— No vayas mamá, por favor.
— ¿Pero qué te pasa hijo? ¿Por qué estás temblando?
— No quiero que vayas.
— ¿Pero por qué hijo?
— ¿Es necesario que te lo diga mamá? Porque siempre desde pequeño te he hablado de que allí adonde pretenden ir suelen hacerles muchas variaciones a las personas. Las llevan de aquí para allá, de este mundo para el otro y lo principal es que nunca regresan con sus hijos; en su lugar vuelven otros.
— Hijo ya te he explicado que todas esas son cosas que tú tienes en la mente, no son más que perturbaciones de tu cerebro. Ya te hemos llevado al médico varias veces y este te ha dicho que debes superarlo por tu propio bien, ¿no es así?
— Pero mamá...
— No, no, dime si es así o no — interrumpió ella con dulzura en la voz, mas enérgicamente.
— Es así mamá, pero ¿y lo que yo siempre te he asegurado?
— Mira, esas ideas se te metieron en la cabeza desde los siete años y no ha habido quien te las saque, pero nosotros por complacerte no hemos visitado más ningún sitio de esos desde que tenías esa edad. ¿Es así o no?
— Es así, mamá, pero...
— Pero nada. No nos hemos presentado más a ver ningún fallecido de nuestras amistades y todo por complacerte, pero fíjate, este viaje el que se ha muerto es el jefe de tu padre y es nuestra obligación hacer acto de presencia ¿tú nos entiendes?
— Sí mamá pero...
— No, no, dime si nos entiendes — volvió con la anterior dulzura pero con la misma energía.
— Sí, los entiendo mamá — afirmó el mozo con tono de cansancio en la voz.
— Sí, chico, debes comprendemos — habló por primera vez el progenitor.
— Pero papá. ¿Ustedes creen que yo soy un niño todavía? Cierto es que tengo problemas en mi cerebro sin embargo no soy tonto y les repito que en esos centros llevan a la gente de aquí para allá, de este mundo para el otro, y lo principal es que nunca regresan con sus hijos; en su lugar vuelven otros.
— ¡Hijo, ya basta! — espetó la progenitora irritada — ¿no hemos sido complacientes contigo, no te hemos escuchado no te hemos cuidado todos estos años y por tal de no verte en crisis no hemos dejado de ir a toda capilla mortuoria?