— ¿Falta mucho para que yo sea grande?
— Las brujas no saben matemática, cuatro más cuatro más cuatro más
cuatro es igual a cuatro mil cuatrocientos cuarenta y cuatro.
— ¿De qué están hechos los caramelos de miel?
— El caballo me salió mal, quédate quieta que voy a dibujarte.
— ¡No escribas!
— Estás quedando preciosa... mírame... eso...
— Ahora sonríe.
— Tú eres mi mejor amiga.
— Voy al baño, no, mejor no voy y hago otro dibujo.
— Mamá, si me porto bien y escribes tu cuento, ¿vamos a ser famosas?
— Mañana es jueves porque hoy es miércoles.
— Cuando seamos famosas vamos a vivir en una casita rosada, al lado de
un árbol y vamos a tener un cachorro.
— Mi cachorro se va a llamar Pixie, ahí lo llevo de la mano y tú llevas
la cartera.
— No hay sol porque no encuentro el color amarillo.
— Ayer Daniel se portó mal y por su culpa me regañó la maestra, no lo
voy a poner en el dibujo.
— En Nunca Jamás no hay maestras.
— Las cigüeñas no toman sopa, yo tampoco.
— Anoche soñé que estaba durmiendo y no podía abrir los ojos.
— Vamos a poner mi dibujo en tu cuento, lo termino y te lo doy para que
le hagas fotos.
— ¡Verás qué cuento famoso más lindo con mi dibujo!
— Los extraterrestres son del mundo real y los unicornios son fantasías.
— Como somos tan felices, pinté también un corazón.
— ¿Tú no estás brava, verdad?