No podías faltar en nuestro recuerdo, ni pasar por alto este día en el 196 Aniversario del Grito de Dolores. México siempre estará presente en los cubanos a través de su historia, su música, héroes, artistas y escritores; de sus poetas, artesanos; de su pueblo, sus grandes pensadores que lo situaron en lugar cimero de Nuestra América.
En toda Cuba, siempre se recuerda el 16 de septiembre. La actividad central será en La Habana donde se desarrollará la vigésima Jornada Nacional de la Cultura Mexicana, auspiciada por el Centro Musical Adolfo Guzmán.
Desde el día 21 hasta el 24, el Teatro Mella, ese simbólico Centro Cultural de Cuba, se vestirá de gala. Allí se lleva a la práctica el deseo de Julio Antonio, de conmemorar las fechas patrias de los pueblos de América Latina. Él describió a México como un país montañoso de panoramas grandiosamente bellos y que le probaron que jamás un invasor podría dominar al pueblo hermano del cubano al que se sintió pertenecer. Dijo que había recorrido la ciudad. Vio Chapultepec. Le pareció hermosísimo grandioso y poético. Vio las principales avenidas y palacios, y anotó que era una gran ciudad y podía llegar a ser una inigualable ciudad. Así escribió en sus crónicas el joven cubano, en el año 1920.
Desde entonces han transcurrido 86 años de relaciones profundas entre los dos pueblos. De solidaridad y colaboraciones en el desarrollo de la cultura, la educación, las ciencias, el deporte, y la salud, que nadie ha podido impedir.
Este año existe otro hecho histórico, que sólo él, bastaría para recordar el aniversario de la independencia de México con toda la fiesta y el color a que nos hemos acostumbrado, porque este año celebramos en Cuba, el 50 Aniversario de la epopéyica expedición del GRANMA, la nave que salió del Puerto de Tuxpan, el 25 de noviembre de 1956, y llegó a Cuba el 2 de diciembre cargada de sueños que se hicieron realidad, como escribió un artesano de origen aymara. Sueños que nacieron en 1953 en la gesta emancipadora del Moncada y se acunaron en la ciudad de las chinampas que bien dice la canción de Guadalupe Trigo y Eduardo Salas: tiene el lago escondido, que es como un niño dormido; y un bosque de espejos y un sol con penacho y sarape que en las noches se viste de charro y se pone a cantar.
Un fragmento del libro El exilio del Comandante de la Revolución Cubana Juan Almeida, nos acerca a la emocionante partida de los 82 expedicionarios del Granma, entre ellos un hijo de México, Alfonso Guillén Zelaya.[1]
... Miro el reloj, es la una y treinta de la madrugada del 25 de noviembre. Fidel dice:
"Si mandan a parar hay que seguir".
Llegamos a este país buscando una tierra acogedora donde prepararnos y salir de ella para liberar a Cuba. Con dificultades y sacrificios lo logramos. siempre tuvimos optimismo y confianza. Vivimos aquí y ahora salimos para cumplir la misión histórica que nos hemos propuesto.
Al pueblo mexicano lo conocíamos sólo por su historia, ahora nos hemos sentido parte de él por las emociones, sufrimientos, penas y alegrías que hemos vivido a su lado (fin de la cita).
La cultura universal, ha de agradecer a México, desde sus antiguas civilizaciones, el ejemplo de Cuauhtémoc, el último tlatoani de los aztecas, a quien se le encomendó la defensa de Tenochtitlan contra los españoles, cuando lo único que podía hacer era morir por ella.
¡Cuánta dignidad y cuánto amor invadieron los ánimos al mirar las perfectas pirámides de La Luna y El Sol en Teotihuacán, o las de Chichén Itzá y Uxmal en Yucatán.
Cuánto arrojo y valor mostraron los antiguos pobladores para defender la civilización que fue asombro de los conquistadores y sigue siendo asombro de los hombres y mujeres civilizados y sensibles del mundo. No es casual que la avaricia, la envidia, el afán de lucro, quiera posesionarse de tan maravillosa herencia. y separarla de los demás pueblos de América Latina para destruirla.
Bernal Díaz del Castillo en sus crónicas reflejó el espectáculo que desde las alturas próximas al Popocatépetl observó y escribió que se quedaron admirados y decían que parecía a las cosas de encantamiento que cuentan en el libro de Amadis, por las grandes torres y calles, edificios que tenían dentro del agua y todo de cal y canto y aún algunos de sus soldados decían que si aquello que veían, que si era entre sueños.
No es nuestra intención hablar de su historia, pero en este aniversario no podríamos dejar de mencionarla. Es una fecha que invita a rememorar los ejemplos que enaltecen a la Patria del Benemérito de las Américas, don Benito Juárez; de Emiliano Zapata, José María Morelos y de Lázaro Cárdenas. Recordar al cura Miguel Hidalgo, a Ignacio Allende y a la corregidora de Querétaro, doña Ofelia Ortiz Domínguez que seguidos del pueblo explotado dieron el Grito de Libertad en 1810.
"Desde niño fue el cura Hidalgo de la raza buena, afirmó José Martí, de los que quieren saber. Los que no quieren saber son de la raza mala. Hidalgo sabía francés , que entonces era cosa de mérito, porque lo sabían pocos. Leyó los libros de los filósofos del siglo dieciocho, que explicaron el derecho del hombre a ser honrado, y a pensar y a hablar sin hipocresía.Vio a los negros esclavos, y se llenó de horror. Vio maltratar a los indios, que son tan mansos y generosos, y se sentó entre ellos como un hermano viejo, a enseñarles las artes finas que el indio aprende bien…"[2]
Notas
- Juan Almeida: El Exilio , Editorial Ciencias Sociales, 1987, p. 123.
- José Martí: Obras Completas, Editorial Nacional de Cuba, 1964, p. 306 T. 18.
Página enviada por Froilán González y Adys M. Cupull Reyes
(19 de septiembre de 2006)