Por ganar alguno de sus prestigiosos reconocimientos, ya han concursado alrededor de 25,000 títulos, y otros tantos escritores.
Este acto solemne estuvo presidido por el Dr. Ricardo Alarcón de Quesada, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, escritor miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, el célebre poeta, ensayista y profesor Dr. Roberto Fernández Retamar, presidente de la Casa de las Américas, Marcia Leiseca, vicepresidenta, Jorge Fornet, vicepresidente y escritor, y el Dr. Pedro Pablo Rodríguez.
La presentación de cada uno de los jurados, estuvo a cargo de Jorge Fornet, así como la realización del tabloide "La Casa del Premio", el cual ofrece una amplia información sobre aquellos, hombres y mujeres, que se empeñan con gran rigor en oficios científicos, docentes y culturales; procedentes de diversas naciones de Nuestra América: Ecuador, Argentina, Colombia, Brasil, Perú, Guyana y Cuba, a los que se une Inglaterra con una joven historiadora nacionalizada mexicana. Ellos se responsabilizan con la selección de los premiados entre las obras concursantes en los géneros de poesía, teatro, literatura caribeña en inglés o creole, literatura brasileña, y ensayo, este último con un Premio Extraordinario "Bicentenario de la Emancipación Hispanoamericana".
Las palabras inaugurales del Premio fueron pronunciadas magistralmente por el historiador cubano Pedro Pablo Rodríguez (La Habana, 1946), Doctor en Ciencias Históricas, Académico de Mérito de la Academia de Ciencias e Investigador del Centro de Estudios Martianos, profesor titular adjunto de la Universidad de La Habana, recientemente laureado con el Premio de Ciencias Sociales 2009 por su obra escrita, que cuenta con un extenso aval de otras valiosas distinciones.
El orador inició su disertación sobre la necesidad histórica de la segunda independencia, con la arenga martiana:"¡A caballo la América entera!", citada del discurso conocido por el título de "Madre América", pronunciado por José Martí, en Nueva York, diciembre de 1889. Trazó las similitudes de la circunstancia histórica de entonces con la actual; destacó la injusticia que ha sufrido el pueblo haitiano, desde que se rebeló contra Francia en 1791 - para abolir la esclavitud, luchar por la libertad y la igualdad y, finalmente, instaurar la República de Haití, primera del Caribe y de América Latina- hasta hoy, cuando padece por los desastres naturales que lo asolan, y a causa de una explotación inigualada y de la ocupación de su territorio por fuerzas extranjeras.
También se refirió a Honduras, pisoteada su soberanía y aislada del resto de Centroamérica, en medio de acontecimientos que rememoran la impiedad del enemigo común de la verdadera independencia americana. Recordó que es la hora de la unidad y la solidaridad, de aprehender aquel proceso histórico, liberador, para asumir los enormes desafíos del presente.
Por último, resumió una idea fundamental de la prédica martiana: no olvidemos a nuestros héroes, ni a sus ideales, para llevar adelante la refundación de una América más nuestra.
Fuente: CUBARTE | 21 de Enero 2010