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Cuba |
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Una identità in movimento
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La Macorina
María Argelia Vizcaíno
Esta simpática y zalamera cubanaza exhibía sus encantos
y desparramaba sus travesuras de mulata bella.
(dra. Lilia Bustamante, "Estampas folclóricas cubanas")
Parte I
Para la mayoría de los cubanos "La Macorina" es una guarachita pegajosa; otro grupo, tal vez más selecto sabe que fue inspirada en una mujer que existió en la vida real, pero estoy completamente segura que casi ninguno se imagina lo popular que ha sido esta canción en Centroamérica entre 1965-85 y en España después de 1990, que hasta le han cambiado su tonada y el origen de su inspiración.
Fue la genial cantante Chavela Vargas, bautizada como Isabel Vargas Lizano en su Costa Rica natal y residente en México desde sus 17 años, la que hizo famosa la canción La Macorina por todo el mundo, y los periodistas faranduleros se encargaron de tejer historietas sobre el origen de la canción, muy lejos de la realidad. Como pasó con Evelyn Ugalde, redactora de La Nación, Argentina, que el 26 de febrero del 2001 escribió
Macorina, una canción de rebeldía del siglo XVII que ella (Chavela) interpreta con sus propios arreglos.
... fue el autor de Macorina, inspirándose en una bella salvadoreña cruce racial de negra y amarillo, a la que Chavela Vargas puso música y elevó a categoría de himno de la guerrilla latinoamericana.
Imagínense decir que la mulata Macorina era salvadoreña con lo que presumen en ese pequeño país centroamericano de no tener negros en su territorio.
Esto solo son dos ejemplos de decenas que he leído por el mismo estilo. Aparentemente hay muy pocos comunicadores que les importe el origen verdadero de una vieja canción, por eso con postura facilista repiten lo que oyeron mal, y hacen ver que entrevistaron personalmente al personaje, sea artista, actor, compositor y ahí propagan falsedades, ya que de todas formas le publican su trabajo y ganan dinero, pero pierden respeto como profesionales de la pluma y credibilidad. La prueba es que si hubieran entrevistado frente a frente a Chavela, jamás ella diría que su Macorina fue inspirada en la guerrilla de América, ni tampoco es tan antigua como del siglo XVII.
Pero dejemos que la propia Chavela nos relate quien fue la Macorina, conforme se lo contó al periodista, escritor, actor cubano radicado en Madrid Roberto Cazorla que publicó el Diario las Américas y que gracias al infatigable investigador Dr. Cristóbal Díaz Ayala que lo archivó y me la envió se la puedo mostrar:
Conocí a Macorina. Era una mujer excepcional... una mulata hija de negra y un chino; un ejemplar femenino que solamente lo he visto en Cuba: Macorina tenía un color de piel exacto a la hoja del tabaco. Sus ojos eran verdes y tenía cabellos lacios que le llegaban a la cintura. Todos los que la conocimos no la hemos podido olvidar jamás.
Otro que sí la conoció fue Rosendo Rosell, y lo menciona en su libro extraordinario "Vida y Milagros de la Farándula en Cuba", Tomo II (el que me falta) contando además que la Macorina se llamó María Calvo Nodarse y que fue la primera mujer que tuvo licencia para conducir en La Habana y con seguridad en toda Cuba. Como nos relata amenamente Antonio Imbert, que escribió en "La Macorina, un personaje de la vida real" el 29 de diciembre de 1997 para la revista Contacto, de California,
... su vida ha sido objeto de atención por no pocos escritores y dramaturgos. El investigador y crítico de teatro, el cubano Rine Leal, fallecido el año pasado en Venezuela, ha escrito: ... en el Eros de los Infiernos, la Macorina es la reina de las prostitutas.
Porque como bien dice Imbert
... en el mundo de los burdeles, la Macorina fundó un reinado único.
Pero la vida tan poco pundoroza que escogió la bella María Calvo Nodarse — que parece que hacía todo lo contrario de lo que significa su segundo apellido — no me preocupa, sino saber en realidad de quien es la canción tan popular que conocemos con su sobrenombre.
El autor de la letra me ha quedado claro que fue Alfonso Camín, un español natural de Roces, Xixón, que en el año 1905, con quince años de edad llegó a La Habana para dedicarse al periodismo. Fue redactor de La Noche, director de la revista Apolo dedicada a la poesía, y redactor del famoso Diario de la Marina. Escritor de novelas y zarzuelas, pero por lo que más se le recuerda es porque sin ser de nuestro país fue uno de los más exquisitos cultivadores de la poesía afrocubana, considerándose de los primeros en escribir del cuerpo de la mujer mestiza de Cuba que escandalizó a la sociedad de aquella época, como su poema La Macorina, que su posterior musicalización fue censurada.
Los guerrilleros cambiaron la letra a su modo: "Ponme la mano aquí Macorina, para tapar la herida que me dejó la bala de la revolución", y hasta los justifico, pero no concibo que un profesional de la pluma publique que esa canción está inspirada en sus sangrientas batallas, demostrando total ignorancia sobre la verdadera historia, y una falta de respeto al público para el que se escribe.
Lo más complicado de todo esto es llegar a la conclusión de quién es el autor de la música, porque al igual que con "La Guantanamera", aparecen varios progenitores.
Fue un personaje de la vida real,
que ocupó un lugar muy peculiar
en la historia de la Cuba republicana.
(Antonio Imbert, "La Macorina, un personaje de la vida real", Revista Contacto)
Parte II
Después de haber estudiado la historia de "La Guantanamera" y de "La Bayamesa", no imaginé que en el amplio cancionero cubano tuviéramos otras canciones con enredos similares, hasta encontrarme con La Macorina. Yo creía que era una canción que se hizo famosa en Cuba en la década de 1950, bajo la interpretación de Abelardo Barroso con la Orquesta Sensación que fundó Rolando Valdés el 23 de agosto de 1953, pero resultó que los faranduleros actuales con tal de ganar dinero fácil han escrito historietas fantásticas sobre su creación, y por eso me impuse investigar el origen.
Por suerte, indagando en la Internet encontré la página www.timba.com/figueroa/macorina.html y en la sección "Lo que dicen los soneros" escrita en inglés por Frank M. Figueroa, dice que el compositor de La Macorina es desconocido
... aunque muchos cubanos suponen que es Tomás Corman.
Al final del artículo muy bien logrado por cierto, explica el autor (Figueroa) que después de terminado el trabajo continuó investigando y descubrió que otra fuente tiene como el autor de La Macorina a Antonio Torruella y Pérez, que lo encontró leyendo a Cristóbal Díaz Ayala en su "Discografía de la música cubana" en la página 130 bajo la Orquesta de Jaime Pratts, con Columbia Records COC2780. Por lo que me di cuenta que Frank Figueroa no es de los que se acomoda con lo que encuentra con facilidad sino que trata de buscar la verdad.
Siguiendo su señalamiento le escribí al más indicado Dr. Cristóbal Díaz Ayala que tan amablemente y rápido me contestó a pesar de sus ocupaciones informándome al respecto que la Macorina
... fue originalmente una rumbita, de esas que generalmente solo tenía una cuarteta y que usualmente se originaban en el teatro Alhambra: Ponme la mano aquí Macorina, pon, pon, Macorina...
Continua diciendo Díaz Ayala que como era natural, su melodía se incorporaba como parte de un danzón, que en este caso pudo haber sido compuesto por cualquiera de los dos autores mencionados por Figueroa, ya sea Tomás Corman o Torruella. El poeta español Alfoso Camín usa el conocido estribillo para escribir su poema afro a la Macorina. Y cuando Chavela Vargas va a Cuba por una noche a cantar y se queda a vivir por dos años, conoció a tan extraordinaria mulata y por eso toma el poema de Camín y lo musicaliza. Y termina dejando bien claro Díaz Ayala:
En este caso pues, son dos obras completamente distintas con el mismo nombre.
Ambas usan el viejo estribillo.
Si es tan simple, no sé por qué complican las historias verdaderas, teniendo la original tanto encanto y actualidad, y sabiendo que Chavela convirtió su Macorina en un "celebrado himno lésbico", como escribió el autor Juan Ignacio Boido en Página 12/Web, sin necesidad de tergiversar el origen de la canción como otros escritores.
Para ampliar sobre la exuberante mujer que inspiró tan polémica tonada les agrego lo que leí en el libro "Estampas folclóricas cubanas", escrito por la Dra. Lilia Bustamante, que la considera "una verdadera reina en el reinado de las mujeres de vida alegre de La Habana nocturna", que tenía influencias en las altas esferas del gobierno y la gente de bien "como una Mata Hari cubana". Y nos aclara la Dra. Bustamante que en aquella época a las mujeres que se dedicaban a esa profesión se les aplicaba un sobrenombre que significaba con cierto rango folclórico Madam, que con el tiempo se convierte "en el apócope Ma junto al nombre, como Macorina". Que en este caso no lo entiendo porque la famosa mujer no se llamaba Corina, sino María Calvo Nodarse.
También la Dra. Bustamante nos pone parte de la letra que cantaba Barroso en la que dice:
Yo conozco una madama
que me tiene alborotado
La Macorina le llaman
y anda allá por los Parados
Ponme, ponme la mano aquí, Macorina.
Otra letra la tomé del escrito de Frank M. Figueroa, y se la traigo para los que no la conocen busquen cuál es el motivo por el cuál las autoridades censuraron esa canción.
"La Macorina"
(Coro)
Ponme la mano aquí, Macorina
Pon, pon
Macorina, pon, pon
Macorina, pon, pon
Macorina, pon, Macorina
Ponme la mano aquí, Macorina
Ponme la mano aquí
Ponme la mano aquí, Macorina
Ponme la mano aquí
Ponme la mano aquí, Macorina
Ponme la mano aquí.
(Sonero)
Yo conozco una vecina
que me tiene alborotao
Me enteré que en los saraos
le llaman la Macorina.
(Coro 2)
Ponme la mano Macorina
que me muero Macorina
Ponme la mano aquí Macorina
que me duele Macorina
Ponme la mano Macorina
que estoy loco Macorina
Ponme la mano aquí Macorina
ponme la mano aquí.
(Sonero)
Ella gasta gasolina en su carro colorao
Ella gasta gasolina en su carro colorao
y sigue con el tumbao
que ella es la gran Macorina. (Repetir coro 2).
(En el Montuno)
Allá va Macorina en su carro colorao
con ese tumbao pa que en los saraos
con tremendo tumbao
le dicen Macorina con su carro colorao
Colorao... (Se repite coro 2).
Cuba. Una identità in movimento
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