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Frei Betto: "Mi corazón tiene la forma del mapa de Cuba"
Mabel Machado
El escritor y teólogo brasileño Frei Betto es uno de los intelectuales extranjeros que prestigian con su presencia la 19 Feria Internacional del Libro.
En la capilla de La Cabaña, bautizada para el evento como la sala de presentaciones José Lezama Lima, el religioso acompañó las entregas de las editoriales Caminos y Ciencias Sociales, de sus títulos Un hombre llamado Jesús y La obra del artista. Una visión holística del universo.
"Mi corazón tiene forma del mapa de Cuba" expresó Betto al explicar su presencia en la Isla, y agregó que ama este espacio de la geografía del mundo porque es
"... un país de mucha espiritualidad, no solo de religiosidad".
El destacado revolucionario, que recientemente fuera distinguido con el Premio ALBA de las Letras, agradeció al cubano Armando Hart las palabras de presentación de su volumen La obra del artista. El director de la Oficina del Programa Martiano expresó que esta obra de Betto conduce a la idea del bien y
"... de que este produce la dicha tal como nos enseñó Martí".
Al decir de Hart, este texto ofrece una orientación para la solución a diferentes temas prácticos del presente y además, constituye
"... un texto imprescindible para los aspectos del pensar filosófico que aborda".
Sobre La obra… reconoce Betto que intenta proponer un diálogo entre la espiritualidad y la ciencia.
"Somos contemporáneos de la crisis de la modernidad, donde está el fracaso del sistema capitalista", sentenció.
Y más adelante subrayó que en el planeta donde habitan cuatro mil millones de personas bajo la línea de la pobreza, y que enfrenta la crisis provocada por la desaparición del socialismo europeo, el paso del siglo XX al XXI impone la reflexión sobre los caminos que han de conducir hacia la liberación de la humanidad.
El momento fue propicio para que el autor compartiera su visión sobre lo que ha de ser un revolucionario:
"... debe tener más puntos de interrogantes que de exclamaciones, porque estas últimas son hijas de los fundamentalismos y los radicalismos que nos llevan a distanciarnos del pueblo".
Del libro, comentó que persigue demostrar que el hombre es "una síntesis de razón y corazón", que la espiritualidad "es tan antigua como el ser humano" y que
"... la modernidad ha cometido el error de separar lo inseparable: la subjetividad del hombre y la racionalidad política".
"Ningún revolucionario ha llegado a serlo por razones racionales y sí por razones afectivas", sentenció.
Por otro lado, en Un hombre llamado Jesús, el intelectual brasileño articula una biografía de la vida del Mesías a partir de los Evangelios. Este texto novelado se propone presentar de manera más amena que las escrituras religiosas, al hijo de Dios, a quien Betto admira por haber roto con
"... todas las fronteras ideológicas de su tiempo, para representar la sacralidad de cada ser humano".
El escritor explica que para la conformación de este libro bebió de los Evangelios, de la bibliografía sobre Israel y Palestina en el siglo I y de su propia imaginación, esta última, la que pone a Jesús danzando en una fiesta.
El reverendo Raúl Suárez, quien dirige el Centro Martin Luther King, observó durante la presentación, que este volumen ofrece
"... una imagen completamente diferente del Jesús que se han robado".
Además, invita al lector a pensar en que se necesita al
"... hombre que quiere darle un empujón a la historia para lograr un mundo mejor".
La presentación — a la que asistieron Ricardo Alarcón, Presidente de la Asamblea Nacional y Abel Prieto, Ministro de Cultura — trajo también un homenaje al leal amigo de Cuba que ha sido Frei Betto.
La Sociedad Cultural José Martí, le otorgó su más alto reconocimiento, la distinción "La utilidad de la virtud", que se entrega a personalidades destacadas en la defensa y promoción de los valores de la nación cubana.
El hombre que hace 25 años publicara el libro Fidel y la religión, y que como expresara Armando Hart, ha demostrado su "incondicionalidad solidaria" hacia la Isla, confesó al agradecer el gesto, que tendría que contener la emoción para presentar sus libros, pues recibe este homenaje con gran honor.
Betto, quien además señaló las coincidencias entre los objetivos de la Revolución cubana y el personaje de su volumen Un hombre..., por "estar hecha para que cada cual viva integralmente como ser humano", se despidió del público dedicando los libros a la larga fila de concurrentes a la sala.
Tras la "maratón" de autógrafos y su particular recomendación: "que lo disfrute", el sacerdote compartió con La Jiribilla su confianza en que la cultura continuará contribuyendo a la integración de Latinoamérica y a sus propósitos humanistas:
"... no hay otro camino, el mundo tiene que buscar cada vez más una sinergia, en especial América Latina, sobre todo ahora que ha pasado el ciclo de las dictaduras militares, de los presidentes mesiánicos liberales; ahora estamos en el ciclo de los gobiernos democráticos populares. La cultura tiene el importante papel de ayudar al pueblo no solamente a comprender ese proceso, sino, sobre todo, a participar de él".
(21 de Febrero del 2010)
Página enviada por Casa Caribe
(21 de febrero del 2010)