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Cuba |
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Una identità in movimento
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Cuarenta y un hilo en el mar...
Deja tú cuerpo dormido
mientras te beso muy suave
y escucha los leves susurros
de los te quiero en tu oído,
al roce de mis manos por tu cuerpo
comienzan tus movimientos,
formas figura en tu cama
y no es un crucigrama.
Todo esta descubierto,
si logras romper con el sueño
la furia de placer que nos lleva
a despertar nuestras ansias.
Tengo ya los cuarenta
puedo quedarme en el camino
pero mil luces de intuición
cruzan por mis pensamientos,
Tu eres el blanco, yo el guerrero,
lucharemos hasta vencer o no vivir
las armas serán dagas de amor.
Sin filos y con ilusión
Que no provoquen la muerte.
Seremos fieles al encuentro
como la rosa al jardín
y liberemos el cuerpo
para navegar por islas
donde no exista el reloj
Y sí... auroras calientes
solo seremos tu y yo.
A las diez horas siguiente
estábamos en el ancho mar
como náufragos muy sonrientes
tú... desnuda y ferviente
sonreías por mis labios
de los que colgaba un hilo
de tu vestido de noche.
Entre mares y tierras
se contaron los sucesos
Y los puentes todos puestos
dieron paso a nuestro ensueño
para que quedaran en versos
este sencillo encuentro
de dos lobos muy hambrientos...
Cuba. Una identità in movimento
Webmaster: Carlo Nobili — Antropologo americanista, Roma, Italia
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