un contrato de gira por Colombia.

Lo que en principio era una corta gira por el país del vallenato y la cumbia, pronto se extendió por varios meses y hacia distintas ciudades de esa nación Suramericana. Cuando el grupo regresó a la Isla, el tema "Después de ti", incluido en el primer álbum Directo al corazón, se había pegado muy fuerte en el gusto del público cubano; y para mayor suerte el Programa de la televisión "Mi Salsa", buscando un sonero, le otorgó el premio Orquesta Novel del año 1994.

Si bien es cierto que en los primeros tiempos la orquesta se parecía a otras agrupaciones cubanas en boga como Van Van o Adalberto Álvarez y su Son, muy pronto el Trabuco definió un estilo muy suyo. Manolito comenta que a la medida que los arreglos fueron madurando, sobre todo a partir de que se grabó el disco Contra todos los pronósticos (1997), se definió una sonoridad propia.

Algo que también lo distingue es el tratamiento muy adecuado de los textos, y en este particular Manolito se ha caracterizado por hacer una excelente selección de los temas tanto suyos como de terceros, donde veta la vulgaridad y la chabacanería, revalidando cómo para ser populares no es necesario caer en concesiones de mal gusto.

Cuando se hizo el disco Marcando la distancia (1998), Simonet cuenta que un día fue a casa de Generoso Jiménez y este le dijo

"... me gusta la música que estás haciendo, pero ven acá, siéntate aquí".

El maestro se sentó al piano, y le indicó cómo hacer mejor los trombones.

Por primera vez escribí los trombones de otra manera, apunta el camagüeyano y Marcando la distancia, añade, creo fue el disco dónde mejor trabajé ese instrumento. Otra lección que sacó de ese encuentro fue que la clave también radica en tener buenos trombonistas.


Primero en las listas de éxito

El suceso comercial más relevante llega con "El águila", número uno en varias listas de éxito en 1999. Relata que lo escribió a oscuras una noche que se dirigía a Santiago de Cuba, para una presentación en esa provincia.

"La letra era casi ilegible — cuenta — pero así y todo, montamos los coros y lo tocamos en esa ciudad oriental donde probó tener una gran pegada".

Defendido inmejorablemente por Sixto Llorente (El Indio), el tema tuvo un extraordinario éxito y reconocimiento, no sólo en Cuba sino en el exterior, lo que le valió a Manolito que la Sociedad de Compositores, Autores y Publicistas de los Estados Unidos (ASCAP)[3], lo premiara en la categoría de Música Tropical.

Además el número generó unos 150 mil dólares por concepto de derecho de autor, dinero que no ha podido cobrarse debido a la Ley Helms Burton, una de los recursos que Washington utiliza para aplicar el bloqueo comercial y financiero contra Cuba.

Manolito y su Trabuco actualmente están enfrascados en la grabación de un nuevo CD que viene a ser una mezcla entre Marcando la distancia y Locos por mi Habana. En este disco hay nuevos elementos como el batá, un saxo tenor, un cuarteto de cuerdas y muchas otras sorpresas.

La sonoridad del disco es diferente e incluso más bailable que Locos por..., adelanta Simonet, quien le da gran valor al trabajo de los españoles Carlos Más y Alberto Méndez, músicos e ingenieros en sonido que han trabajado con Trabuco y Klímax durante muchos años.

El trabajo de esta gloria artística camagüeyana no se detiene, sino se multiplica, innovando y experimentando con nuevas sonoridades y sobre todo poniendo muy en alto el nombre de la música cubana en los principales escenarios del mundo.

Mas esos lauros y méritos no han cambiado en esencia a ese muchacho risueño y jovial de Bellavista, Camaguey; ahora de Ciudad de La Habana y de Cuba, una persona de fácil acceso, un hombre, a decir de uno de sus hits, sin vanidades ni protocolos.


    Notas

      1. Trabuco: Arma de fuego más corta y de mayor calibre que la escopeta ordinaria, según el Diccionario de la Real Academia Española; por extensión se le llama en Cuba trabuco a un grupo de personas especialmente fuertes en un área, por ejemplo un equipo de béisbol, de médicos etc.
      2. Fernando Cabrera, destacado músico y arreglista, dirigió la Maravilla de Florida por muchos años, cedió el liderazgo de la orquesta a Manolito Simonet.
      3. ASCAP siglas en inglés de The American Society of Composers, Authors and Publishers.



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(Martes, 12 de julio de 2005)


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